La Villa Olímpica sustentable ya está lista para los Juegos
El complejo de 3.000 departamentos donde vivirán los atletas está diseñado con un sistema de refrigeración que aprovecha los recursos naturales.
A poco menos de cinco meses del comienzo de París 2024, se inauguró la Villa Olímpica que será la casa de los atletas durante los Juegos de la capital francesa. Ubicada cerca del Stade de France, en un terreno de 52 hectáreas, esa especie de “barrio privado” está formado por 82 bloques de departamentos con una característica especial: no tienen aire acondicionado.
Es que apuntando al objetivo de que celebrar los Juegos más sostenibles de la historia, la organización optó por una tecnología especial que aprovecha los recursos naturales para mantener frescos a los atletas, incluso con ola de calor.
Además de haber diseñado los edificios orientando sus fachadas para que no reciban demasiada luz solar en verano, París recurrirá a un sistema de refrigeración subterráneo. Así asegurará que la temperatura en los departamentos no supere los 26 grados a la noche.
La Villa llevó siete años de construcción y cuenta con 3 mil departamentos y 7.200 habitaciones. Tiene zonas de ocio, 7,5 hectáreas de espacios verdes y paseos en las riberas del río Sena.
Los servicios para los atletas incluirán un restaurante abierto las 24 horas con casi 3.200 plazas, que servirá platos de seis especialidades culinarias, entre ellas italiana, asiática y francesa, un bar libre de alcohol, un supermercado, una comisaría, un salón de belleza, un gimnasio, una oficina de correos, un centro de culto multiconfesional y un policlínico.
Los deportistas podrán moverse por el predio en bicicleta o en combis eléctricas que circularán constantemente.
“La Villa es un ejemplo de la ciudad del futuro. Aquí vemos los edificios que se construirán en 2040, capaces de soportar las condiciones climáticas de 2050, tanto de frío como de calor”, comentó el presidente francés, Emmanuel Macron, quien durante la ceremonia de inauguración le entregó una llave simbólica al jefe del Comité Organizador, Tony Estanguet.
“Pueden estar orgullosos. Cumplieron las promesas, tanto de plazos como de presupuesto -dijo Macron-. Somos un país de constructores y pese a la crisis del Covid, a los dos años de inflación, a la guerra de Ucrania, hemos logrado el mayor proyecto de Francia en un tiempo récord”.
También destacó la innovación en los materiales utilizados, que permitieron reducir un 47 por ciento las emisiones contaminantes durante la construcción.
La Villa es la mayor obra construida de cero para los Juegos de París, ya que la mayoría de las sedes de competencias serán instalaciones que ya existían o que debieron refaccionarse para la cita. Se levantó con una inversión de 646 millones de euros de fondos públicos del Gobierno, sumado al aporte de las mayores empresas inmobiliarias de Francia.
Tras los Juegos Olímpicos y Paralímpicos (del 28 de agosto al 8 de septiembre), el complejo se convertirá en una ciudad moderna. Un tercio de los departamentos se venderá a propietarios privados, un tercio se destinará a viviendas sociales y el resto se alquilará.
La zona de la Villa es un área industrial, de las más pobres y con mayor índice de delincuencia de la Francia continental, pero las nuevas construcciones, que se destacan por su diversidad en color y diseño, prometen transformarla en una zona residencial.
“Sin los Juegos no se habrían creado todas estas viviendas que van a permanecer -aseguró Macron-. Los Juegos crean molestias durante los años de preparación, pero dejan un legado y crean riqueza en el territorio”.w