El hijo menor del hombre descuartizado en Caballito confesó que es el asesino
“Discutí con él y pasó lo que pasó”, dijo el joven de 21 años, paciente psiquiátrico, que fue llevado al Hospital Borda.
Daniel Cichero (74), médico patólogo jubilado, padre de dos varones de 46 y 21 años, no respondía los mensajes ni los llamados de su hijo mayor, que supo que algo andaba mal, en el barrio de Caballito.
En el departamento, de una valija abierta sobresalía el cuerpo descuartizado de su padre. Sobre la mesa del comedor, en una bolsa de nailon estaba la cabeza. Había pisadas con barro en todos los ambientes, huellas de su hermano menor, que había intentado hacer un pozo en el jardín común de la cochera para ocultar los restos.
Mientras los detectives de Homicidios
y de la Comisaría Comunal 6 de la Policía de la Ciudad trabajaban en la escena y contenían al mayor de los hijos llegó el sospechoso al lugar. Sin alterarse, admitió: “discutí con él y pasó lo que pasó”.
Su hermano músico por parte de padre lo quiso golpear: “¡qué hiciste, qué hiciste!”, le repitió. Tuvieron que intervenir los agentes. “Estaba enojado con él, pero no podía dormir por lo que le hice”, agregó el acusado para explicar por qué se había ido. Y dijo que se molestó porque su papá lo había retado.
El joven llevaba poco más de un año viviendo con su papá en el departamento del sexto piso de Aranguren al 1600, a cuatro cuadras de la cancha de Ferro Carril Oeste.
Padecía esquizofrenia y había dejado de tomar la medicación,
aunque lo trataba una psiquiatra. Se llevaba mal con su mamá -también médica, separada de Cicheroy su padre le dio alojamiento. “Mi papá era amoroso con él, se ocupaba de la comida y de la higiene, pero él no tomaba la medicación y creyó que podría controlarlo”, dijo el hijo mayor a la Policía.
En la escena hallaron dos cuchillas y la sierra con que el sospechoso cortó el cuerpo. Creen que lo mató en su cama mientras descansaba (entre la noche del martes y la madrugada del miércoles) y que lo descuartizó ahí o en la bañera. El departamento, de dos ambientes, tiene comedor, una habitación, baño y una cocina muy chica. El joven dormía en un sillón del living.
Las piernas de la víctima, que había sido jefe de Patología en hospitales bonaerenses, fueron seccionadas a la altura de la ingle. El asesino las puso en la valija e intentó hacer lo mismo con el torso. Como no podía cerrarla lo decapitó y dejó la cabeza sobre una mesa. En los brazos de Cichero detectaron heridas que podrían ser defensivas, entre los codos y el hombro.
Llamó la atención que solo había
El homicida intentó cavar un pozo para ocultar los restos.
sangre en el colchón. Los elementos utilizados para matar y descuartizar habían sido lavados. También limpió el departamento, donde había rastros de barro, y dejó la pala sucia con la que intentó hacer un pozo. El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 21, a cargo de Marcos Fernández, requirió el informe médico del sospechoso y dispuso su traslado al Hospital Borda, “a fin de que se le efectúe un informe interdisciplinario con el equipo de salud” y determinar si es imputable o no.