Hernández fue de un pase frustrado a una grave lesión

En menos de dos meses Gastón Hernández pasó de estar casi vendido a Europa en más de 3 millones de dólares a padecer una de las peores lesiones que puede ocurrirle a un futbolista: la rotura del ligamento cruzado de la rodilla, que le demandará entre seis y ocho meses de recuperación. El defensor de San Lorenzo arrancó 2024 de una manera ajetreada y en vez de pensar en dar un salto en su carrera a mitad de año, deberá enfocarse en su rehabilitación para volver fortalecido. En tanto, en el club optaron por no hacer uso del cupo para reemplazarlo y no saldrán al mercado a buscar un nuevo refuerzo.

“Me rompí”, le dijo el propio Hernández a Gastón Suso, defensor de Platense, el sábado en Vicente López cuando sintió el latigazo en su rodilla derecha en una jugada desgraciada a los 11 minutos del segundo tiempo. Las lágrimas le inundaron los ojos ya arriba del carrito. Sabía de qué se trataba. Ya había tenido la misma lesión en 2021 cuando estaba a préstamo en el San Martín sanjuanino, pero en la pierna izquierda.

Los estudios médicos terminaron de confirmar lo que todos en el vestuario ya asumían. “Lamentablemente toca volver a pasar por esta lesión pero sé que esto me hace más fuerte para lo que viene; quiero agradecerles a todos por los mensajes de aliento, a mi familia, que es mi sostén, a mi novia, mis compañeros que desde el primer momento estuvieron conmigo, al cuerpo técnico, a los dirigentes y todos los que me dieron fuerza de alguna manera”, escribió Hernández en sus redes.

El defensor, que con Ruben Insua se asentó en Primera, se volvió una pieza clave del equipo.w