Independiente mostró carácter para remontar una tarde muy complicada
Ganaba Argentinos, pero un gol en contra de Palacios y una aparición de Maestro Puch rescataron al Rojo. Y eso que Ávalos malogró un penal.
El final es muy distinto al que se vivió hace una semana aquí mismo, en este estadio en el que toma cuerpo la fiesta roja. Los hinchas aplauden, cantan, viven el desahogo después de perder el clásico. Porque este triunfo ante Argentinos, justificado por el ímpetu del segundo tiempo, no sólo le devuelve la felicidad a esa multitud que copó el Libertadores de América; también, la punta de la Zona A. Tenía que recuperarse rápido tras la caída ante Racing. Y el equipo de Carlos Tevez mostró carácter, además, para dar vuelta un partido bravo.
Independiente reaccionó en desventaja, como si necesitara el cachetazo de Argentinos para despertar. Recién en el momento en el que se vio abajo en el marcador por el golazo de Gastón Verón, se encendió. Hasta entonces, se había mostrado demasiado lento, con la excepción del iluminado González. Si un rato antes del grito visitante había generado la situación más clara para el Rojo. Saltita abrió a la izquierda, Mancuello ejecutó un centro venenoso y Ávalos cabeceó a quemarropa. Hubo una gran respuesta de Ruso Rodríguez.
Tevez apostó a dos “9”, Ávalos y Maestro Puch. La tentación del pelotazo se hizo carne en varios pasajes del partido. Dos delanteros potentes siempre invitan a jugar largo. Inquietaron, es cierto. Estuvieron activos, pero la primera etapa no lograron resolver en el área.
El conjunto de La Paternal partió de un 4-1-3-2 en el que lastimaron por afuera con las proyecciones de Román Vega por la izquierda y por el centro, a espaldas de Iván Marcone, donde Gastón Verón fue la pieza de engranaje para los dos puntas, también dos centroatacantes que fallaron frente a Rodrigo Rey. Un poco por mérito del arquero, claro, otro tanto por sus deficiencias a la hora de definir, en especial Maximiliano Romero.
En este contexto, Gndou no pudo capitalizar un centro atrás de Vega porque Rey achicó notablemente, pero en la siguiente jugada, luego de un rechazo corto de Mauricio Isla, Verón marcó un golazo con un tiro bombeado, inatajable para el número uno santafesino.
Independiente lo empató en un santiamén con una jugada que armó Saltita y resolvió Costa -con ayuda de Palacio- tras un rebote de Rodríguez, pero pudo viajar al vestuario en desventaja. Viveros metió un pase filtrado entre los centrales y Romero cometió el pecado de levantar la vista después de rematar al arco, uno de sus principales déficits. Le apuntó al cuerpo del arquero, que tapó el disparo.
En el segundo tiempo, Independiente halló un penal muy discutido. Fue imperceptible el toque de Romero sobre Avalos. El paraguayo se hizo cargo, pero no pudo quebrar su racha diabólica: el remate se perdió por encima del travesaño.
Daba la sensación de que el golpe sería letal. Y en la jugada siguiente, Gondou dejó mano a mano a Romero, que disparó cruzado y otra vez tapó Rey.
Entonces, fluyó Mancuello por la derecha y el doble “9” le dio la razón a Tevez: la aguantó de espaldas Avalos y sacudió Maestro Puch con un bombazo.
Y casi marca el tercero el tucumano a pura potencia, pero le quedó larga y Román Vega salvó en la línea de sentencia tras un tiro de Saltita.
Maestro Puch salió reemplazado inexplicablemente por Tevez, que armó una línea de cinco. Argentinos estuvo más cerca de perderlo 3 a 1 que de lograr la igualdad y terminó con un hombre menos por la expulsión de Francisco Alvarez. Luna lo perdió abajo del arco en un partidazo que ganó Independiente con espíritu de resiliencia.