Clarín

Tres formas para bajar la cuota ante el aumento de prepagas

Mientras para muchos afiliados el plan les resulta imposible de abonar, un especialis­ta sugiere distintas alternativ­as “low cost” para no salir del sistema.

- Martín Grosz mgrosz@clarin.com

Las prepagas se encarecier­on desde que el Gobierno les quitó los controles: cerca del 40 por ciento en enero, 25 por ciento en febrero, 23 por ciento en marzo y en abril aumentarán hasta 19 por ciento.

Producto de estos saltos acumulativ­os, para muchos afiliados, la cuota se volvió imposible de pagar. Y averiguan cómo podrían pagar menos para no “caerse” del sistema. “Empezamos a recibir consultas como nunca antes de personas que notan con desesperac­ión que ya no pueden seguir pagando y buscan alternativ­as”, explicó a Clarín Fabien Barralón, creador de ElegíMejor, una web gratuita que compara planes, cartillas y prestacion­es de múltiples prepagas.

Los pacientes, según el especialis­ta, tienen a disposició­n distintos caminos para reducir su pago mensual de inmediato. En algunos casos, dentro de su misma empresa; en otros, haciendo un traspaso.

A los que se encuentran en planes “VIP”, segurament­e les alcance con irse a uno con menos prestadore­s y lujos. Pero a quienes ya están en un esquema común sólo les queda tomar una decisión más drástica. A continuaci­ón, tres vías posibles para el recorte y qué se debe saber sobre cada una.

Opción 1: en la misma prepaga ir a un plan con menos servicios. Cuando un afiliado plantea que ya no puede afrontar el costo de las cuotas, lo primero que le ofrecen en su empresa es pasar a un esquema menos completo, que baja la factura mensual pero que aún permite atenderse -al menos en teoría- sin abonar copagos por cada consulta, práctica o estudio.

“Una misma prepaga suele ofrecer hasta cinco planes distintos con precios que cambian muchísimo de uno al otro. La diferencia pasa en general por la amplitud de la cartilla, la inclusión o no de ciertas prestacion­es y la cantidad de oficinas de atención, entre otras cuestiones”, comentó Barralón.

Así, al pasar a un esquema más económico la cobertura del Programa Médico Obligatori­o (lo más básico) sigue garantizad­a, pero en general mediante una cartilla más acotada, sin los sanatorios de mayor categoría ni cobertura para prácticas no esenciales (por ejemplo, cirugías estéticas).

También suelen ser mucho menores los reintegros por atenderse con prestadore­s externos a la cartilla. Y es posible que sumen copagos para las visitas médicas a domicilio. En las prepagas más conocidas los planes top pueden superar los 300 mil pesos o incluso los 500 mil pesos mensuales para un joven de 35 años (por vía particular). Pero por planes menores las mismas firmas están cobrando menos de 170 mil o 130 mil pesos. Opción 2: cambiarse a una prepaga más barata. Si también el plan más bajo de una prepaga líder se tornó imposible de mantener hay empresas con valores mucho más económicos. “No tienen el renombre de las más conocidas, pero muchas prestan un servicio muy bueno”, aseguran en ElegíMejor. Esa plataforma muestra planes básicos con precios del 40, 50 o hasta el 70 por ciento más bajos que lo que cuesta el plan más bajo de una empresa de primera línea. Para un joven de 35 años hay opciones desde 38 mil o 45 mil pesos mensuales (frente a más de 100 mil o 130 mil pesos). En general, las cartillas son más limitadas y los estándares de atención, menos exigentes. Opción 3: bajar a un plan “low cost” con copagos. Hay planes que cubren todo el PMO y ofrecen reducir el gasto fijo mensual sin achicar la cartilla o sacrificar calidad en las prestacion­es. Cobran copagos (o más copagos) para estimular a que los pacientes no usen las prestacion­es más de lo estrictame­nte necesario. Los copagos son aranceles que el afiliado debe abonar cada vez que hace una consulta médica o se somete a un estudio, tratamient­o o práctica ambulatori­a. En internacio­nes no se aplican. A veces, tampoco al atenderse en ciertos centros propios ni al usar la telemedici­na, pero sí en todo lo demás. Y se mantienen los descuentos en medicament­os. La mayor ventaja es que esto permite pagar cuotas mensuales 15, 25 o hasta 40 por ciento menores que las de un plan sin copagos. En cambio, el gasto en salud varía cada mes según cuánto y cómo se use el servicio.

Una opción es contratar un plan con menos servicios.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina