Fernanda Laguna y su bomba: irá al Museo Reina Sofía
Esa institución prepara una gran retrospectiva de la artista para 2026. Tendrá 10 salas y un foco dedicado a la historia de la galería Belleza y Felicidad.
El rumor creció hasta estallar y no fue una simple pompa: hará ruido. El Museo Reina Sofía tendrá la retrospectiva de una artista argentina, Fernanda Laguna.
Será la primera argentina en ocupar 10 salas del Reina Sofía, uno de los principales museos españoles en importancia y patrimonio, hogar del Guernica de Picasso, entre otras piezas hoy sinónimo del país.
Será en 2026, bajo la programación del nuevo director del Reina, Manuel Segade. Nos cuenta Fernanda: “Todo fue creciendo con él de manera sostenida. A él siempre le encantó mi obra. Nos conocimos con Segade en un bar, durante una Bienal, y nos hicimos ‘reamigas’”. Segade no solo valora sus obras sino también su experiencia autogestiva pionera al frente de la galería Belleza y Felicidad, desde 1999. Él ha sido el motor de compras institucionales de obras de Laguna para la colección de la Comunidad de Madrid.
El nombre Fernanda Laguna, porteña y nacida en 1972, puede sorprender pero solo en nuestro país; ha tenido muy importantes adquisiciones, entre ellas, 8 obras suyas están hoy en el Reina Sofía. Se trata de una artista de mediana carrera, con una obra de pequeño formato en dibujo, pintura y collages que combinan el imaginario surrealista con visiones y referencias intimistas del universo femenino, cercanas al camp y la cultura popular.
Estos lenguajes visuales, desacreditados por la alta alta cultura del siglo XX, hoy gozan de una relectura, sobre todo gracias al impulso del feminismo y las estéticas queer.
Emergida del circuito under a fines de los años 90, la obra de Laguna entusiasma a los museos y coleccionistas del exterior, pese a que su consagración doméstica ha tenido más obstáculos. Por ejemplo, en El Tercer Ojo, la colección personal de Eduardo Costantini expuesta en el Malba, solo hay un collage de Laguna –y convengamos que exhibido un poquito a desgano–. Su suerte dio un vuelco cuando la galerista Nora Fisch la acogió en sus filas; actualmente hay una muestra de sus obras en ese espacio.
En los últimos años, Laguna experimenta un verdadero boom, con importantes muestras internacionales y compras de instituciones como el MoMA de Nueva York, en la esfera de influencia de la curadora argentina Inés Katzenstein, además de colecciones privadas. Y ese es otro rasgos decisivo en esta década de bonanza para los artistas jóvenes: media docena de curadores argentinos emigrados trabajando en instituciones estratégicas ha obrado como un eficaz trampolín para hacerlos trascender.
Sorpresas en el Reina Sofía
Tras el prolongado y enervante cabildeo que siguió a la renuncia del histórico Manuel Borja-Villel, con más de una década en ese puesto, Manuel Segade fue el elegido para el Reina Sofía en 2023. Esta retrospectiva será parte de su programa de modernización y con estilo propio que se propone imprimirle el nuevo director. Se trata del curador que antes hizo crecer el Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M), en Móstoles, un suburbio madrileño un poco al estilo del Queens neoyorquino y con una importante población de argentinos emigrados.
Se trata de un comisario siempre cercano y muy conocedor del arte contemporáneo de América latina, de lazos con nuestro país.
Una de sus últimas muestras en el CA2M fue Táctica Sintáctica, de Diego Bianchi. Y de su antigua programación allí subió este domingo Tembló acá un delirio, la gran muestra de Ana Gallardo, artista argen-mex de clara inspiración feminista.
Un hito importante para Laguna fue la presencia de obras suyas en
Su obra surgió en el circuito under, a fines de los 90.
En los últimos años, protagonizó muestras internacionales.
el stand de Fisch en ARCOmadrid 2017, en la que Argentina fue el país Invitado de Honor. Y no hay modo de subestimar esa edición de la gran feria española para la escena audiovisual argentina: fue un antes y un después. En pocos años ha desencadenado numerosas compras institucionales y dio gran impulso a la internacionalización del arte argentino, asediado por cada una de las catástrófes económicas de estos veinte años.
Además de su obra, Fernanda Laguna ha sido factótum de una experiencia de 1999 hoy valorada como anticipatoria, Belleza y Felicidad, aquel local de Acuña de Figueroa y Guardia Vieja, una desangelada esquina de persianas metálicas, mezcla de galería y bazar de misceláneos. De esa iniciativa autoafirmatoria, que fue espacio de un coming out generacional, emergieron un puñado de jovencísimos artistas: expusieron allí sus primeras piezas, a precio de ganga, artistas como Adrián Villar Rojas, el fotógrafo Alberto Goldenstein, Flavia Da Rin y Marcelo Pombo, entre otros.
Cuenta Fernanda Laguna que la muestra del Reina Sofía recuperará no solo su obra sino que se propone reconstruir ese clima artístico, mediante videos de las performances y todas las publicaciones.w