Nueva York: revisan a pasajeros del subte por la violencia
Agentes inspeccionan bolsos y carteras en las estaciones.
Armas largas. Uniforme estilo camouflage. El paisaje del subte de Nueva York, habitualmente atiborrado de trabajadores apurados o de turistas que se desplazan de un lugar a otro de Manhattan, cambió estos días drásticamente: las arterias que bombean el pulso neoyorquino se colmaron con centenares de agentes de la Guardia Nacional, que revisan bolsos y carteras en las estaciones y están en alerta para frenar una oleada de violencia que sacude al metro de la ciudad.
Unos 750 soldados de la Guardia Nacional y 250 agentes de la Policía del estado se sumaron a la Policía local para custodiar los ingresos y egresos de las terminales, según determinó la gobernadora Kathy Hochul, y podrán expulsar del subte a quien se niegue a ser revisado. “Ayudará a que los ciudadanos y los visitantes se sientan seguros”, dijo al anunciar una medida de seguridad que no se veía en la ciudad desde los ataques terroristas del 11 de septiembre.
Esta fuerza se suma a la ya fuerte presencia policial de 1.000 agentes que ordenó el alcalde Eric Adams, luego de que el delito en el metro se disparara en enero un 45% respecto del mismo mes de 2023. Se da la paradoja que en la ciudad de Nueva York los delitos graves (asesinatos, violaciones, robos y agresiones graves) en general han descendido (2,9% respecto del año pasado), pero los delitos en el subte fueron a contramano. Aunque en febrero bajaron un poco, sigue siendo preocupante para las autoridades porque es el principal medio de transporte de la ciudad con millones de pasajeros por año.
Julieta Sartori, de 31 años, es una fotógrafa argentina especializada en recién nacidos y vive en Long Island, desde donde toma seguido el metro hacia Manhattan, mientras su marido lo hace todos los días. “Él trabaja de noche y vuelve a la madrugada en subte y por eso ve lo peor de la ciudad. Tengo amigas que viajan de noche también y es muy complicado”.
Sartori describe a Clarín el paisaje sórdido y violento que se ve. “Hay muchos más homeless, todo está mucho más sucio que antes. Hay hombres con sus partes íntimas afuera. Hemos visto gente haciendo sus necesidades en el andén. Me pasó el otro día con una amiga que estábamos caminando en el subte y un hombre se nos apareció y se bajó los pantalones. Obviamente todas estas cosas hacen que una se sienta insegura”.
Este jueves hubo una feroz pelea dentro de un vagón entre dos hombres, cuando circulaban por Brooklyn, y uno terminó con un balazo en la cabeza. ■