Están en riesgo 100 años de presencia olímpica sin interrupciones
Argentina todavía no clasificó a París 2024 a un solo representante en el deporte que más medallas aportó.
El 20 de julio de 1924, Pedro Quartucci venció al belga Jean Devergnies y se quedó con la medalla de bronce de los plumas en el boxeo de los Juegos Olímpicos de París. Esa misma noche, un rato más tarde en el velódromo d’Hiver, también se colgaron sus preseas Alfredo Copello (plata en ligeros), Héctor Méndez (plata en welters) y Alfredo Porzio (bronce en pesados). Fueron las primeras cuatro de las 24 (siete de ellas de oro) que le dio al deporte argentino la disciplina que más aportó a la cosecha histórica. Un siglo después el país corre riesgo de no tener representación en el deporte de los puños enguantados por primera vez desde entonces, justamente cuando la cita será otra vez en la capital francesa.
Los Juegos Panamericanos, a los que Argentina asistió con una decena de representantes (seis mujeres y cuatro hombres), eran la instancia menos complicada para buscar el boleto. Sin embargo, ninguno de los 10 aspirantes lo logró más allá de que tanto el salteño Ramón Quiroga (51 kilos) como el mendocino Abraham Buonarrigo (80) subieron al podio tras conseguir sendas medallas de bronce.
“La mayor chance estaba en los Juegos Panamericanos. Iniciamos muy bien la competencia, pero en las instancias decisivas no se dieron los resultados que esperábamos”, reconoce Fabricio Nieva, director técnico del seleccionado arde gentino. “Ramón Quiroga mereció mejor suerte y Florencia López estuvo muy cerca también. Fallamos en algunos combates que creíamos que estábamos en condiciones de ganarlos”, añade.
La siguiente instancia para conseguir un pasaje fue el primer Torneo de Clasificación mundial que se celebró bajo la órbita de la Unidad de Boxeo París 2024, un organismo creado ad hoc por la Junta Ejecutiva del Comité Olímpico Internacional (COI) como consecuencia de la suspensión del reconocimiento olímpico de la Asociación Internacional de Boxeo. Ese campeonato finalizó el lunes tras nueve días de acción en el Palacio de los Deportes Maria Piantanida Busto Arsizio, cerca de Milán.
“No estamos conformes con el resultado porque fuimos a buscar la clasificación; si bien sabíamos de antemano que iba a ser muy difícil porque cada uno tenía que ganar tres o cuatro combates muy duros, que generalmente se ganan y se pierden por fallos divididos”, explica Fabricio Nieva.
“Quiroga estuvo muy cerca. Terminó perdiendo por fallo dividido un combate en el que tal vez nos equivocamos con la táctica en el primer round. Estuvo muy cerca. Luciano Amaya también hizo un muy buen combate que nosotros lo vimos ganar. Fueron peleas muy parejas con rivales de mucho nivel. Fuimos competitivos, pero no nos alcanzó”, lamenta Nieva.
Al boxeo le queda una chance más para catapultar a, al menos, un representante a los Juegos. Será en el segundo Torneo de Clasificación mundial, del 23 de mayo al 3 de junio en Bangkok y otorgará 51 plazas: 28 para hombres y 23 para mujeres (las nueve restantes -cinco para mujeres y cuatro para hombrespara completar los 248 participantes serán brindadas discrecionalmente por el COI.
Con el objetivo de llegar en las mejores condiciones a ese torneo el seleccionado se trasladará en abril a Brasil para trabajar con el combinado de ese país durante dos semanas. Quienes finalmente integren el equipo viajarán 10 o 15 días antes del inicio del Preolímpico. La conformación de la delegación estará condicionada por la cantidad de plazas de las que disponga Argentina y Nieva no descarta que haya cambios para ese torneo que se prevé complicadísimo por el nivel de oposición que habrá.
“Hay muchos boxeadores de primer nivel, candidatos a ganar una medalla en los Juegos, que aún no se clasificaron. Son competencias muy duras y hay que tener una cuota de suerte que no tuvimos”, explica Nieva, quien aclara que “también hay que ajustar cosas para mejorar el rendimiento”. “Nos costó no haber competido desde los Panamericanos hasta el clasificatorio”, explica Nieva.■