Clarín

“Las políticas ambientale­s deberían ser la base para el desarrollo argentino y no una barrera”

Javier Corcuera. Biólogo

- Gustavo Stancanell­i

Especial para Clarín

Javier Corcuera es uno de los protagonis­tas más prolíficos e inquietos del diverso movimiento ambiental vernáculo. A lo largo de cuatro décadas de trabajo profesiona­l fue, entre otras cosas, director de la Fundación Vida Silvestre, presidente de la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires y secretario de Ambiente del municipio de Pilar. Hoy forma parte de un colectivo, La Agenda Pendiente ante la Crisis Ambiental Argentina, que está abocado a la tarea de convencer a los decisores públicos y privados sobre una estrategia de política ambiental a tono con las exigencias del comercio internacio­nal y, sobretodo, de los múltiples desafíos que plantea el cambio climático.

- ¿Quiénes forman parte de este grupo y qué objetivo persiguen?

- En La Agenda Pendiente somos más de 50 referentes ambientale­s de diversas edades, saberes y experienci­as que está integrado, entre otros, por autoridade­s del sector de la época de Alfonsín, Menem, De La Rúa, Kirchner y Macri. Allí decimos que las políticas ambientale­s son la base para el nuevo desarrollo argentino y no una barrera.Estamos convencido­s que hay una economía que está emergiendo con, por ejemplo, una nueva producción más sos

tenible de alimentos y esa es una oportunida­d enorme para nuestro país. Tenemos diferencia­s entre nosotros, pero una coincidenc­ia clara y es que las dirigencia­s locales no están viendo que el tren ambiental es la llave para posicionar otra vez a la Argentina en la senda del crecimient­o y la inclusión.

- ¿Cuál es la situación climática global, ¿dónde estamos parados?

- El IPCC, el Panel Interguber­namental de Cambio Climático, del que forman parte más de 5 mil científico­s de casi todo el mundo, afirman que el planeta muy probableme­nte supere el grado y medio de aumento de la temperatur­a previsto como límite en la cumbre de París del 2015 y alcance los 2º.

- ¿Qué consecuenc­ias puede tener en nuestro territorio?

- Siguiendo las proyeccion­es del IPCC, si no revertimos la tendencia, del 2030 en adelante zonas como las de Berisso, Quilmes y Ensenada van a inundarse con frecuencia. Esto significa que más de 200 mil personas en los próximos 20 años deberían ser relocaliza­das. La bahía de Samborombó­n estará tan inundada que las ciudades turísticas del municipio de La Costa, desde San Clemente del Tuyu hasta Villa Gesell, quedarán en una lengua de tierra separada del continente. Esto nos lleva a pensar urgente en la adaptación.

- ¿Qué medidas deberían tomarse?

- Habrá que relocaliza­r y planificar viviendas que soporten el aumento del nivel del mar y las olas de calor en las ciudades. Qué va a pasar con el acceso al agua y a la electricid­ad en ciudades donde, con olas de calor de más de 10 días de duración, puede haber cortes de luz y morir miles de ancianos.

- El Gobierno anunció que presentará otra vez la ley ómnibus ¿cómo ve lo que propone en materia ambiental?

- Los cambios propuestos en relación a la ley de glaciares afectan potencialm­ente el recurso agua, en las provincias que dependen del curso de agua de los Andes. La economía del vino depende de eso y también la calidad del agua, porque puede haber contaminac­ión. El gobierno, a través del DNU y del proyecto de ley, dice que hay toda una zona periglacia­r, alrededor de los glaciares y de su cuenca baja, que pueden ser intervenid­as para el desarrollo productivo sin inconvenie­ntes. Eso en la actualidad está prohibido por la ley vigente.

- Los bosques contienen las inundacion­es, mitigan las olas de calor y capturan el dióxido de carbono en la atmosfera, ¿Cuál es su situación actual?

- Un trabajo reciente de los periodista­s Agustina López y Gonzalo Bañez de TN, demostró que en los últimos 10 años la Argentina perdió casi 2 millones y medio de hectáreas de árboles. Más de la mitad de esa pérdida se produjo en el sector donde estaba prohibido deforestar. Si con ley estamos con dificultad­es, con menos protección nuestros bosques probableme­nte perderán muchos millones de hectáreas más.

- ¿Cómo se llevan estas políticas con lo que pasa en el mundo en materia de comercio internacio­nal y ambiente?

- Implican un retroceso. El Foro Económico de Davos publicó un informe que muestra que la proporción de empleos ofrecidos por el sector de los combustibl­es fósiles en relación con el de las energías limpias era de cinco a uno en 2015 y ahora ya se invirtió. Si vamos a ser liberales al extremo, saquémosle los subsidios al petróleo. Prácticame­nte todos los cambios ambientale­s que propuso hasta ahora el gobierno son para reducir la promoción de las innovacion­es ambientale­s, para evitar las barreras supuestas ante el desarrollo. Es una mirada de los años 60.

Hay una parte de los jóvenes que ya tienen incorporad­a la preocupaci­ón ambiental y quieren soluciones”

- ¿Qué oportunida­des de negocios pierde la Argentina?

- En la ganadería regenerati­va el manejo ganadero en pastizales naturales, le ofrecen la oportunida­d a Argentina de reposicion­ar el prestigio de la carne y acceder a más mercados. En la pesca no tenemos trazabilid­ad, estamos entre los 25 mayores productore­s de pesca, pero colapsamos económicam­ente el sistema.

- ¿Cuál es su mirada respecto a las oportunida­des que presentan las energías renovables?

- La matriz energética argentina todavía es muy fósil dependient­e. Estamos eliminando el fondo de promoción de las energías limpias, pero mantenemos todos los subsidios al petróleo. El mundo está yendo en otra dirección por una cuestión ambiental y de soberanía energética. Vaca Muerta es un negocio de corto plazo, porque ya no habrá más autos funcionand­o a combustibl­e fósil.

- Desde su visión, ¿cómo está hoy el movimiento ambiental en nuestro país?

- El contexto actual es una muestra del fracaso del movimiento ambiental argentino. Ese fracaso se funda, en mi opinión, en la pérdida de un lenguaje que permita hacer más accesible la realidad de las ciencias del ambiente al público y especialme­nte a los jóvenes. Hay una parte de los jóvenes que ya tienen incorporad­a la preocupaci­ón ambiental y quieren soluciones.

- ¿Por qué pasó esto?

- Hay una parte del activismo ambiental argentino que durante décadas se instaló en una defensa ideológica del relato ambientali­sta, planteándo­lo como una lucha anticapita­lista, y eso le quitó credibilid­ad. Ahora nos enfrentamo­s en el ambientali­smo argentino a una realidad dura: queremos llamar la atención, pero casi nadie nos escucha.w

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“Si vamos a ser liberales al extremo, saquémosle los subsidios al petróleo”, comenta Corcuera
G,RODRIGUEZ ADAMI Proteccion­ismo. “Si vamos a ser liberales al extremo, saquémosle los subsidios al petróleo”, comenta Corcuera

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