Por el DNU, el Gobierno busca una nueva relación con los gobernadores
Tras el rechazo al decreto, el oficialismo busca acercamientos a mandatarios provinciales. Pero hay reclamos por obras y deudas cruzadas. El rol de Francos.
Aunque Javier Milei y su Gabinete apostaron después del rechazo del Senado al Mega-DNU a robustecer su mensaje -el relato- contra "la casta", en la Casa Rosada no ignoran que las acciones de los opositores dialoguistas y de los gobernadores crecieron en la negociación abierta por la ley de bases y, sobre todo, por el paquete fiscal que reclaman las provincias. Así y todo, después de una semana turbulenta, en el Gobierno confían en que contarán con el visto bueno de los mandatarios provinciales para sancionar el paquete de reformas.
Con esa certeza, el ministro del Interior Guillermo Francos sigue manteniendo reuniones mano a mano con gobernadores, que continuarán en los próximos días.
En JxC apoyan sin mayores miramientos la negociación de la abreviada y ajustada ley ómnibus y celebran que el Presidente haya abandonado por un rato los "agravios generalizados" contra ellos, pero los que tienen mayor experiencia reclaman “más política” y gestión. Milei, por momentos camina la banquina. “Los gobernadores entendieron que se equivocaron”, reiteró el Presidente ayer en diálogo con Mitre.
A diferencia del primer intento fracasado para aprobar la ley ómnibus, el Presidente ungió al ministro del Interior como el principal armador político para negociar con las provincias y los diputados.
Cornejo había enviado a su vicegobernadora Hebe Casado a la reunión del 8 de marzo en la Rosada que encabezaron el jefe de Gabinete Nicolás Posse y Francos. Defensor del DNU y de la ley bases, Cornejo reclamó por las obras nacionales que ya fueron adjudicadas, pero están paralizadas.
En su segunda excursión en dos semanas a Balcarce 50, Figueroa se reunió con Francos y Posse, cada vez más gravitante en las negociaciones políticas. Por la tarde, los senadores neuquinos votaron en contra del DNU, aunque en la Rosada son contemplativos, porque señalan que ninguno de los tres responde cerradamente al gobernador patagónico. El vecino de Figueroa, el chubutense Ignacio Torres, había avisado a Francos, a Santiago Caputo y Victororia Villarruel que una de sus senadores votaría en contra del DNU.
En materia de obras, ningún otro gobernador está más complicado que el principal beneficiado de la gestión anterior, Axel Kicillof. La Nación, de todos modos, no espera nada del gobernador preferido de Cristina Kirchner y el Presidente hasta apoyó una virtual rebelión fiscal de los contribuyentes bonaerenses.
En la Rosada, de todos modos, escucharon los consejos de los propios gobernadores de la oposición más cercana, para que el oficialismo concentre la negociación legislativa con los diputados (al revés de lo que repiten varios legisladores en el Congreso). No sobran votos.
"Propusimos que avancen en la negociación con los bloques y que los gobernadores se sumen en la última milla para juntar los votos que faltan para llegar a 129 votos que se necesitan. Así fue siempre", recuerda un mandatario provincial alineado con el Gobierno en público, pero muy crítico por privado por la falta de estrategia y de gestión. En sintonía con la mirada de los gobernadores, Francos recibirá este lunes a Miguel Pichetto, después de recibir a diputados del PRO y la UCR.
Del otro lado, con mayor consenso que en la negociación anterior, en Balcarce 50 sostienen que los mandatarios provinciales ya no podrán justificar la falta de disciplina de diputados que esgrimieron en febrero.