“No me siento aludido cuando se habla de gastadores seriales, hice un ajuste superior al que hizo la Nación”
-¿Qué balance hace de la reunión del viernes entre el Gobierno y los gobernadores?
-La reunión fue buena, larga, todos pudimos hablar y explayarnos, cada uno desde sus ideas, que claramente no son homogéneas. Debería ser algo normal, habitual, una convocatoria de Nación a las provincias, que nos podamos reunir. No tendría que causar sorpresa que los gobernadores se reúnan con el Gobierno. Hay muchos temas que tenemos que ir resolviendo juntos.
-¿Ganancias es uno de ellos? ¿Los gobernadores pedían que se avanzara en la reversión de los cambios del kirchnerismo y ahora no quieren que se tome esa medida?
-Hay gobernadores que en su momento apoyaron la decisión que tomó el Gobierno anterior, en el marco de la demagogia de la campaña electoral, de terminar con el impuesto a los altos ingresos salariales que existe en todos los países del mundo, incluso en los más desarrollados. Ni siquiera es que la reversión fue un pedido de los gobernadores. El Gobierno nos planteó en más de una oportunidad que era una demanda de los organismos internacionales, que lo pidió también el Fondo Monetario Internacional. A mí me gusta bajar impuestos, pero no hubiera sido uno de los impuestos que hubiera bajado. Hay otros impuestos que son mucho más distorsivos y regresivos, como Ingresos Brutos, el IVA, el Impuesto País o las retenciones al campo. Habría que eliminar el Impuesto al Cheque mucho antes que Ganancias. Estamos ante una buena oportunidad de dar vuelta la página y volver a discutirlo.
-¿Le molesta que se plantee que los gobernadores boicotean las reformas que propone Milei?
Debería ser algo normal y habitual que nos podamos reunir las autoridades provinciales y nacionales. No debería causar sorpresa”
-Yo no tengo tiempo para ofenderme. Tengo que administrar una provincia que no tiene un peso, después de estar 20 años bajo el gobierno de otro signo político. Tengo que resolver problemas, no me puedo quedar en cuestiones que me puedan afectar. Además, no me siento aludido cuando se habla de gastadores seriales o de traiciones. Yo hice en Entre Ríos un ajuste superior al que hizo el gobierno nacional. Bajamos el gasto improductivo y los privilegios como nunca se hizo en la historia. Redujimos los cargos políticos a la mitad, el 50% no existen más. No se bajó más porque el Estado tiene que funcionar. También bajamos 70% los contratos de la Legislatura, destinamos los autos que se usaban para uso
Habría que eliminar el Impuesto al Cheque mucho antes que Ganancias. Es una buena oportunidad”
personal de funcionarios para la Policía, porque ahí falta todo y no tengo plata para equipar a la Policía como necesita y como merece. En la Legislatura avanzamos con proyectos como Ficha Limpia, Acceso a la Información, Ética Pública y también con la eliminación de las jubilaciones de privilegio.
-¿Está llegando la plata de las transferencias en tiempo y forma de parte de Nación a Entre Ríos?
-A mí de transferencias discrecionales no me ha llegado un solo peso en estos tres meses de gestión. Pero no son esos los recursos que yo reclamo, porque creo que el Presidente está en su derecho de no mandarlos. Su nombre así lo indica: están a discreción del gobierno nacional, que en el camino al déficit cero tiene que echar mano a todas las herramientas que puede. Las transferencias discrecionales subieron con el kirchnerismo, a partir de la quita de recursos automáticos a las provincias y se convirtieron en discrecionales para después condicionar con ellas a los que no pensaban como ese gobierno. De acuerdo a la Constitución, excepto los vinculados con la Aduana, todos los impuestos son coparticipables. Hay muchos que hoy no lo son porque a partir de distintos acuerdos se les dieron asignaciones específicas para Nación, sobre todo para ANSeS. Discutamos esas cosas. Las transferencias que por ley tendrían que llegar y no están llegando, como las de las cajas de previsión social no transferidas para 13 provincias, entre las que está Entre Ríos, o la compensación del pacto fiscal. Hasta 2017 se coparticipaba el 30% del Impuesto al Cheque. Hay una deuda enorme que pagar a las provincias.
