Otra foto de la princesa Kate crea controversias
La controversia por la fotos de la princesa Kate Middleton no deja de complicarse. Tras su anunció hace horas de que había manipulado una fotografía oficial por el día d de la madre en Gran Bretaña, se dispararon dudas sobre otras imágenes y los especialistas se movilizan para analizar cada detalle de las que aparecen en las redes.
El mismo día de las disculpas por parte de Middleton, otra fotografía junto a su marido, el príncipe William entro en el eje de las polémicas. La foto fue tomada por el fotógrafo Bruce Bennet y publicada por el diario Daily Mail. Lo que se ve ahí es a la pareja abandonando el Castillo de Windsor sentados en la parte trasera de un coche.
Fueron en realidad una sucesión de imágenes, pero la que promovió inmediatas sospechas fue una en la que Kate da la espalda a las cámaras para mirar por la ventanilla.
Lejos de impedir nuevas conspiraciones, la baja calidad de la fotografía ha facilitado esta tarea a los más desconfiados. El supuesto montaje, según han advertido varios usuarios en redes, se habría llevado a cabo por medio de una imagen tomada el pasado 25 de diciembre en Sandringham, que casualmente coincide con la última aparición pública de la princesa británica hasta la fecha.
Para otros especialistas, la imagen en realidad se remonta a 2016.
Fue entonces cuando, a su llegada a la localidad francesa de Thiepval con motivo de la celebración del centenario de la batalla de Somme, Middleton lució un ‘look’ prácticamente idéntico al que se deduce por la silueta de esta foto más reciente.
“Es claramente la misma foto.
Necesitan hacerlo mejor o, simplemente, decirnos qué está pasando…”, publica el usuario Liam West junto a un vídeo en el que sobrepone una imagen sobre la otra, citado por El Periódico de España.
Middleton se sometió a una intervención quirúrgica planeada con anticipación en enero pasado. En ese momento comienza la polémica sobre de qué se trato la intervención, su estado de salud y las sospechas de un secretismo que irrita especialmente porque se trata de funcionarios públicos o al menos personajes que dependen de los impuestos de todos.
La princesa de Gales fue operada en la zona abdominal y no solo los británicos y seguidores de la corona quedaron en shock, sino que incluso gente cercana a su familia y a ella se sorprendió de lo repentina que fue.
Lo más extraño fue cuando la princesa celebró su cumpleaños el pasado 9 de enero, pero no retornó a sus actividades habituales como sí lo hizo su marido, el príncipe William, el 11 de enero.
Su desaparición repentina llamó la atención, hasta que luego se supo que estaría hospitalizada hasta 2 semanas. Luego se informó que suspendía su agenda de actos públicos por lo menos hasta junio próximo, un lapso que promovió nuevos comentarios, dudas y especulaciones sobre qué información no se estaba distribuyendo sobre este suceso.