La nueva “Ghostbusters” es familiar y familiera
“Apocalipsis fantasma”
Comedia / Acción Estados Unidos, 2024. Título original: “Ghostbusters:
Frozen Empire”. 115’, SAM 13. De: Gil Kenan. Con: Paul Rudd, Mckenna Grace, Annie Potts, Dan Aykroyd, Bill Murray y Ernie Hudson.
Hace cuarenta años, Egon Spengler y sus compañeros salvaron al mundo de espíritus malignos en la primera Los Cazafantasmas, y desde hace una película los que se encargan de eso son sus descendientes (con alguna ayudita de sus excompañeros de trabajo y de Gary, un profesor de ciencia y sismólogo, encarnado por Paul Rudd).
Son su hija Callie (Carrie Coon) y sus hijos Trevor (Finn Wolfhard, de Stranger Things) y Phoebe (Mckenna Grace) y tras desplazar las acciones a un ámbito rural hace tres años en Ghostbusters: El legado, ahora todos regresan a la antigua estación de bomberos de Tribeca (Nueva York), que era la nueva sede de los Cazafantasmas.
Y la amenaza llega con un demonio llamado Garraka, encerrado en una bola de latón que Nadeem (Kumail Nanjiani) le vende a Ray Stantz (Dan Aykroyd, de los originales Cazafantasmas). Ray se encarga de comprar cosas que la gente desecha, pero no se imaginaba lo que había en esa bola. Garraka quiere reunir un ejército de espíritus (muchos de los cuales están en una Unidad de Contención, en la que se han metido una gran cantidad de entidades paranormales, en la sede de los Cazafantasmas) y crear un frío mortal.
Para esta ocasión Jason Reitman, que había realizado la película anterior en homenaje a Harold Ramis, el actor fallecido en 2014, solo escribió el guion con su padre Ivan, fallecido hace dos años y director de las dos primeras, y junto con el director Gil Kenan (la animada Monster House)
Para más, a bordo del vehículo especial Ecto-1, Phoebe recorre las calles con un arma de protones para capturar a los espíritus. El alcalde (William Atherton) no ve bien que una menor de edad trabaje, por lo que deben apartarla. A ella se le presentará una noche, en un parque y en una partida de ajedrez, una joven fantasma rubia (Emily Alyn Lind), importante para el resto de la trama.
Hay tres puntos a considerar con Ghostbusters: Apocalipsis fantasma. Primero, se hace evidente que no puede no contar con Ray Parker Jr. cantando el tema musical de la película original, repetido la cantidad de veces que los productores crean necesarios. Así, tampoco pueden faltar los Cazafantasmas que aún viven (Aykroyd, Bill Murray y Ernie Hudson).
Al ser una película familiar y familiera, Gary hace todo para ser aceptado por los hijos de su pareja como su padrastro. Y por allí pasa otra de las cuestiones de la película. ¿Es divertida? ¿Vale la pena volver a ver una misma historia (Cazafantasmas cazando fantasmas, valga la redundancia), pero ahora con diez y no cuatro protagonistas?
Por lo pronto, hay mucha más acción en esta película que en la anterior. Y para arraigar la nostalgia, Apocalipsis fantasma incluye apariciones de viejos conocidos, como el fantasma verde que atraviesa cuerpos y el mini ejército de los Malvaviscos vestidos de marinerito. Cada uno sabrá si le alcanza.