“El régimen”: Kate Winslet en una sátira que se come fría
Tras la notable “Mare of Easttown”, la actriz de “Titanic” vuelve con otra serie con el guionista de “Succession”.
Sátira. Reino Unido / Estados Unidos, 2024. Título original:
“The Regime”. Episodios de una hora, SAM 16. De: Stephen Frears. Con: Kate Winslet.
Empieza raro El régimen. La musiquita de Alexandre Desplat (ganador del Oscar por las bandas de sonido de La forma del agua y El gran Hotel Budapest) parece más apropiada a una de las comedias costumbristas que rodaba Alejandro Doria. ¿Por allí irá esta miniserie con Kate Winslet, que estrenó el domingo MAX?
El Régimen transcurre en un país de Europa Central, en un tiempo indefinido, al menos en el primero de los seis episodios que contará la miniserie (se supone que no tendrá segunda temporada). Lo gobierna la canciller Elena Vernham (Kate Winslet), una dictadora algo hipocondríaca y sumamente egoísta. En su discurso aniversario por su séptimo año en el poder dice que ganó libremente las elecciones contra el canciller de izquierda Ed (que no apareció en el episodio de este domingo, pero que lo hará, interpretado por Hugh Grant).
Decíamos que el comienzo era extraño, y no solo por la música. Si bien siempre es aplaudible que no le den a uno todo servido, sino que es mejor meterse como de prepo en la trama, lo que genera intriga y preguntas o, al menos, curiosidad.
Es que al palacio de gobierno llega el cabo Herbert Zubak (el belga Matthias Schoenaerts, de La chica danesa) algo maltrecho, drogado. Lo trasladan custodiado porque ha sido elegido especialmente por la canciller para una tarea específica.
Si decíamos que Elena, que antes de manejar el poder, era médica de profesión, era hipocondríaca, tal vez sus problemas respiratorios hacen que sea necesario que sea asistida. Su padre -cuyo cadáver conserva en un ataúd de cristal- murió por un problema en los pulmones. Y el recién llegado, conocido como El carnicero tras una represión a unos trabajadores de una mina de cobalto, principal riqueza del lugar, que dejó una docena de cadáveres, tiene una función. Medir la humedad y el moho del ambiente en el que circule la canciller, e informarle el porcentaje de manera discreta.
La discreción no será una constante en El régimen, menos aún cuando las intrigas palaciegas vayan en aumento, y las palabras del cabo le abran los ojos -o se los nublen, ya se verá- sobre la conveniencia o no de seguir comercializando el cobalto con los estadounidenses. Pero Elena, a la que la actriz de Titanic le sabe dar esa estirpe de firmeza y seguridad, pero que también puede jugar por el lado de la vulnerabilidad, no está sola. Su marido es un expatriado francés (Guillaume Gallienne), y su mano derecha, al menos hasta la llegada del cabo, es Agnes (Andrea Riseborough), que es la administradora del palacio.
Tras Mare of Easttown, la excepcional miniserie también emitida por HBO en 2021 y protagonizada por Winslet, las expectativas con El régimen iban por el mismo lado, pero en este primer episodio la sátira puede más que nada, y la liviandad de las escenas atentan con no prestarles atención.
La mitad de la miniserie fue dirigida por Stephen Frears, que sabe de intrigas palaciegas: dirigió Relaciones peligrosas, y La reina, sobre un guion de Will Tracy, que venía de la película El menú, con Anya Taylor-Joy y Ralph Fiennes y la serie Succession, que trataba también sobre la hipocresía en las altas esferas. Habrá que ver cuánto asciende la preminencia de Zubak, una vez que se gane la confianza de la canciller y se transforme, o no, en una especie de Rasputín.
Algo huele a podrido, no en Dinamarca, sino en el país sin nombre de la miniserie, y lo descubriremos cuando sigamos viendo los capítulos, porque el crédito sigue abierto, claro. Hasta que se corta.w