Juzgan a 5 policías por la muerte de un joven en una comisaría
Damián Sepúlveda (27) fue detenido en 2013 en General Madariaga por una contravención. Dijeron que se había suicidado, pero tenía marcas de golpes.
“Izamiento por mano extraña”. El término técnico utilizado por los peritos refiere a un ahorcamiento que pretende simular un suicidio. De acuerdo a las pruebas ventiladas en un juicio que arrancó hace pocos días en el Tribunal Oral N° 2 de Dolores, eso le pasó a Damián Sepúlveda (27), un humilde alambrador de campos, tras ser detenido por “ebriedad, portación de cuchillo y resistencia a la autoridad” el 13 de enero de 2013.
Según reconstruyó la investigación, en 2003, uno de los cinco oficiales de la Policía imputados por su crimen le había pegado un escopetazo en el muslo. Además, en 2008, estuvo demorado por “averiguación de antecedentes”.
Aunque había nacido en Mar del Plata -donde viven su madre y sus hermanas-, a los 14 años Damián se mudó con su padre a 100 kilómetros, en General Madariaga. En la seccional de esa ciudad apareció ahorcado con su remera. “Era un pibe bárbaro, solidario, buenazo, pero, como era adolescente y rebelde, mi mamá lo llevó a Madariaga para alejarlo de las malas juntas”, cuenta su hermana María Eugenia, quien reclama justicia junto a su familia desde hace una década.
Aunque una autopsia hecha por el médico de la Policía sostuvo que era un típico suicidio, la segunda autopsia -realizada por Virginia Creimer, de la Procuración Bonaerensedeterminó que lo habían matado y que, antes de colgarlo, lo golpearon al menos treinta veces.
Como suele ocurrir cuando la víctima es pobre y los acusados son policías, la causa tardó más de una década en llegar a la etapa de juicio oral. Los policías nunca fueron presos, ya que el fiscal consideró que no iban a escaparse ni entorpecer la investigación. Dos de ellos fueron exonerados (uno tenía una segunda causa por homicidio) y a los otros tres les iniciaron un sumario administrativo. Los abogados de la querella están confiados en las pruebas de cargo. Creen que podrían fugarse. Por eso, cuando se cierre la etapa de debate antes del veredicto, van a pedir que se los detenga preventivamente. Como apoyo extra, la familia de Sepúlveda cuenta con la abogada Margarita Jarque, de la Comisión Provincial de la Memoria (CPM), aceptada como veedora en el juicio.
Al juicio oral, que está a días del veredicto, se llegó con la siguiente acusación: “Dos funcionarios de la Policía de la Provincia de Buenos Aires identificados como Alcides Gabriel Montenegro y Mauricio Daniel Díaz, siendo aproximadamente las 10.48 en inmediaciones de 8 y 21, detuvieron a Damián Alejandro Sepúlveda. Procedieron a su traslado en móvil primero al Hospital Municipal, donde, si bien no fue exhaustivamente revisado, tampoco se le detectaron lesiones a simple vista. Conforme precario médico presentaba aliento etílico”.
Después lo llevaron a la Comisaría de General Madariaga. “Arribaron a las 11.05, según el sistema de localización automática del móvil. Sepúlveda fue ingresado con vida por policías al sector de calabozos”. El fiscal Juan Pablo Calderón estima que “entre la hora de la detención (10.48) y antes de las 12.45 de ese día, Mauricio Díaz y Alcides Montenegro, sin poder establecer lugar exacto pero encontrándose la persona detenida bajo custodia y en el espacio delimitado entre el traslado en el móvil policial y el sector de calabozos de la Comisaría de General Madariaga, con el fin de provocarle un intenso sufrimiento, torturaron a Sepúlveda, principalmente mediante la aplicación de golpes en su cuerpo, más precisamente en la cabeza, la nariz, la región dorsal, la rodilla, el pie derecho y el tobillo izquierdo”.
Posteriormente, Díaz y Montenegro habrían “procedido a darle muerte, arrastrándolo y sujetándolo, para luego ser colgado“.w