Puigdemont advierte que irá ahora por la independencia de Cataluña
Lo hace después de arrancarle al presidente Pedro Sánchez una polémica ley de aministía como parte del trato para votar su tercer mandato. El Congreso dará el OK a la norma el próxmo jueves.
No habían transcurrido ni 24 horas desde que la Comisión de Justicia del Parlamento español aprobara este jueves el texto de la ley de amnistía al independentismo catalán, cuando el separatismo ya estaba advirtiendo que el próximo paso que darán será la autodeterminación para que Cataluña sea una república.
Así lo expresó el ex presidente a catalán Carles Puigdemont apenas supo que las modificaciones al proyecto de ley de amnistía que su partido, Junts per Catalunya, exigía contaban con la aprobación de la Comisión de Justicia. “Todos tenemos derecho a continuar el proceso de independencia, a hacer política y a ejercer nuestros derechos sin ser violentados por las estructuras del Estado”, expresó en las redes.
De inmediato, medios como El Confidencial, un diario conservador especializado en noticas económicas, tituló su portada: “Puigdemont desafía al PSOE tras la administía: ‘Continuaremos con la independencia’”.
El ex presidente escapó al exterior en octubre de 2017, cuando declaró unilateralmente la independencia de Cataluña y, ante la intervención del gobierno nacional, se autoexilió en Bélgica para esquivar el calabozo.
“Esta era una de las condiciones para poder tener una relación con los partidos del gobierno español sin la injerencia de la justicia patriótica, y poder trabajar y avanzar en el marco acordado para la investidura”, señaló Puigdemont sobre la amnistía que el Congreso debatirá el jueves 14 de marzo.
Es casi seguro que ese día, Diputados apruebe esa ley que borra posibles delitos cometidos por los independentistas con el voto mayoritario de los partidos que apoyaron la polémica reelección de Pedro Sánchez, la condición con la cual logró mantenerse en el poder.
Una ley de amnistía para que Puigdemont pueda regresar a España y no pesen delitos sobre los cientos de personas que colaboraron en la previa al referéndum de autodeterminación ilegal y en la declaración de independencia de 2017, era una de las condiciones que el ex presidente catalán pactó con el PSOE para volver a sentar a Sánchez en el sillón de La Moncloa.
En noviembre del año pasado el actual presidente del gobierno español consiguió ser investido por tercera vez con el apoyo de siete formaciones políticas que incluyen a los partidos independentistas catalanes y vascos, de izquierda y de derecha.
Con todos acordó y deberá hacer concesiones. La ley de amnistía es una de ellas, un paso que levantó incomodidades incluso dentro de la formación oficialista entre sus líderes más veteranos. El ex presidente Felipe González advirtió meses atrás que “la Constitución no es un chicle que se adapta al deseo particular de cada cual”. El reproche a Sánchez era nítido.
El primer proyecto de ley que el PSOE presentó a principios de año fue bochado en el Congreso por Junts: los de Puigdemont consideraban que la proposición de ley no protegía debidamente de posibles acusaciones de terrorismo o traición a España, como apuntaban algunas investigaciones judiciales que tenían al ex presidente catalán en la mira. La ley de amnistía entonces volvió a la Comisión de Justicia y había tiempo hasta el jueves 7 de marzo para un nuevo texto.
Junts tiró de la cuerda hasta el último minuto del plazo para presentar enmiendas. Finalmente acordó con el PSOE y con Esquerra Republicana de Cataluña -el partido independentista mayoritario y el que gobierna hoy la comunidad autónoma desde la Generalitatque la propuesta de ley contemple que los posibles delitos de terrorismo, traición y malversación sean considerados de acuerdo a la legislación europea y no según lo que indica el Código Penal español.
Cuando se concrete -su aprobación definitiva podría efectivizarse entre mayo y junio-, la amnistía será el primer paso en la hoja de ruta de las conquistas a las que el independentismo aspira.
“Tenemos que negociar pieza a pieza, no dar nada por sentado y abordar todas las cuestiones, desde el presupuesto hasta el reconocimiento nacional y el ejercicio del derecho de autodeterminación”, sinceró Puigdemont, quien será candidato de su partido para las elecciones al Parlamento europeo de junio.
Su regreso a España está previsto para julio. Hace quince días, el Legislativo regional catalán admitió tramitar una iniciativa popular que solicita una propuesta de ley que declare la independencia de Cataluña.
Es la quinta petición de este tipo que el Parlament recibe y fue presentada por el partido independentista Solidaritat, que actualmente no tiene representación parlamentaria aunque sí la tuvo entre 2009 y 2012.
La iniciativa no tendría posibilidades de prosperar. “El preámbulo de la ley no se ciñe al ámbito estric
“La Constitución no es un chicle”, había reprochado Felipe González
to de las competencias de la Generalitat ni busca la fundamentación en el Estatuto y la Constitución”, señalaron los jueces del Parlamento catalán que fueron consultados.
Clarín quiso conocer la opinión del presidente autonómico, Pere Aragonès: “Desde el Govern de la Generalitat consideramos que hay que abordar la resolución del conflicto político entre Cataluña y el Estado español con rigor y no alimentar callejones sin salida ni jugar con las expectativas de la gente”, dijeron desde su gobierno.
“Respetamos cualquier iniciativa que se tramite en el Parlament y siempre estamos abiertos a escuchar las propuestas que se hagan sobre la independencia de Cataluña”, aclararon a Clarín. “Lo que necesita el movimiento independentista son propuestas útiles para resolver el conflicto y para que la ciudadanía de Cataluña pueda votar en un referéndum”, sostuvieron.
“Y esto es para lo que trabajamos desde del Govern de la Generalitat -insistieron-. Para que los ciudadanos de Catalunya puedan decidir democráticamente en un referéndum sobre la independencia. Y creemos que la vía más útil para lograrlo es la negociación”.