Clarín

Ahora, el Gobierno juega todo a evitar la caída del decreto en Diputados

Apuesta a un esquema similar al que le funcionó para bajar la sesión por jubilacion­es. La oposición dialoguist­a adelanta que no planea apurar el tratamient­o del DNU.

- Martín Bravo mbravo@clarin.com

El Gobierno buscará amortiguar el golpe al mega DNU en el Senado con un freno al rechazo en Diputados. Las negociacio­nes ya iniciadas con los mandatario­s provincial­es serán clave en el intento de la Casa Rosada de evitar la derogación del decreto. En la Cámara baja tendrá mayor margen de acción, como ya sucedió con la fallida sesión por la fórmula de movilidad jubilatori­a impulsada por la oposición llamada dialoguist­a que el miércoles no alcanzó el quórum, gracias a las maniobras del oficialism­o.

El kirchneris­mo puso en marcha su estrategia primero por el Senado por ese motivo. En Diputados, Unión por la Patria no había activado contra el DNU, a la espera de que el rechazo en la Cámara alta genere un envión que funcione como una presión para completar el trámite de la derogación. En el bloque conducido por Germán Martínez reconocen que no será sencillo reunir los votos.

Como con la fórmula de movilidad jubilatori­a, Guillermo Francos buscará operar con los gobernador­es y Martín Menem con los diputados. Ese antecedent­e bien cercano puede dar una primera medida del mapa de la Cámara. La mayoría de los radicales no bajaron al recinto. Unas horas después, la correligio­naria Gabriela Brouwer de Koning quedó al frente de la comisión de Previsión Social.

Primero se la habían ofrecido a los integrante­s de la Coalición Cívica, autores del proyecto para actualizar los haberes por el IPC del INDEC, pero no la aceptaron. Al final quedó para la cordobesa del sector de Martín Lousteau. Aun así, Facundo Manes y un puñado de diputados de la UCR más críticos de Javier Milei dieron quórum y podrían votar en contra del DNU.

En paralelo, desde la Rosada consiguier­on que un grupo de gobernador­es instruyera no acompañar la sesión por jubilacion­es a los diputados que les responden. Parte de esos alineamien­tos se replicaron ayer en el Senado. Se verá si se mantienen para que no se consume la derogación del decreto. El oficialism­o quedará más obligado a negociar en la Cámara baja.

El cordobés Martín Llaryora y el entrerrian­o Rogelio Frigerio fueron dos de los gobernador­es que colaboraro­n para que no prosperara la sesión. Tampoco se sentaron en sus bancas los legislador­es referencia­dos en el salteño Gustavo Sáenz, el neuquino Rolando Figueroa y Carlos Rovira, el hombre fuerte de Misiones.

Desde Hacemos Coalición Federal, un bloque clave con 23 miembros, ya adelantaro­n que no empujarán el avance de la discusión por el DNU. “No veo que se trate en Diputados en el corto plazo, nuestra prioridad es sacar la fórmula previsiona­l. Para la Coalición Cívica los jubilados no pueden ser rehenes de las disputas políticas y económicas”, aseguró Juan Manuel López, del espacio conducido por Elisa Carrió.

En esa bancada presidida por Miguel Pichetto argumentar­on que actuarán con “prudencia política” ante la fragilidad en la que quedó el DNU tras el rechazo del Senado. “Lo que debería hacer el Gobierno es encontrar una solución. Con la declaració­n de invalidez de una Cámara ya la precarieda­d de los expediente­s judiciales se incrementa mucho. Tendrían que buscar alternativ­as como leyes espejo o ratificaci­ones parciales del DNU”, abrieron una salida para el Gobierno.

A su vez, desde el PRO -aliado del oficialism­o- ratificaro­n que avalarán el decreto. Y un rato antes de que el Senado lo rechazara, anunciaron la presentaci­ón de tres proyectos para “modernizar” la legislació­n laboral, con un contenido en sintonía con el capítulo del DNU suspendido por la Justicia.

En un poroteo provisorio, entre los diputados propios, el PRO, otros aliados, Hacemos Coalición Federal y el sector de los radicales más afín al Gobierno, el oficialism­o sumaría unos 120 diputados que al menos no estarán activos para darle velocidad al tratamient­o del decreto. Entre Unión por la Patria, la Izquierda, los radicales críticos y diputados alineados con gobernador­es (el santacruce­ño Claudio Vidal y el rionegrino Alberto Weretilnec­k) cuyos senadores votaron en contra en el Senado llegarían a unos 115.

Números inestables en un escenario incierto, con otros 20 que prefieren no adelantar una posición.

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F. LÓPEZ CLARO Risas. Diputados, en la frustrada sesión del miércoles.

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