Las bolillas le hicieron un guiño a River, pero no fueron tan amigables con San Lorenzo y Estudiantes
En la Copa Libertadores se clasifican los dos primeros y los terceros van a un repechaje. El club de Núñez fue el único argentino que no chocará con brasileños. Cómo les fue a Talleres y Central.
Uno de los momentos más esperados del año es el que se dio anoche en la sede de la Conmebol en Luque, donde se sorteó una nueva edición de la Copa Libertadores, que este año repartirá 226 millones de dólares y el ganador de la final embolsará 23 millones. Y el resultado que arrojaron las bolillas le dejó sonrisas a River, que tendrá un grupo “amigable”, en el que no hay brasileños. En cambio, Estudiantes, Talleres, Rosario Central y San Lorenzo, el resto de los argentinos que juegan el máximo torneo continental, sí tendrán que enfrentarse a algún equipo de Brasil.
La bolilla que contenía el nombre River Plate salió al final de las cabezas de grupo, por lo que el club de Núñez se ubicó en el Grupo H. Y los últimos ríen mejor, dicen. Se confirmó a medida que el brasileño Fred Nantes, director de Competiciones de Conmebol, iba mostrando los papelitos que fueron sacando Cafú, Lucas Pratto, Martín Palermo y Oscar Ruggeri.
En primer lugar, el equipo de Martín Demichelis evitó a los dos brasileños que podían tocarle, Atlético Mineiro, ubicado en el bombo 2, y Botafogo, en el 4. Y los rivales que le tocaron, a priori, no representarían obstáculos complicados como para que el Millonario acceda a los octavos de final. Se enfrentará con Libertad de Paraguay, Deportivo Táchira de Venezuela y Nacional de Uruguay. Tendrá poco viaje, además. El único largo es a tierras venezolanas. Eso sí, estos rivales merecen su respeto: Libertad y Táchira fueron campeones en sus países en 2023 y Nacional es tricampeón de América.
“Cada partido es un mundo, es la Copa Libertadores, el campeonato más deseado por todos, y no hay que confiarse”, expresó Ignacio Villarroel, vicepresidente segundo de River, luego de la finalización de un sorteo que tuvo mucha presencia Millonaria. Estuvieron también el presidente Jorge Brito, el vice primero Matías Patanian, Leonardo Ponzio y el mánager, Enzo Francescoli, quien, además, fue homenajeado por la Conmebol. Le dieron réplicas de la Libertadores, que la ganó con River en 1996, y la Copa América, la cual obtuvo tres veces (1983, 1987 y 1995) con Uruguay.
Emocionado por el agasajo, Enzo opinó del grupo que le tocó al conjunto de Núñez: “River es un muy buen equipo y tiene que pensar en River. A veces te toca el que pensás que es fácil y la pasás pésimo. Hay que competir. Lo que sí es bueno es que solo tenemos un viaje largo, no hay altura, y no hay equipos brasileños. Pero hay que tener respeto por los rivales que nos tocaron”.
Puede ser una Copa especial para River, también. Es que la sede de la final será en Buenos Aires. Y muy probablemente, en el Monumental. Por lo que en Núñez todos los cañones estarán apuntados a estar en la gran cita el 30 de noviembre. Pero la ilusión no solo es riverplatense. San Lorenzo, Estudiantes, Rosario Central y Talleres también desean lo mismo.
El Ciclón tiene una especie de “grupo de la muerte”, ya que jugará con Palmeiras, Independiente del Valle y Liverpool de Uruguay, todos campeones el año pasado en sus ligas. A su vez, Palmeiras ganó 2 de las últimas 4 Libertadores. Y el conjunto ecuatoriano obtuvo la Sudamericana 2022 y la Recopa el siguiente año. Por su parte, Estudiantes reeditará un viejo duelo con Gremio de Brasil, irá a la altura para enfrentar a The Strongest y cruzará la Cordillera de Los Andes para medirse con Huachipato.
Mientras, Rosario Central tendrá a un duro brasileño como Atlético Mineiro, pero que le trae un buen recuerdo al Canalla ya que le ganó la final de la Copa Conmebol en 1995. También chocará con un histórico como Peñarol y tendrá un viaje largo a Venezuela para medirse con Caracas. Y Talleres buscará hacer historia y la peleará en una zona que comparte con un grande de Brasil como San Pablo, Barcelona de Ecuador y Cobresal de Chile.
Las bolillas ya dieron su veredicto. Están los grupos. En dos semanas, empieza a rodar la pelota. Y la pasión por la Copa Libertadores. ■