Pago virtual y otras ventajas, detrás de los cambios en la SUBE

A fin de mes se termina el plazo para poner las tarjetas a nombre de los usuarios. Se podría avanzar en las recargas con QR o con tarjetas de débito.

Cuando se concretó en febrero el aumento del alrededor del 250% en los boletos de tren y colectivo, el Gobierno hizo un anuncio adicional: a partir del 1º de abril todo usuario que no tuviese la SUBE registrada a su nombre pagaría un tarifa mínima de $ 430 en colectivos y $ 260 en trenes.

Así, desordenadamente, se inició el demorado proceso de nominalización de las tarjetas SUBE. El sistema, operado por Nación Servicios desde su creación en 2009, nació para solucionar el problema de la falta de monedas. Y si bien ese objetivo se concretó, nunca se avanzó en la modernización.

No queda claro que la nominalización del alrededor de 5 millones de tarjetas activas que hay sólo en el AMBA apunte a ello. Oficialmente sólo se anunció que se busca subsidiar a los usuarios y no a las empresas de transporte.

Hoy la asignación de tarifa social por parte del Estado Nacional se aplica a través de la SUBE. Por lo que genera una gran desigualdad porque el AMBA recibe el 85% de los subsidios ya que SUBE hoy opera en sólo 60 localidades. Varias importantes ciudades del interior como Córdoba, Salta, Tucumán o La Rioja, entre otras tienen sus propios sistemas de operación del transporte, donde el Gobierno de cada provincia es el que aplica subsidios, pero no le llegan los beneficios del Gobierno nacional.

Esta desigualdad podría solucionarse si se abriera el sistema permitiendo a cada provincia integrarse a la red SUBE.

Con el anuncio de nominalizar todas las tarjetas SUBE, el Gobierno apunta a a atacar el problema de los subsidios. Se trata del primer paso para poner en el eje del sistema al usuario. El paso siguiente para optimizar el sistema de transporte, sería evolucionar hacia un sistema basado en cuentas únicas y personales asociadas a un usuario.

Ello habilitaría al Estado a administrareficientemente los subsidios a la demanda, mediante la identificación de usuarios y el análisis de datos. Por otro lado, permite ampliar y abrir los medios de pago a tarjetas bancarias y billeteras virtuales y aplicar sistemas de validación modernos para mejorar la experiencia diaria del usuario del transporte público.

En la ciudad de Córdoba, por ejemplo, opera Red Bus que está a cargo del servicio prepago de boletos, administración de los medios de pago y de posicionamiento en tiempo real de las unidades.

El sistema de la capital provincial fue pionero en las recargas virtuales desde billeteras virtuales o entidades bancarias y la validación arriba de los colectivos. Además, por ejemplo, los clientes del Banco de Córdoba pueden utilizar la tarjeta de débito como medio de pago.

En cuanto a adecuaciones tecnológicas, la Ciudad de Salta parece marchar a la cabeza. Allí la empresa estatal SAETA tienen a cargo la operación del sistema de transporte de colectivos y es la primera en el país que usa el pago con tarjeta virtual y con QR a través de celular.

“El sistema cubre hoy toda el área metropolitana de Salta y lo utilizan 600 mil personas. Desde los inicios cada tarjeta correspondía a un usuario”, le explica a Clarín Ricardo Villada, ministro de Gobierno de Salta.

Y agrega que con la nominalización del sistema, en la ciudad de Salta los estudiantes de todos los niveles tienen el viaje gratuito y ahora se agregó el transbordo gratuito entre diferentes colectivos en el plazo de una hora.

Pero el funcionario enfatiza en que el sistema que se aplica en Salta “ya está en condiciones de subsidiar la demanda” como reclama el Gobierno nacional.w