Clarín

Cayó el jardinero y son 5 los detenidos por el crimen del empresario de San Isidro

Tiene 23 años y antecedent­es por robo. Se suma a otros tres sospechoso­s y al remisero que los llevó al lugar.

- emikkelsen@clarin.com Esteban Mikkelsen Jensen

Francisco Gaitano (23) era jardinero en una casa, cerca de la vivienda del empresario Jorge De Marco (65), en San Isidro. Fue quien, según los investigad­ores, lo marcó para robarle en un asalto que terminó en un crimen. “Vivamos una vida a lo maldito”, parafrasea­ba en Instagram por la canción “Bailando”, del rapero chileno Jordan 23. Al sospechoso, que ya estuvo preso por el mismo delito, lo detuvieron luego de que se entregara otra integrante de la “Banda del Millón” de la villa La Cava, en Beccar.

La familia de Sharon Lucero Silva (19) la convenció para que se presentara en la Fiscalía de San Isidro y lo hizo el martes junto a su abogada defensora. El primer detenido, el remisero Rubén López (70), señaló a la joven como quien pidió un viaje en la agencia de Rolón al 1600 (Beccar), para buscar a sus cómplices tras el robo a De Marco, la madrugada del 14 de marzo.

Además de ellos tres fue detenien contrado), do en las últimas horas otro integrante del grupo, Kevin Sebastián Leites Acuña (18). Se había teñido el pelo y afeitado la barba. También cayó Juan Pablo “Pipi” López (42), quien les daba refugio en su casa, en Tornú y Manuel de Pinazo, Cuartel V, partido de Moreno.

Allí estaba también un hermano de Gaitano, de 18 años, quien saltó por una ventana del primer piso y escapó por los pastizales y el barro, en medio de un fuerte temporal. Francisco Gaitano tenía antecedent­es por robo a mano armada, con una condena de dos años. Salió en 2019 con libertad condiciona­l.

Los allanamien­tos, realizados por agentes de la DDI San Isidro y la Superinten­dencia AMBA Norte, fueron requeridos por el fiscal general adjunto Patricio Ferrari y su colega Carolina Asprella, del Área Criminal del Ministerio Público de San Isidro. Según reconstruy­eron con la colaboraci­ón de la Unidad Fiscal Especializ­ada en Investigac­iones de Ciberdelit­o, a cargo de Alejandro Musso, uno de los asesinos del empresario, que tendría 16 años y es el novio de Silva (aún no usó el celular de la víctima para que fuera a buscarlos en remís a media cuadra de la casa, en San José 86, cerca del Jockey Club y el Hipódromo de San Isidro.

Tras el asesinato, la banda se dirigió a la villa La Cava, adonde se dividieron el botín: más de 15 armas de fuego cortas y largas de alto valor comercial, ya que De Marco era coleccioni­sta e instructor de tiro.

Todas las mañanas, el empresario inmobiliar­io desayunaba en el bar La Bicicleta, en San Isidro. El jueves no apareció y eso despertó las sospechas de Susana Dascalaky (58), con quien llevaba trece años en pareja, aunque no vivían juntos. Dascalaky pidió a un amigo del Tiro Federal al que solía ir a practicar De Marco, en San Fernando, que fuera a tocarle timbre a su casa. En la vivienda de De Marco estaba todo desordenad­o, una típica escena de robo. El hombre, que medía 1,98 metro y pesaba 130 kilos, según su pareja, fue sorprendid­o mientras dormía. Lo maniataron con cordones, le ataron las piernas con una sábana y lo golpearon, lo que provocó su muerte.■

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