No hay rescate imposible si actúa Russell Crowe
El actor de “Gladiador” ayuda desde Las Vegas, con sus drones, a un sargento. Un filme violento, descarnado.
“Rescate imposible”
Acción. EE.UU. / Australia, 2024. 113’, SAM 16. De: William Eubank. Con: R. Crowe, Liam Hemsworth, L. Hemsworth, M. Ventimiglia. Salas: Hoyts Abasto, Cinemark Palermo, Cinépolis Recoleta, Showcase Belgrano, Atlas Nordelta.
Con semejante título, Rescate imposible, estaría todo dicho. Hay gente a la que sacar de algún lugar, pero los inconvenientes son tantos que es casi una misión imposible. Bueno, no tanto si Liam Hemsworth y Russell Crowe hacen dupla (ya habían trabajado juntos en Juego perfecto), uno en el frente de ataque en Asia y otro algo incómodamente sentado en la oficina del Ejército en Las Vegas, manejando drones.
La guerra ya no es lo que era. La tecnología avanzó tanto que es posible enviar una bomba en cuestión de segundos sin ser descubierto.
Pero Rescate imposible (Tierra del mal, en el original) no les hace asco a las peleas cuerpo a cuerpo. No es un hecho menor que los malos tienen pésima puntería, porque cuando Kinney tenga que arreglárselas solito y lo embosquen en más de una oportunidad, el tipo sale casi ileso, sin un rasguño ni gota de sangre que manche su ropa.
El inexperto sargento de la Fuerza Aérea J.J. “Playboy” Kinney (Liam Hemsworth, uno de los hermanos menores de Chris, el actor de Thor, que es el del medio; Luke, el hermano mayor, también actúa en esta película) está sobrevolando la zona. Él y otros deben realizar una misión de extracción de rehenes. Pero, presumiblemente, algo no sale como estaba planeado. Sale mal.
Como suerte de ayudante de Kinney, Grimm guía al soldado mientras éste dispara, trepa y camina por territorio enemigo en busca de un rehén de alta prioridad. El tipo en cuestión es un espía de la CIA, que cuenta con información sobre un traficante de armas… ruso. Pero Kinney tendrá que lidiar con, como se lee al comienzo , “los grupos extremistas más violentos del sur de Asia”, que llegan justo, pero justo al campamento del traficante para atacarlo.
Hay escenas de violencia bien crudas, muertes y torturas. La caracterización de los terroristas es terrible, porque son como arquetipos y los malvados tienen que tener algo con el que los espectadores podamos no empatizar, pero al menos tratar de entender sus acciones.
No es el caso.
Sí el de Reaper Grimm, que está sentado en Las Vegas coordinando el ataque y la extracción. El personaje de Crowe no parece ser demasiado respetado por sus compañeros, más interesados en seguir por la televisión un partido de básquet. ¿Hace falta humanizarlo más? El hombre no pudo tomarse un franco y su cuarta esposa está a punto de parir.
Rescate imposible es un filme de acción con escenas de combate muy bien fotografiadas, lo mismo que las de peleas cuerpo a cuerpo. Le falta, eso sí, algo de verosimilitud a todo esto, y le sobra en cierto punto, racismo.
Pero es probable que nada de todo esto les importe a quienes pagaron su entrada para ver una de acción, de guerra casi casi como las que se hacían antes. ■