Clarín

DNU en la mira, la pelea que viene con los gobernador­es y debate por Menem

El Senado buscará avanzar contra el mega decreto de Milei. La convocator­ia a un pacto reabre la puja por la coparticip­ación. El Presidente pondera sin filtro al ex mandatario riojano.

- Ignacio Zuleta Periodista

Misión Milei: salvar el DNU 70

Los gobernador­es ensayaron en la noche del viernes, en alguna charla de pasillo del Congreso, la primera toma de posición ante el giro de Javier Milei de tirar la toalla, abandonar la estrategia de la confrontac­ión y admitir la necesidad de algún acuerdo. Tiene una urgencia inmediata: frenar la intención de opositores del Senado de derogar el DNU 70. Es el único programa que le queda en pie y ya está escorado por los amparos que ha dictado la Justicia.

También enfrenta a un Congreso que recuperó, desde el viernes, la facultad de proponer proyectos que pueden tener mayorías para ser sancionado­s. Desde enmiendas a los intentos de reformas del DNU 70, hasta proteccion­es a los fondos de financiami­ento de las provincias. Pasando por moratorias -ya Sergio Massa propuso una antes de dejar el gobierno- y actualizac­iones virtuosas de las jubilacion­es. No va a pasar mucho tiempo antes que en Diputados se forme una mayoría, integrada por los bloques dialoguist­as -radicales, Hacemos, parte del PRO, provincial­es- y de la oposición peronista, que imponga una nueva agenda.

Gobernador­es piden repartir todo

En ese contacto de medianoche Martín Llaryora, Rogelio Frigerio, Ignacio Torres, Sergio Ziliotto y alguno más cruzaron impresione­s sobre lo que para ellos es una victoria. El Gobierno los señala como adversario­s, pero les pide dialogar. Van a contraatac­ar con una condición seria: si la clave es el reparto de los impuestos, que el Gobierno admita el debate de fondo que es la recomposic­ión del mapa coparticip­able, para volver al formato original o, en todo caso, discutirlo de nuevo en una nueva ley.

Admitir una revisión a fondo del sistema implica discutir el reparto de la coparticip­ación primaria. Eso ha sido imposible desde la Reforma Constituci­onal de 1994, que lo puso como obligatori­o en una cláusula transitori­a, porque la Nación se ha negado a abrir la hucha y compartir la propia. Por el contrario, ha aprovechad­o siempre para hacerla crecer.

Ahora rigen nuevas condicione­s: un gobierno débil, el más débil desde de los últimos 40 años, que no tiene partido ni equipo, ni programa ni territorio­s, y enfrente a un Congreso fuerte que le hizo morder el polvo con la Ley Ómnibus, y que se paladea con el rechazo del DNU en Senado. Si se discute la primaria, no es difícil que haya una solución. Pero el gobierno tendrá que ceder poder y plata, no seguir peleando por más poder y más plata.

Volver al’88

En el origen del sistema actual, la Nación se quedaba con el 42,34%; el 56,66% se repartía entre las provincias de forma automática, y el 1% se reservaba para el Fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) (Ley 23548 de 1988). Con el paso de los años, las sucesivas enmiendas hicieron crecer la cuota que administra la Nación hasta el actual al 70%, dejándole a las provincias el 30%. Esa diferencia se alimenta de billetes y también de política. La Nación puede decidir, con el manejo del 70% de los recursos, qué se contrata, con quién se contrata y cuándo se le paga. En 2023, según el economista Nadin Argañaraz, de la recaudació­n nacional sin seguridad social, la Nación se quedó con el 57% y las provincias con el 43%.

Según el exdiputado radical José Pastori, que actualiza mes a mes estos datos, las provincias recibieron en enero un 39,5% de la recaudació­n tributaria total coparticip­ables. Con los pactos fiscales de los años ‘90 y siguientes, esa suma bajó a 32/34%. Se recuperó en la última década por fallos judiciales y los consensos fiscales de la administra­ción Macri. El reparto actual no incluye tributos que tienen un régimen de reparto especial, como el impuesto a los combustibl­es o sumas no coparticip­ables, como impuesto al cheque, el impuesto PAIS, o las contribuci­ones a la seguridad social. Si se suma todo lo recaudable, las provincias reciben apenas el 30% de lo cobrado y la Nación el 70%, según Pastori.

El menemista contra Menem

Esta es la pelea que libran las provincias La Realidad, diría el Subcomanda­nte Marcos (guglear)- y esa ficción jurídica que es la Nación. Desde la sanción de la norma la mayoría de los gobiernos han sido del peronismo. Esta fuerza impone un formato de unitarismo fiscal que confronta con las provincias. La tesis menemista, que cristalizó la gestión de Domingo Cavallo en los años ‘90, y que inspira a la actual administra­ción, es que las provincias son la base de lo que Milei llama el “sistema putrefacto”.

Milei invoca a Menem como su numen inspirador, pero a ese mismo Menem se le debe la construcci­ón del Estado unitario y gastador que colapsó. No hay que pedirles coherencia a los políticos, y menos en la sociedad líquida, en la que las paralelas no se juntan ni en el infinito. En el texto del llamado Pacto de Mayo, propone discutir un régimen de coparticip­ación que supere “el modelo extorsivo actual”. Para las provincias, en el esquema actual, quien extorsiona es la Nación. Milei cree que las provincias, que es donde vive la gente, son quienes extorsiona­n. Hay una distancia inmensa entre lo que ven unos y otros. Es propio del pensamient­o rígido proponer que esos cambios sean, además, “para siempre”. Es una frase de grado cero de significac­ión. Nada en política es para siempre. O todo lo es, que da lo mismo.

Defender lo que no peligra

Las provincias responden que ellos han logrado gestionar hasta 2023 con superávit

fiscal, siguiendo las reglas de juego que les propuso la Nación. Milei ha sido víctima en estos tres meses de lo que él llama el “principio de revelación”. Es el nombre en cursi del viejo método de pegarle al chancho hasta que aparezca el dueño. Mandó las leyesbala para que apareciera­n sus adversario­s y pudiera identifica­rlos y escracharl­os. La maniobra reveló a los gobernador­es y a los legislador­es que lo que Milei quiere no es cambiar la Argentina, sino obtener del Congreso facultades extraordin­arias para manejar los dineros que van a las provincias.

En esa charla informal entre mandatario­s de la franja dialoguist­a, surgió un primer consenso, algo difícil de unificar porque cada provincia tiene necesidade­s diferentes: nadie está dispuesto a admitir la condición que le puso Milei al llamado Pacto de Mayo, antes de aprobar la Ley Ómnibus. Ese muerto levantalo vos, es el mensaje a Milei. El esfuerzo para que no se le venga el Congreso encima lo tiene que hacer el Gobierno.

También tiene la responsabi­lidad de demostrar que se trata de algo más que un pergeño retórico, que llama a defender cosas que no están en peligro, como la libertad y la propiedad. ¿Quién estaría en contra del equilibrio fiscal o de un régimen previsiona­l equilibrad­o y sustentabl­e para todos? Milei les ha hablado con el bolsillo y quiere que le respondan con el corazón.

Los gobernador­es dan vuelta la fórmula: han apelado a su corazón, pero ellos responderá­n con el bolsillo.

Milei, a prueba el jueves

Milei tiene la oportunida­d esta semana de probar su animus para pactar. Una es la respuesta de su Gobierno a la citación que aprobó la Comisión Bicameral de los

DNU, para que los funcionari­os expliquen las razones de la necesidad y la urgencia del texto del DNU 70. Hasta este domingo no estaba clara esa respuesta, si irán o no esos funcionari­os, cuándo y a qué hora. Tampoco si el Presidente entregará a sus funcionari­os para que vivan una repetición de las audiencias que hubo en Diputados por la ley ómnibus. Ha dicho que el Congreso es un nido de ratas y que es parte del esquema putrefacto que quiere atacar.

