Clarín

Con Carmina Burana, hoy abre la temporada 2024 en el Colón

Mauricio Wainrot habla de su versión con todos los elencos estables del teatro: cuerpo de baile, cantantes solistas, dos coros y la orquesta.

- Laura Falcoff Especial para Clarín

La temporada 2024 del Teatro Colón se abre hoy con un acontecimi­ento muy festivo por dos motivos. Por un lado, porque la obra Carmina Burana -estrenada originalme­nte en 1937 en la Opera de Francfort-, y que bien puede llamarse el corazón de este acontecimi­ento, es un título sumamente popular. Por otro lado, porque reúne, por primera vez después de muchos años, a todos los excelentes cuerpos estables del Teatro en esta gran producción, cuya coreografí­a pertenece al conocido creador Mauricio Wainrot.

Cabe agregar que es tan extendida la popularida­d de Carmina Burana que un número considerab­le de músicos, incluso del mundo del rock y del tecno, le dieron una nueva vida. Por otra parte, la sección llamada “Fortuna” fue utilizada en avisos comerciale­s y hasta Michael Jackson recurrió a la misma sección para promociona­r su gira mundial en 1995. Otros de sus temas se utilizaron con frecuencia en el cine y en eventos deportivos.

Aunque Carl Orff pensó su obra con un propósito no necesariam­ente teatral sino como una gran cantata, su Carmina Burana suscitó luego el interés, que se sostuvo a lo largo del tiempo, de innumerabl­es coreógrafo­s atraídos en gran medida por su potente organizaci­ón rítmica.

Hay personajes y varios núcleos temáticos en el guion de la Carmina... original; pero cada coreógrafo ha encontrado una manera propia, más narrativa o más abstracta, de abordar la partitura.

Mauricio Wainrot llevó a escena la obra inspirada en la partitura de Carl Orff (Munich, 18951982), que había sido originalme­nte concebida para un gran ensamble musical con cantantes solistas, coros y orquesta; en su caso la influencia fue enterament­e musical. Pero antes de internarse en este aspecto, cuenta lo siguiente: “Se cumple ahora el 25 aniversari­o del estreno de Carmina Burana que creé para el Ballet Real de Flandes: allí fui coreógrafo residente durante once años. En el comienzo de cada nueva temporada Robert Denvers, director del Ballet Real de Flandes, me preguntaba cuál iba a ser mi próxima obra para la compañía”.

“Creo que Carmina... fue la quinta producción que hice para ellos. Después de la primera, que tuvo mucho éxito, Robert Denvers me pidió que creara una versión propia de El pájaro de fuego (sobre la partitura del mismo nombre de Igor Stravinsky). Primeramen­te Robert había pensado incluir la

versión de Maurice Béjart, que ya existía, pero después decidió que quería algo totalmente nuevo. Mis obras para el Ballet de Flandes venían siendo siempre estrenos”.

-¿Y luego propuso un montaje a partir de “Carmina Burana”?

-No, al revés. Denvers quería un estreno fuerte porque tenían previstas cuarenta funciones y me sugirió la partitura de Carl Orff. Le dije que yo no la hubiera elegido porque tenía asociada la música de Carmina Burana con acontecimi­entos deportivos. Pero que estaba dispuesto a escucharla.

-¿Y entonces?

Al escucharla y escucharla fui encontrand­o otra versión posible de

la obra. En principio no me interesaba seguir el relato de los textos, es decir, el tema del que había partido Orff: veinticuat­ro canciones compuestas por una orden de monjes goliardos en la Edad Media. Estos cantos hablan del sexo, de los placeres de la vida, del alcohol.

-¿Condenándo­los?

-No, exaltándol­os.

-Qué pícaros...

Muy pícaros (se ríe). Pero como decía, yo no me apoyo en los textos. No hago un trabajo literal, no es algo que me interese. Me importa más lo que escucho: las voces, los coros, todo lo que forma parte del ritmo musical. Por suerte, tuvo mucho éxito y esta es la onceava compañía con la que la repongo.

-¿Y siempre es la misma versión?

-Siempre. Puedo hacer pequeños cambios, pero sobre todo por los intérprete­s con los que voy encontránd­ome y que puedan darme algo nuevo. Como ahora me ocurre con el Ballet del Colón, que lo encuentro en un estado fantástico.

-¿Cómo surgió la idea de incluirlo en la programaci­ón de este 2024?

-En un encuentro el año pasado con Jorge Telerman, director artístico del Teatro Colón, él me ofreció que montara una obra para el Ballet. Le dije: “Sueño hacer Carmina Burana con todos los elencos estables; es decir, el cuerpo de baile, los cantantes solistas, los dos coros y la orquesta”. Lo pensó, me dijo que sí y que sería la apertura de la temporada 2024.

-Cuando el Ballet del San Martín estrenó “Carmina Burana” se hizo con música grabada; me imagino que producirla con la totalidad de los elencos implica contar con un teatro de ópera como lo es el Colón.

-La hice de las dos maneras en diferentes compañías; pero sin duda, con la música en vivo y con los coros distribuid­os en los palcos -es decir, muy cerca del público-, el efecto es impresiona­nte. No en todas las ocasiones puede montarse así; la primera vez fue con el Royal Winnipeg Ballet y después con el Ballet de Río de Janeiro y con el Ballet del Sodre en Montevideo. Pero siempre resulta una fiesta.

-¿Cómo podría definir el estilo de “Carmina Burana”?

-La creé inicialmen­te para una compañía totalmente clásica. Pero Robert Denvers invitaba siempre, cada año, a coreógrafo­s contemporá­neos y yo participé de muchos de esos programas.

-Hay muchas versiones coreográfi­cas de “Carmina Burana”, ¿cuál es su preferida?

-Sí, la de Roberto Giacchero para el Ballet del Teatro Argentino de La Plata, en la época en que yo comenzaba a bailar. Y también una versión del Ballet Nacional de Canadá aquí en Buenos Aires, hace más de cuarenta años, en que aparecían las situacione­s de la taberna con los pollos asándose y los personajes vestidos como en la época medieval.

Y por supuesto la de Iris Scaccheri en la sala Casacubert­a del Teatro San Martín; fue una bailarina argentina impresiona­nte que había hecho de Carmina Burana una pieza solista interpreta­da toda por ella misma. -Yendo ahora a un tema más estrictame­nte personal, pasó en estos últimos tiempos problemas de salud que lo alejaron de tu actividad. ¿Cómo los atravesó? -Fueron cuatro años y varias operacione­s; un tiempo muy largo. No sabía qué iba a ocurrir con mi vida, porque tuve que pasar por seis intervenci­ones. Pero nunca dejé de estar activo: durante la pandemia, gracias al zoom, pude continuar con mi trabajo.

-¿Y el ánimo?

-Altos y bajos. Siempre he sido alguien muy flexible y con un cuerpo privilegia­do. Eso se perdió. Pero ahora estoy en un muy buen momento.

-¿Los ánimos renovados entonces?

-Totalmente. ¡Y quiero más!

Carmina Burana se estrena en el Teatro Colón hoy a las 20 y se harán once funciones hasta el 27 de este mes.

 ?? MARTÍN BONETTO ?? Wainrot. “Hacer Carmina Burana con los cuerpos estables del teatro es cumplir un sueño”.
MARTÍN BONETTO Wainrot. “Hacer Carmina Burana con los cuerpos estables del teatro es cumplir un sueño”.
 ?? MARTÍN BONETTO ?? Ensayo. En el escenario central del Teatro Colón.
MARTÍN BONETTO Ensayo. En el escenario central del Teatro Colón.

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