Reclaman la entrega de medicamentos oncológicos
Unos 200 afectados denuncian que no reciben los remedios desde diciembre, cuando cambió el Gobierno.
Celeste (30), estudiante de Bibliotecología e Historia, sin trabajo ni obra social, tiene cáncer crónico y recibe quimioterapia cada seis semanas. Su tratamiento de enero está atrasado más de un mes por trabas en la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (DADSE), una dependencia del Estado que entrega medicación a personas sin cobertura de salud.
Hace diez días, el área pasó del Ministerio de Capital Humano al de Salud, pero muchos denuncian que las demoras arrancaron bastante antes, con el cambio de Gobierno. En el entorno del ministro Mario Russo aseguran estar atendiendo caso por caso, pero, en la práctica, persiste un atraso en la entrega de fármacos a pacientes que sufren enfermedades graves. Clarín lleva contabilizados unos 200, reportados por diferentes asociaciones de pacientes.
Conocer la cifra global importa porque algunas voces insisten en que las denuncias son pocas y aisladas, son falsedades de la rosca política opositora o la mayoría de los pacientes que reclaman su medicación ya padecían atrasos administrativos en el Gobierno anterior. La reestructuración del área iniciada por la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, se basó en inspeccionar una presunta falta de transparencia en el manejo de fondos durante el kirchnerismo.
En su afán por desmantelar el accionar irregular de la DADSE, el equipo de Pettovello redactó una denuncia penal por “Defraudación contra la administración pública, abuso e incumplimiento de autoridad y violación de los deberes del funcionario público”, que desde el 7 de febrero tramita en el Juzgado Criminal y Correccional Federal II. Intervienen el juez Julián Ercolini y el fiscal Carlos Rívolo.
En el escrito se relevan aspectos que el Gobierno deberá probar ante la Justicia, desde informalidades en los procedimientos administrativos (por ejemplo, en el intercambio de comunicación entre la dependencia y los laboratorios proveedores) hasta una aparente preferencia por ciertas compañías farmacéuticas. Además se habla de un ninguneo de las sugerencias de auditorías internas de 2019 y 2022.
Decenas de pacientes vienen reclamando (en algunos casos, desde diciembre) que no se les entrega la medicación que tramitaron en tiempo y forma. En muchos casos, como el de Celeste, paciente de linfoma Hodgkin, la vida de estas personas depende de los fármacos.
El Ministerio de Capital Humano y la cartera de Salud no precisaron el número de afectados por las demoras administrativas ni cuántos pacientes tienen trámites en marcha en la DADSE, en general. Se hicieron pedidos de acceso a la información pública dirigidos a ambas carteras, que deberían ser respondidos en los próximos días.
En 2019, en la DADSE se habían tramitado casi 4.800 pedidos de medicación de alto costo, casi 950 solicitudes de prótesis y 50 mil de fármacos de bajo costo. En el Ministerio de Salud transmitieron que no tenían la cifra de pacientes para comunicar, pero que “se está trabajando desde el día uno en ordenar y sacar las urgencias en base a criterios de auditoria médica”.
El objetivo a mediano plazo es que “la DADSE recupere su sentido fundacional: atender a la población vulnerable con cobertura médica exclusiva en medicaciones de alto costo y en complemento de las respuestas que también deben ir dando los sistemas provinciales y municipales”. Es decir, la Nación buscará desprenderse de la atención del “bajo costo”, del que deberían ocuparse las provincias. La DADSE es una suerte de “tercera instancia” de atención, luego de que la provincia le niegue al paciente la medicación que precisa y de que esos fármacos tampoco puedan ser provistos a la provincia a través del banco de drogas del Ministerio de Salud de la Nación.
Capital Humano anunció que cerraba “momentáneamente” la DADSE por una “readecuación en los sistemas y procedimientos”. El Gobierno explicó que la dependencia funcionaba, pero que la trasladaban del ex Ministerio de Desarrollo Social a la órbita del Ministerio de Salud, como era hasta 2020.
El ministro Mario Russo quedó bajo una Dirección que adeudaba dinero a proveedores y prótesis y medicación a pacientes sin obra social ni prepaga, muchos de ellos con tratamientos demorados. Asociaciones que nuclean a pacientes oncológicos o con patologías “raras” expresaron su preocupación.
“Lo mío toma bastante tiempo. Vivo en Quilmes y no tengo obra social. Para tener la medicación que necesito para linfoma Hodgkin, mi médica, del Hospital de Clínicas, debe hacer la orden y llenar un formulario que firman ella, su jefa del Departamento de Hematología y el director del hospital”, contó Celeste Quintana.