Argentinos, en lo alto por una lluvia de goles
El local construyó el 3-0 sobre Rosario Central a puro fútbol y con la eficacia de Romero (2 tantos) y Gondou.
Diluvia en La Paternal, pero bajo ese cielo cargado de rayos y centellas, Argentinos brilla como el sol. Entonces esos hinchas que desafían el clima, a los que ni siquiera dejan ingresar con paraguas, cantan y bailan la danza de la lluvia. Cómo no divertirse si el equipo no solo contagia; también, se sube a la cima de la tabla de la Zona A, posición que comparte con River y Vélez.
La goleada, obra maestra del contraataque, no es casualidad. Argentinos tiene un sello propio, algo difícil de conseguir en el medio de un calendario tan apretado. Y a bordo de un 4-3-3 flexible, dominó la escena. En este contexto, Lescano fue el jugador que mejor entendió el partido. Con un toque desactivó a Rosario Central. Gondou, un “9” tirado levemente a la derecha, se entendió perfectamente con Romero.
Lescano jugó largo tras una recuperación el medio, Gondou picó al vacío y con la cabeza habilitó a Romero, que esta vez definió con categoría. Hubo suspenso por la revisión del VAR, que determinó que no había offside y se gritó con delay.
Y en un nuevo contraataque que se gestó en una recuperación de Santamaría, llegó el penal que derivó en el segundo festejo de Argentinos. Volvieron a combinar Lescano, esta vez participaron Oroz y Verón, y Gondou quedó de frente a Broun. Martínez lo bajó y Lobo Medina, muy cerca, cobró la infracción. El rubio delantero lo resolvió con jerarquía desde los doce pasos.
En el segundo tiempo, los rosarinos salieron decididos a presionar sobre el área de Rodríguez, pero quedaron desarmados. Y enseguida Argentinos construyó otra réplica que terminó en otro golazo de Romero. Fue a partir de un pase de billar de Oroz entre los zagueros que estaban lanzados y el “9” mostró gran jerarquía para pisar la pelota, dejar revolcado a Broun y definir casi sin ángulo.
Rosario Central nunca pudo hacer pie. Ni siquiera con los cambios que metió Miguel Russo. Argentinos siempre estuvo más cerca del cuarto que su rival del descuento. Broun lo impidió. Y el Bicho, que recordó a los Globetrotters por su fútbol y toque, celebró con todo.w