Tigre festejó fuerte su primera victoria y quiere renacer
Tigre y Central Córdoba de Santiago del Estero jugaron un partido chato de emociones en Victoria, pero poco le importa al Matador, que ganó por primera vez en la Copa de la Liga y se sacó un gigante peso de encima. Ezequiel Forclaz, que venía de convertirle a Vélez la fecha pasada, fue el autor del único gol del encuentro en el tiempo de adición del primer tiempo con un potente derechazo cruzado que venció la resistencia del arquero Luis Ingolotti.
Escasearon las ocasiones de peligro en el estadio José Dellagiovanna y los tres puntos terminaron siendo el premio para el equipo de Pipo Gorosito por su efectividad de cara al arco rival. Quizá haya sido mucho premio. Es que en el primer tiempo se veía mejor a Central Córdoba, dominando la mitad de la cancha con Rodrigo Atencio, una de las figuras de la cancha, y Enzo Kalinski. Pero el conjunto santiagueño no lograba inquietar a su rival. Tigre, en tanto, parecía perdido. Sin embargo, en una rápida transición de defensa a ataque, Gonzalo Flores lo encontró abierto a Forclaz, que puso el 1-0 en el ocaso de la primera parte.
En el complemento se mantuvo la tónica de un flojo encuentro, lleno de imprecisiones. A medida que pasaban los minutos y con la ventaja en el marcador, el Matador retrocedió en el campo y jugó con la desperación del Ferroviario. Abel Balbo terminó jugando con cuatro delanteros y Gorosito hizo retroceder a Agustín Cardozo para contener con una línea de cinco en el fondo. Sobre el final fueron todos pelotazos en un partido para olvidar. A Tigre le quedan los tres puntos, que no es poca cosa.w