Mameluco debe seguir por TV el juicio por la muerte de Candela
semana pasada comenzó el segundo juicio por el secuestro y asesinato de Candela Sol Rodríguez (11), ocurrido en agosto de 2011. Las miradas estuvieron puestas en el principal acusado, el capo narco de San Martín Miguel Ángel “Mameluco” Villalba (60). Hubo tres audiencias y lo más importante no ocurrió en la sala del Tribunal Oral N° 6 de Morón. El tema en debate fue el impresionante operativo de seguridad que se debió montar para trasladar a Villalba desde el Complejo Penitenciario I de Ezeiza hasta los Tribunales de Morón.
Alojado bajo el flamante “Sistema Integral de Gestión para Personal Privadas de la Libertad de Alto Riesgo”, “Mameluco” arrancó 2024 aislado, con un reajuste de sus horarios de teléfono y visitas. De acuerdo al nuevo protocolo impuesto por Patricia Bullrich, los traslados de este tipo de presos deben ser excepcionales.
El peligro de que “Mameluco” se fugara ´generó preocupación durante los traslados de martes y miércoles. De los movimientos se hizo cargo el Servicio Penitenciario Bonaerense, que dispuso de un móvil blindado para el preso y nueve vehículos de escolta, con treinta agentes armados, más un décimo móvil lleno de policías del Grupo Halcón de la Policía Bonaerense.
La situación fue descripta por Bullrich como “de riesgo cierto para la seguridad pública”. Tras solicitar al Tribunal que diera marcha atrás con los traslados de Villalba, la funcionaria logró que los jueces reconsideraran su postura y permitieran que el capo siguiera el debate desde el Complejo de Ezeiza, a través de teleconferencia.
El problema se zanjó el jueves, cuando el presidente del tribunal, Alejandro Ortíz Rey, comunicó oficialmente al SPF que las audiencias del viernes 8 y las doce restantes se realizarían online. El viernes, “Mameluco” vio todo por televisión: solo, sentado en una silla y con un guardia encapuchado vigilándolo a dos metros de distancia.
Uno de los cuatro acusados en el “Juicio Candela 2”, el carpintero Néstor Altamirano (62), aparece descolgado del perfil del resto del grupo. Se lo acusa de haber alimentado a la víctima durante su suque puesto cautiverio en la “casa rosa”, ubicada en Kiernan 992.
“Mameluco” es acusado de mandar a secuestrar a Candela, como una venganza narco contra Alfredo “Juancho” Rodríguez, el papá de la nena. Al momento del secuestro, Rodríguez estaba detenido por piratería del asfalto. Cuando los investigadores le preguntaron quién querría perjudicarlos nombró a varios narcos (no a “Mameluco”) y a Héctor “El Topo” Moreira (53), confeso buchón de la Bonaerense. Según “Juancho”, otro preso le había comentado que Moreira decía que sobrevolaba las villas de San Martín con un helicóptero de la Policía Federal, marcando gente.w