Los gobernadores se acercan, pero quieren los detalles del acuerdo
Ven con buenos ojos la iniciativa del Pacto de Mayo, pero esperan señales de que habrá diálogo con el Gobierno.
El grueso de gobernadores y dirigentes de la oposición no kirchnerista salió en tándem a respaldar el llamado a un gran pacto que propuso Javier Milei en la asamblea legislativa. Cómo negarse a lo que venían exigiendo. Sin embargo, coinciden en señalar que el éxito dependerá de la “generosidad” y “capacidad de diálogo real” del Ejecutivo. Quieren conocer detalles antes de comprometerse y surgen debates internos para no perder la iniciativa propia en el Congreso, mientras el posible rechazo del mega DNU tensa el clima.
“Un pacto implica diálogo, no un sistema de adhesiones”, advirtió Miguel Pichetto, jefe de la bancada Hacemos Coalición Federal, que reúne a 23 legisladores clave.
Entre ellos están los cordobeses, quienes habían sido señalados como los principales “traidores” tras la caída de la ley ómnibus. “Uno tiene que abrir la agenda: saber qué es lo central y aceptar modificaciones. Si no, no es diálogo, es imposición de una idea”, señaló el mandatario de esa provincia, Martín Llaryora, que también pidió incluir en el acuerdo a sectores industriales, sociales y productivos.
En esa bancada habían recibido en la previa a la asamblea un aviso oficial para que escuchen el discurso hasta el final porque llegaría un anuncio que les iba a gustar.
Muchos gobernadores estaban avisados de la "buena noticia", sin demasiadas aclaraciones, para mantener el impacto. “Veo bien que se empiece a trabajar. Hay que ver los detalles”, dijo ayer el gobernador catamarqueño Raúl Jalil.
En ese punto coinciden en los bloques, que son los que tienen que votar. No es lo mismo si se retoma la ley ómnibus original que incluía, por ejemplo, retenciones y fórmula jubilatoria o el texto ya pulido. Tampoco da igual si se va a debatir otra vez un gran texto con todos los temas adentro, o si se presentará, como se espera ahora, una ley por eje temático.
El jefe de la bancada de PRO, Cristian Ritondo, tiene listo un punteo de todos los articulados que tienen consenso suficiente entre los bloques para obtener "luz verde" en el recinto. Abrazado del ministro de Justicia, Cúneo Libarona, Ritondo ayer fue uno de los pocos que pasó a saludar a Milei, post discurso, por la oficina de Martín Menem.
En lo discursivo, Milei llamó al diálogo a regañadientes y con pocas expectativas. “Quiero que me demuestren que estoy equivocado”, dijo después de señalar a los políticos como personas dominadas por la “corrupción, mezquindad y egoísmo”. Los gobernadores igual lo vivieron como una victoria propia porque ellos venían pidiendo diálogo y un pacto fiscal.
También como un resultado de la presión opositora que estaba explorando la convocatoria a una sesión especial para asignarle recursos que hoy no son coparticipables a las provincias, una jugada que con el bloque K podía avanzar.
La amenaza de sesiones especiales, igualmente, sigue latente. Hay una discusión interna en la oposición por no perder la iniciativa y tratar temas urgentes. La Coalición Cívica de Elisa Carrió, por ejemplo, está decidida en insistir con una nueva fórmula jubilatoria.
En los grupos de la ex coalición de Juntos por el Cambio no ven como algo problemático el reflote de ómnibus porque el texto ya está “masticado” y si hay buena voluntad consideran que se puede avanzar fácil. Los 10 puntos del Pacto de Mayo los ven parecidos al planteo de Mauricio Macri en 2017 así que “les queda cómodo apoyarlo”. Sin embargo, insisten, esperan coordenadas: todavía no hay certezas de temas ni fechas por parte del ejecutivo. ■
Los gobernadores ven la invitación al diálogo como una victoria