-¿Qué va a pasar si no se avanza en el Congreso con la Ley de Bases que el Gobierno impulsa?
-La Ley de Bases es una oportunidad y es una ley con la que coincido, no porque estemos esperando algo a cambio; de hecho no nos ofrecieron nada, sino por una cuestión de convicción en mi caso. La voy a apoyar, como el paquete fiscal. Yo coincido plenamente en ese Norte al que está intentando avanzar el Presidente. Si esto fracasó antes es porque se hizo mal, o porque se trabajó de manera inadecuada, o porque no hubo voluntades para llevar estas reformas a cabo de manera eficaz.
-¿Le preocupa el rumbo de la economía? ¿O cree que la recuperación es por este camino?
-El análisis que hago sobre las políticas económicas y su eficiencia lo hago con mucha humildad, porque hasta ahora todos nos hemos equivocado. Eso se demuestra en que en los últimos 70 años venimos siendo uno de los países con inflación más alta del mundo. De Frondizi a esta parte hemos hecho muy mal las cosas todos como para que uno desde un púlpito señale con el dedo cuál es el camino a tomar. Hay que darle tiempo al Gobierno. Encararon algo distinto, arrancaron con el equilibrio fiscal. Nunca se hizo de esta manera, así que por lo menos asignémosle la posibilidad de que tengan éxito. Me preocupa que los sueldos cada vez alcanzan menos, pero creo que todos los argentinos apuestan a que al Gobierno le vaya bien. No hay lugar para otra frustración.
-¿Se siente en Entre Ríos el traslado de un sector de la sociedad a la salud y la educación pública?
-En el Interior, la salud y la educación pública es más masiva que en el AMBA o en las grandes ciudades. No hay opciones en muchos lados. La salud es, directamente, el centro del salud del pueblo. O nada. Va a ser un año durísimo y seguramente van a aumentar los costos del Estado para afrontar esta situación social, que es dramática. Mi provincia perdió de un año al otro el equivalente a más de un presupuesto mensual. La mezcla entre la recesión y este proceso inflacionario que todavía sigue estando complica muchísimo la calidad de vida de los argentinos.
-¿Cómo ve al kirchnerismo? ¿Cambió en relación a sus tiempos de oposición en el gobierno de Cambiemos?
-No creo que haya cambiado mucho su impronta. A nosotros no nos votaron una sola ley. Nunca contamos con el apoyo del kirchnerismo ni siquiera en las leyes que pudimos sacar. No sé qué intenciones tienen, pero espero que por el bien de la Argentina quieran que al Gobierno le vaya bien.
-¿Las tensiones entre las provincias y Nación se van a resolver sí o sí en la Corte Suprema de Justicia?
-Es parte de su tarea. Solamente hay un árbitro en la diferencia entre los poderes de gobierno, que es la Corte. Si la política no puede arreglar los problemas de la política, los termina arreglando la Justicia. No es el escenario ideal, pero es lo que manda la Constitución. Espero que nos pongamos de acuerdo antes.
Primero tenemos que terminar con la inflación. Pero también tenemos que cuidar lo institucional, vivimos en un país federal”
-¿Lo institucional hay que atenderlo también, más allá del contexto económico?
-Yo soy de los que cree que el desarrollo de un país está vinculado a su fortaleza institucional. A los países que les fue bien tuvieron cosas que a Argentina le faltan. Nosotros estamos en una situación prehistórica. Primero tenemos que ponernos bien, terminar con la inflación, pero para que después venga un proceso de desarrollo sostenido también tenemos que ocuparnos de lo institucional, entender entre otras cosas que vivimos en un país federal. No volver atrás y poder dejar al populismo en el pasado.
-¿Se corre riesgo de caer en un populismo de derecha?
-Las instituciones son las que tendrán la responsabilidad de que eso no suceda.