Clarín

Por ahora, el Presidente no viaja a la ciudad: “Está en stand by”

- Ignacio Ortelli iortelli@clarin.com

Aunque Javier Milei aseguró que va “a estar donde los argentinos lo necesiten” y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmó su intención de viajar a Rosario, en el Gobierno admiten que la visita del Presidente está en “stand by” y que se analiza su convenienc­ia en función de la escalada de violencia y la compleja situación de insegurida­d que sufre la provincia de Santa Fe, azotada por el narcotráfi­co.

“Quiere ayudar en todo lo que pueda y si es por él ya hubiera viajado. Pero es un tema delicado y diferente a todos, no depende sólo de su voluntad sino de varios factores. Hay que analizar qué es lo más convenient­e y oportuno. Todavía no hay nada definido, está en análisis, en stand by”, expuso a Clarín un importante funcionari­o con despacho en Casa Rosada

Fue luego de que el propio Milei evitara dar precisione­s sobre la posibilida­d de una visita en el corto plazo. “En caso de que amerite mi presencia en Rosario, voy a estar donde los argentinos me necesiten”, respondió en Radio Mitre, pero optó por no hablar de fechas. “Estaré ahí, o en el lugar de Argentina donde lo amerite”, completó.

“Más allá de lo que diga en las palabras, le puedo mostrar los hechos. En Santa Fe es el tercer lugar en la Argentina con el mayor despliegue de Fuerzas Federales, además de los mil efectivos que había se agregaron 450 más”, resaltó Milei, quien pidió acelerar con el paquete de leyes para combatir al narcotráfi­co que va a impulsar en el Congreso. El mandatario entiende que los sectores de la oposición que históricam­ente, por cuestiones ideológica­s, se mostraron renuentes a aprobar medidas más audaces, en este momento tienen poco margen ante una sociedad que reclama acciones concretas contra el narcotráfi­co.

Con esta premisa, en medio del pico de tensión que se vivió en Rosario, el aparato comunicaci­onal del Gobierno se encargó de exposon ner a los legislador­es de la oposición que en febrero rechazaron la “ley ómnibus” y recordaron que ese proyecto tenía herramient­as para avanzar en un plan integral de seguridad para acorralar a los narcos.

En cambio, la cautela con respecto al viaje no tiene que ver con la preocupaci­ón del Gobierno de que Milei pueda ser blanco de un ataque de los narcos sino con el análisis que hacen de que el anuncio anticipado de su visita puede ser utilizado por las bandas para intensific­ar sus actos terrorista­s contra la ciudadanía. También, apuntan que para garantizar la seguridad presidenci­al “se deberán utilizar recursos que en este momento hay que usarlos para proteger a la gente”.

“Si llega a ir, lo vamos a anunciar a último momento, no se les puede dar ventaja”, explicó un estrecho colaborado­r del jefe de Estado, que aclaró que las dudas en torno al viaje “en nada tienen que ver” con que el Presidente siga sin hablar con el gobernador de Santa Fe, el radical Maximilian­o Pullaro.

El martes, en su habitual conferenci­a de prensa, el vocero Manuel Adorni había puesto ciertos reparos y a desinflar la expectativ­a.

En ese sentido, y más allá de la buena sintonía y el respaldo incondicio­nal a Bullrich, en el Gobierno hizo cierto ruido que se diera detalles de una decisión que aún no estaba del todo procesada. “El Presidente viene porque quiere dar la impronta que queremos para la seguridad y la lucha contra el narcotráfi­co”, anticipó la ministra el lunes y hasta precisó que el desembarco se daría “en dos semanas”. “Queremos que se instale la operación, que esté todo puesto, porque están llegando los efectivos, los helicópter­os y entonces ahí el Presidente va a venir a Rosario”, explicó.

Ahora en el Gobierno, sin descartar esa posibilida­d, admiten que el tema está en revisión. ■

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