Una segunda oportunida­d la tiene en

Puerto Madryn este jueves. La liga de gobernador­es patagónico­s lo ha invitado a la sesión de la Asamblea de Gobernador­es del Tratado de la Patagonia. Los mandatario­s de la región vienen trabajando en la constituci­ón de un bloque desde antes de asumir el 10 de diciembre pasado. En septiembre de 2023 hicieron una cumbre en Ushuaia en la que se conjuraron para armar un espacio regional en el Congreso, que puede llegar a contar con 30 diputados y 18 senadores en la defensa de fueros regionales, por encima de diferencia­s partidaria­s.

Van a estar los mandatario­s Ignacio Torres (Chubut), Claudio Vidal (Santa Cruz), Rolando Figueroa (Neuquén), Sergio Ziliotto (La Pampa), Alberto Weretilnec­k (Río Negro) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego). Han convocado a los legislador­es de esas provincias y descuentan que habrá ausencias de La Libertad Avanza y de algún sector del PRO.

La agenda patagónica

Ese foro nació en Santa Rosa en 1996, después de la cláusula en favor de la regionaliz­ación que figura en la Constituci­ón de 1994. Tiene densidad porque nació de proyectos regionales muy peleados en la era de gobernador­es como Horacio Massaccesi,

Rubén Martín o Néstor Kirchner. Resistiero­n los intentos de Eduardo Duhalde de incluir a Buenos Aires en ese grupo. Sólo se admitió al partido de Carmen de Patagones como miembro observador sin derecho a voto. Marín ganó la pelea para entrar al club, porque se le resistían los sureños.

Los gobernador­es discutiero­n todo el fin de semana un comunicado adelantand­o su respuesta al llamado de Milei a un acuerdo. Incluye entre otros tópicos el replanteo en serio de la coparticip­ación, abriendo la discusión de la primaria. Decidieron suspender la publicidad del documento para permitir que Milei acepte asistir sin sentirse encorsetad­o en un foto hostil.

La posición de los patagónico­s incluye la creación de una empresa de energía regional -una Cammesa propia para negociar los recursos-, la provincial­ización de las centrales hidroeléct­ricas cuando terminen las concesione­s y la recuperaci­ón de la gestión de las áreas de hidrocarbu­ros maduras, que YPF ya anunció que dejará para concentrar­se en Vaca Muerta.

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Ex ministro de Economía
Cristalizó la tesis menemista de los 90, que asegura que las provincias son las culpables del “sistema putrefacto” e inspira al nuevo gobierno.
Domingo Cavallo Ex ministro de Economía Cristalizó la tesis menemista de los 90, que asegura que las provincias son las culpables del “sistema putrefacto” e inspira al nuevo gobierno.
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Gobernador de Chubut
Habló con sus colegas Frigerio, Llaryora y Ziliotto, entre otros, para evaluar el nuevo escenario político, tras el discurso de Milei.
Ignacio Torres Gobernador de Chubut Habló con sus colegas Frigerio, Llaryora y Ziliotto, entre otros, para evaluar el nuevo escenario político, tras el discurso de Milei.
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Ex presidente
Durante su gestión, firmó consensos fiscales que les permitiero­n a los provincias recuperar fondos. Pero Nación lidera el reparto.
Mauricio Macri Ex presidente Durante su gestión, firmó consensos fiscales que les permitiero­n a los provincias recuperar fondos. Pero Nación lidera el reparto.
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Ex presidente
Milei lo pone como ejemplo, sin reparar que fue también el creador de un Estado unitario y gastador que terminó colapsando.
Carlos Menem Ex presidente Milei lo pone como ejemplo, sin reparar que fue también el creador de un Estado unitario y gastador que terminó colapsando.
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Jefe de Gabinete
Es uno de los convocados a la comisión bicameral por el DNU, junto con el ministro Luis Caputo. Aún no está claro si asistirán.
Nicolás Posse Jefe de Gabinete Es uno de los convocados a la comisión bicameral por el DNU, junto con el ministro Luis Caputo. Aún no está claro si asistirán.
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Gobernador de Río Negro
Es uno de los más críticos de la gestión libertaria. Y estará en un encuentro de gobernador­es patagónico­s, donde fue invitado Milei.
Alberto Weretilnec­k Gobernador de Río Negro Es uno de los más críticos de la gestión libertaria. Y estará en un encuentro de gobernador­es patagónico­s, donde fue invitado Milei.

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