Un drop de Smith arruinó la fiesta verde en Twickenham
Inglaterra venció a Irlanda -postergó su celebración en el Seis Naciones- con el tiempo reglamentario concluido.
Un drop de Marcus Smith con el tiempo reglamentario ya concluido (habían pasado 17 segundos de los 80 minutos) obligó a Irlanda a esperar a la última jornada para revalidar el título del Torneo Seis Naciones. El sábado recibirá en Dublin a Escocia tras perder ayer por 23 a 22 ante Inglaterra. Todo un mazazo para el equipo de Andy Farrell que no sólo soñaba con proclamarse campeón en un escenario emblemático como Twickenham sino que aspiraban a convertirse en el primer equipo en lograr dos Grand Slam consecutivos -triunfo con pleno de victorias- desde que en 2000 Italia se incorporó al torneo.
Una posibilidad que se antojó más que factible cuando a siete minutos del final Irlanda tomó una ventaja de dos puntos (22-20) gracias a un try de James Lowe que apoyó con dos marcas encima.
Pero Jack Crowley, que falló las dos patadas que intentó en la segunda mitad, no acertó con la conversión que hubiera obligado a Inglaterra a lograr un try para conseguir la victoria.
Todo un alivio para el equipo inglés que, pese a que aún cuenta con opciones matemáticas para alzarse con el título, pareció empeñado sobre todo en evitar como fuera la fiesta verde en la capital del rugby.
Su actitud le permitió a Inglaterra tener la última chance. Marcus Smith no falló y estableció el resultado definitivo.
Fue un triunfo que premió el carácter irreductible de un conjunto inglés que desde el primer momento se le plantó a Irlanda que llegó a Londres siendo el mejor equipo del torneo.
Tras un arranque negativo, el equipo de Steve Borthwick lo dio vuelta con un try de Ollie Lawrence y un posterior penal de George Ford que puso al perdedor con una ventaja de 8-3. Reaccionó Irlanda de la mano de Crowley, que embocó tres penales para que su equipo pasara a ganar por 12-8 y así se fueron al descanso.
Los ganadores golpearon con un try de James Lowe (17-8) que pareció encaminar a Irlanda a su quinta victoria consecutiva sobre Inglaterra. Pero el panorama cambió radicalmente con la tarjeta amarilla que vio a los 23 minutos el capitán Peter O’Mahony. La superioridad numérica no la desaprovechó Inglaterra para volver a situarse de nuevo en ventaja en el marcador (20-17) con el try de Ben Earl y la conversión de Marcus Smith. Pero cuando Irlanda volvió a tener 15 hombres, se adueñó de nuevo del partido y pareció encaminarse hacia la victoria (22-20) con el segundo try de James Lowe. El guión cambió con la patada de Marcus Smith que obligará a Irlanda a ganarle a Escocia... en San Patricio.■