Clarín

Racing y Platense le jugaron un pleno al cero en la ruleta y la fricción le ganó por goleada al fútbol

El equipo de Costas no pudo aprovechar el envión de la alegría por haberle ganado el clásico a Independie­nte. El local estrenó dupla técnica con mucho orden y la defensa del arco propio.

- Maximilian­o Uría muria@clarin.com

No existió envión para Racing luego de la victoria en el clásico contra Independie­nte y en un duelo chato y olvidable igualó anoche sin goles ante Platense.

Una marcha menos. Eso fue lo que evidenció Racing en la primera etapa ante un equipo local que lució renovado en energías tras el arribo de Favio Orsi y Sergio Gómez, la dupla técnica que solo comandó una práctica antes de saltar a competir en Vicente López. El entrenador Gustavo Costas optó por darle descanso a Juan Fernando Quintero y esa ausencia, como no podía ser de otra manera, se notó. Un dato: la Academia no pateó al arco en la etapa inicial, más allá de que mantuvo la posesión en casi un 70 por ciento.

Le faltaron ideas y frescura a Racing. Baltasar Rodríguez fue quien se movió de enganche por Juanfer. Pero al juvenil le costó encontrar su espacio en la cancha y la Academia entonces se repitió en pelotas largas para Adrián Martínez y para Maximilian­o Salas. Igual, se aclara, no es un juego del que reniegue Racing: así complicó a Independie­nte en el clásico de Avellaneda. Lo que ocurrió es que la línea de 5 defensores de Platense estuvo firme y apenas en una corrida pudo complicar Maravilla, aunque la jugada culminó sin un remate claro.

Platense corrió y se entregó. Orsi y Gómez optaron por un esquema defensivo (5-4-1), pero con dos mediocampi­stas verticales por las bandas: Luciano Ferreyra y Lucas Ocampo. La idea no fue otra que jugar al contraataq­ue. Y tuvo una clara el Calamar, la única en la etapa inicial: Ronaldo Martínez la bajó en el área y el remate de Ocampo se fue por arriba del travesaño.

Fue una primera etapa de pobre para muy pobre, con pocas jugadas de riesgo y escaso juego asociado. La pelota pasó más tiempo en el aire que en los pies de los futbolista­s, una cuestión que ya empieza a hacerse común en el fútbol local. No hubo demasiado para destacar, entonces. Alguna pincelada de Agustín Almendra, ese volante que supo brillar en Boca y que de a

En el primer tiempo, Racing tuvo la pelota pero no pateó al arco.

Por la entrega, Platense se retiró aplaudido por su gente.

poco va volviendo a su nivel. Y nada más. Por eso no dudó Costas en mandar a Quintero y a Roger Martínez a la cancha para el segundo tiempo.

Siguió jugando mal Racing en el complement­o, pero tuvo en cancha otra jerarquía y por el peso propio de las individual­idades arrimó más peligro. Se insiste, de todos modos: el fútbol no le fluyó. Juanfer comenzó con ganas, aunque rápidament­e se replegó para jugar más cerca de los centrales que de los atacantes. Pierde poder de fuego el colombiano iniciando de tan atrás. Fue mejor el ingreso de Roger Martínez, quien estuvo participat­ivo flotando por detrás de Maravilla.

De un encuentro entre los dos atacantes académicos llegó la más clara de la noche: Roger puso un lindo pase para Maravilla, que quedó cara a cara con Juan Pablo Cozzani y su definición se fue a centímetro­s del palo izquierdo. La culminació­n del ex Instituto fue parecida a una que hizo ante Newell’s, salvo que esta vez la suerte no lo acompañó.

Un ratito antes de esa, Maravilla se había juntado con Gabriel Rojas para hacer trabajar a Cozzani. Al cabo, esas dos fueron las más peligrosas de la Academia. Demasiado poco para un equipo que quiere ser protagonis­ta de la Copa.

Platense se aferró al punto y lo defendió con fuerza e inteligenc­ia. No permitió que Juanfer pesara y con el pasar de los minutos logró controlar mejor a Roger. Por la entrega el equipo se retiró aplaudido.

Tuvo sus chances el Calamar, más producto de errores del rival que de construcci­ones colectivas propias. En una, Ronaldo Martínez metió un puntazo luego de una jugada sucia con muchos rebotes y la pelota se fue cerca. En la otra, Gabriel Arias salió lejos pero el ingresado Mateo Pellegrino no pudo peinar al arco y el balón se fue lejos. Se notó el cansancio del apretado calendario, con 8 fechas en algo más de un mes. La sensación era que podían seguir jugando y el gol no iba a llegar. El 0-0 fue justo. Y ambos se fueron conformes.

 ?? TÉLAM ?? Nada por aquí, nada por allá. Maximilian­o Salas intenta llevarse la pelota, pero Ignacio Vázquez lo sigue bien de cerca y nada prosperará. El 0 a 0 fue justo en Vicente López.
TÉLAM Nada por aquí, nada por allá. Maximilian­o Salas intenta llevarse la pelota, pero Ignacio Vázquez lo sigue bien de cerca y nada prosperará. El 0 a 0 fue justo en Vicente López.

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