Lijo, un juez polémico pero que logró la condena a Boudou
Carrió lo critica por el caso del vaciamiento de YPF. Tiene un vínculo fuerte con Lorenzetti.
Ariel Oscar Lijo asumió como juez federal N° 4 de los tribunales de Comodoro Py en el 2004 y cubrió el cargo que había dejado su entonces cuñado, Gabriel Cavallo, quien había sido ascendido, a su vez, a la Cámara Federal porteña. Se trata de un magistrado cercano al ministro de la Corte, Ricardo Lorenzetti, que es el hombre fuerte de la Asociación de Jueces Federales de la Argentina. Es un hincha fanático de Boca. En su despacho tiene una réplica en miniatura del estadio de la Bombonera y estatuillas de los monos sabios chinos que no ven, no oyen y no hablan. Otro de sus hobbies es la canaricultura.
En el 2004 fue nombrado juez federal, junto a Guillermo Montenegro, Daniel Rafecas y Julián Ercolini, tras ganar un concurso y ser propuesto por el ex presidente Néstor Kirchner, luego de ser el secretario de la camarista Luisa “Piru” Riva Aramayo.
En sus más de veinte años de trayectoria ha sido duramente criticado por Elisa Carrió por su rol en la investigación del vaciamiento de YPF.
Pero, por otro lado, en el 2014 procesó al vicepresidente Amado Boudou en la causa Ciccone, tras reunirse con el papa Francisco en el Vaticano. Boudou terminó condenado a 5 años y 10 meses de prisión y se convirtió en el primer vicepresidente en asumir esa condición.
En ese encuentro en el Vaticano, luego de recibir la bendición, Lijo le contó al Sumo Pontífice que iba a actuar con “precaución y responsabilidad institucional” en las causas que involucran al Gobierno para contribuir a la estabilidad política de la administración de Cristina Kirchner y recibió, para su sorpresa, como respuesta un “está bien siempre que no sea cobardía o impunidad”. Apenas volvió a Buenos Aires, procesó a Boudou que era vicepresidente en ejercicio.
Además de su actuación como juez de la causa Ciccone, Lijo llevó adelante la investigación de irregularidades en la causa AMIA, en la que mandó a juicio oral a Carlos Menem, entre otros. En 2015, luego de que su colega Daniel Rafecas archivara la denuncia del ex fiscal de la AMIA Alberto Nisman contra Cristina Kirchner por encubrir a 5 iraníes en el atentado contra la AMIA, Lijo libró 49 medidas para investigar el caso que ahora está en juicio oral. También había procesado al senador K y ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Oscar Parrilli en la causa por la fuga del financista de la efedrina, Ibar Pérez Corradi, a Paraguay.
En la actualidad, tiene la denuncia contra la ex titular de AySA, Malena Galmarini, por supuestos sobreprecios en la compra de camionetas para la empresa. Y abrió una causa contra el dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, por violación de los derechos humanos desde la perspectiva de delitos de lesa humanidad.w