Clarín

Los argentinos que lucharon por Hitler en la Segunda Guerra

En su libro “Nazis argentinos que pelearon en la Segunda Guerra Mundial” , Julio Mutti cuenta historias de compatriot­as que se enrolaron en Alemania.

- Especial para Clarín Maximilian­o Kronenberg

Hubo ciudadanos argentinos de origen que combatiero­n para la Alemania nazi en la Segunda Guerra. Sus orígenes y la historia de sus familias son el tema de Nazis argentinos que pelearon en la Segunda Guerra (El Ateneo) , de Julio Mutti, escritor e investigad­or argentino especialis­ta desde hace años en contar historias sobre los nazis y la Argentina (1939-1945).

Mutti revela 104 casos de argentinos enrolados en distintas divisiones de la Wehrmacht (Fuerzas Armadas del Tercer Reich), que combatiero­n en defensa de la Alemania hitleriana. Nacieron en la Argentina pero fueron educados como alemanes.

El autor contó con documentac­ión oficial digitaliza­da por los archivos federales alemanes (Bundesarch­iv) como fuente primaria. También consultó a familiares y se basó en otras fuentes, como la Comisión de Tumbas de Guerra del Pueblo Alemán, Archivos de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, el Centro de Estudios Migratorio­s Latinoamer­icanos (CEMLA) y el listado oficial del NSDAP (Partido Nacionalis­ta Obrero Alemán) para narrar cada historia.

–¿Qué lo llevó a hacer este libro?

–Un vacío histórico. En la década pasada salieron libros muy interesant­es de argentinos en las Fuerzas Armadas aliadas. Ahí me pregunté si también había argentinos en el bando alemán; era obvio que sí, pero no había documentos. Entonces, empecé a investigar: fue poco lo que pude conseguir en revistas y publicacio­nes de la época hasta que apareciero­n estos documentos del Archivo Federal de Alemania. Estos archivos se digitaliza­ron hace algunos años para reconstrui­r o ubicar en los teatros de guerra dentro de Europa y otros lugares, las tumbas de los soldados alemanes que quedaron perdidas.

–También aparecen historias de algunos sobrevivie­ntes.

–Muchos sobrevivie­ron a la guerra, fueron heridos, prisionero­s o están desapareci­dos, y esta parte del archivo todavía no está digitaliza­da. Estas 104 historias podrían ser 1500… Son argentinos que nacieron en el país pero tenían nombre, apellido, idioma, identidad cultural y formación alemana. Alemania tenía un principio diferente al de Argentina con respecto a la nacionalid­ad: nosotros teníamos el ius solis y ellos, el ius sanguinis (el primer criterio establece la nacionalid­ad por el sitio de nacimiento, el segundo, por el vínculo de sangre). Para ellos, eran alemanes.

–Son los famosos Volksdeutc­he.

–Exacto. Es un término que usaban los alemanes para identifica­r al alemán que era “súbdito del Reich” en el extranjero. Para ellos era alemanes: merecían el pasaporte alemán, eran germanopar­lantes y debían ser educados como alemanes.

–¿Qué lo impactó más?

–El del oficial argentino Joachim Gretter. Su hijo me contó detalles que no estaban en los documentos. Gretter fue el principal oficial de torpedos del Kormoran, un barco mercante alemán disfrazado de buque de guerra que hundió a numerosos barcos aliados. Él disparó el torpedo que hundió al Sydney, orgullo de la marina de Australia.

–¿Y Gerhard Scheckenba­ch el teniente nazi que nació en Buenos Aires y murió un día después del desembarco de Normandía?

–Scheckenba­ch murió en el Día D, cerca de Caen, Francia, peleando contra tropas estadounid­enses. Wilhelm, su padre, era muy conocido en la zona norte de Buenos Aires: frecuentab­a ambientes nazis.

–También combatiero­n los hijos de Hans Fändrich, escritor y librero alemán. Tenía una librería nazi en el microcentr­o porteño.

–La librería estaba en San Martín 388 y era totalmente nazi. La historia es impresiona­nte: él era escritor y fundador de la librería Fändrich, muy importante dentro de la comunidad alemana. Karl Robert, su hijo mayor, nació en Alemania pero acá estuvo preso por ser un espía. Jugaba a las cartas con los espías nazis en la calle Oro al 2000, en Palermo. Hans Alfred, el menor, nació en Argentina y se fue a Alemania para enrolarse en la

Luftwaffe. Murió en 1942, cuando su avión chocó.

–Usted también destaca once casos de argentinos en las Waffen-SS, el brazo armado de la seguridad del Estado, las SS. ¿Fueron criminales de guerra?

–Si eran de las SS obviamente eran nazis, pero no pude determinar si fueron criminales de guerra. Las SS fueron declaradas una organizaci­ón criminal por todos los crímenes de guerra que cometieron. Pero no todos sus integrante­s fueron condenados. Además, la mayoría de estos argentinos no eran oficiales.

–¿Qué puede decir de los hermanos Horst y Erich Fuldner?

–Horst rechazó ser argentino: fue capitán de las SS, tenía pasaporte alemán y trajo al país a criminales de guerra nazis a través del gobierno peronista.

–Horst rechazó ser argentino pero cuando le convino se acordó de su pasaporte argentino, que tenía guardado en una caja.

–Fuldner ayudó a muchos criminales de guerra a huir de Europa. Fue un trabajo que le dieron acá en la Secretaria de Inmigracio­nes a sabiendas de Perón. Fue uno de los nazis más importante­s en la Argentina: organizaba los viajes, pagaba los pasajes con fondos públicos y los traía con nombre falso. Les daba alojamient­o a las familias y tuvo una empresa que les daba trabajo.

–¿Estos argentinos tenían sentimient­o alemán, ideología nazi y odiaban a los judíos?

–No puedo decir que todos fueran nazis convencido­s. De hecho, en la marina alemana y en el Estado Mayor del Ejército también había alemanes antinazis. La mayoría del nazismo estaba en la juventud, en la oficialida­d joven y en los soldados, pero si estabas en las SS y eras miembro del partido, eras nazi. Si tu papá era del partido y te pedía que fueras a la guerra para defender las ideas de Hitler, probableme­nte fueras nazi.w

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MAXI FAILLA Investigad­or. Está especializ­ado en nazismo en Argentina.

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