Las víctimas en Blaquier se intoxicaron con gas metano
Ricardo Bottega fue a reparar una bomba cloacal y murió al inhalarlo. Otras cinco personas intentaron rescatarlo y fallecieron ahogadas en el intento.
Ricardo Bottega (60) tenía más de 30 años de experiencia en reparación de bombas. Vivía en Florentino Ameghino, pero realizaba tareas en la localidad de Blaquier. Por su trabajo, el viernes a las 18.30 bajó a un pozo cloacal para hacer reparaciones. No volvió a salir de allí con vida. Tampoco las cinco personas que descendieron para socorrerlo.
La Municipalidad de Ameghino indicó que las autopsias hechas por la Policía Científica del Departamento Judicial de Junín revelaron como causales de muerte la “asfixia mecánica por broncoaspiración”, y ayer a la tarde fuentes de la investigación detallaron a Clarín que lo que lo produjo fue la fuerte presencia de gas metano proveniente del sistema cloacal.
Según pudo reconstruir Clarín, Bottega descendió por un arreglo en las guías de las bombas en el pozo. Una vez dentro, destapó dos bocas del sistema cloacal y en ese momento se liberó el gas metano que inhaló, y que provocó su muerte.
“Aún se espera el informe de la Policía Ecológica. Pero la causal está bastante clara. El primero es completamente por la inhalación del gas. Y los cinco restantes inhalan, se desvanecen y mueren ahogados con el líquido del pozo”, explicaron fuentes de la investigación en diálogo con Clarín.
Los peritajes en este pozo cloacal en Blaquier ya empezaron, pero por ahora no se pudo determinar la cantidad de gas metano que hubo al momento de la tragedia.
Esto debido a que las dos bocas del sistema cloacal estuvieron abiertas por un período largo anterior al rescate de los cuerpos. Durante el peritaje, el nivel de metano era menor. Por eso, realizarán nuevas tareas y pruebas hoy, con personal especializado.
Ante la consulta de la posibilidad de que haya habido un error de maniobra por parte de Bottega –tal vez al bajar y no hacer alguna tarea previa a la apertura de las tapas– las fuentes sostienen que es probable.
“Eso sumado a la realización de esas tareas sin los equipos específicos. Igual resta determinar si existió algún desperfecto que haya desencadenado todo”, refirieron.
Además de Bottega, en la tragedia murieron Juan Ramón Sánchez (50) y su hijo Nicolás (28) –los dos bomberos–, Mateo Pelegrino (27, bombero), Carlos Rodolfo Renger (39) y Alejandro Centeno (35), vecinos y amigos que intentaron rescatar a Bottega y luego a cada uno de ellos mientras entraban.
Los dos bomberos que rescata ron los cuerpos, están observación en el Hospital Municipal “Dr. Felipe A. Peláez”, se encuentran estables y evolucionan favorablemente.
Carlos Damin, jefe de Toxicología del Hospital Fernández, explica que el gas metano es uno de los gases que se producen naturalmente en las producciones de gas como energía fósil, y que el gas para el consumo domiciliario es “una mezcla de metano y butano”.
“Pero ese gas metano o butano tiene poco que ver con el que se produce a partir de los líquidos cloacales por descomposición de compuestos orgánicos, que es lo que hay en los residuos cloacales, ese es un gas metano que se desprende de los líquidos cloacales y que puede concentrarse en pozos, por ejemplo, que es lo que ocurrió en este caso”, cuenta Damin.
Y añade que en todos los pozos ciegos se concentran líquidos cloacales se produce “desprendimiento de gas, butano, propano, pero también puede haber otros que son más rápidamente mortales como el sulfhídrico o el ácido clorhídrico, que pudieran haber sumado o haber potenciado los efectos de la intoxicación y haber producido la muerte de las seis personas”.
Francisco Dadic, médico toxicólogo y director de Toxicología de la Fundación Iberoamericana de Salud Pública agrega que lo que puede producir el metano es una asfixia hipoxia hipóxica: un desplazamiento de la columna de oxígeno.
“Llega menos cantidad de oxígeno al pulmón, no se puede provocar la interfaz gaseosa y esto lleva a que el pulmón colapse. Si la concentración de metano era muy alta, no había nada de oxígeno. La muerte se puede provocar de manera muy rápida”, sostiene.
Un punto que no puede omitirse para esclarecer lo sucedido es la falta de equipo de protección de Bottega. “Sin duda no tenía protección, ni él ni ninguno de los cinco que bajaron luego”, analiza Damin.w