La marcha de hoy por el feminismo
“Esta vez sí hay que ir” y “orgullosamente feministas” dicen las convocatorias a la movilización de este viernes, 8M, Día de la Mujer. ¿Por qué? Tras lograr que el aborto fuera legal, que se abriera un Ministerio de Mujeres Géneros y Diversidad, que se aprobara la paridad en la política, que se hablara de las tareas de cuidado, de las brechas y las inequidades cotidianas, el feminismo de Argentina se convirtió en un faro para la Región, y para el mundo.
Pero la luz molesta a quienes militan la oscuridad y llegó el “backlash” (reacción). En términos sociológicos, el backlash es el rechazo a algo que se vuelve popular o exitoso. Las derechas no podían permitir que ocurriera eso con el feminismo y entonces pasó a ser el principal objetivo a derrotar. Insultos y ataques por redes sociales, ridiculización de conceptos, eslóganes pegadizos, desinformación, fake news, son parte de la estrategia de estos grupos anti derechos. Buscan despojar al feminismo de toda consideración positiva. En Argentina el año pasado se decía que era “pianta votos”.
Pero ganó un gobierno libertario. Desde el 10 de diciembre a hoy la pobreza y el hambre no sólo se han profundizado sino que el Estado se ha retirado, negándole ayuda a cientos de comedores comunitarios repletos de niños, niñas y mujeres, las más pobres entre los pobres. La alimentación será una consigna central este 8M: "Sin hambre no hay libertad".
Milei desmanteló el Ministerio de Mujeres, busca derogar el aborto legal, prohibió el uso del lenguaje inclusivo y la perspectiva de género, tiene un protocolo antimarcha, anunció el descuento a quienes hagan paro este 8M. Ante tanta provocación, mujeres y diversidades prometen movilizaciones masivas en todo el país.
Milei en Argentina, Trump en Estados Unidos, Bolsonaro en Brasil, Bukele en El Salvador, Abascal en España, todos tienen como objetivo destruir al feminismo. Necesitan mujeres sumisas que sigan sometiéndose a los "excesos" del varón y cumplan con el mandato de la maternidad, que es lo que garantiza la reproducción de soldados y trabajadores. También odian otra característica del feminismo: que sabe armar redes y actuar en unidad. Los anti derechos reniegan de aquello de "la unión hace la fuerza". Por eso se oponen a la globalización y hablan de "globalismo" en sentido peyorativo. Otro "ismo" a combatir. Atacar al feminismo no es ingenuo. Es parte del plan.■