Cambió Insua y San Lorenzo metió dos triunfos para soñar
El técnico dejó atrás los cinco defensores y otra vez le dio resultado. Le ganó al Godoy Cruz puntero y se ilusiona con la clasificación. Ahora le toca Boca.
Después de la tormenta salió el sol para el San Lorenzo de Ruben Darío Insua. Tras la suspensión del miércoles, el Ciclón superó ayer 1-0 al líder Godoy Cruz en el Nuevo Gasómetro, por el postergado de la fecha 9. Con el cambio de sistema lleva dos triunfos seguidos y se puso a tres puntos de los playoffs en la Zona B. Y se le viene Boca.
Salió de su zona de confort el Gallego Insua. Se animó a abandonar el esquema con cinco defensores que fue un sello distintivo en todo este segundo ciclo en Boedo para reorganizar a un San Lorenzo que no lograba arrancar en el 2024. Cambió por primera vez en la Copa Argentina, con Independiente de Chivilcoy. Y luego lo hizo de nuevo el fin de semana ante Sarmiento. Ganó en ambos y volvió a implementarlo contra el Tomba.
El problema en la fresca noche del Bajo Flores que le dio la bienvenida al otoño fue que le faltó una pieza vital como Adam Bareiro, su capitán y goleador, que se fue a la selección de Paraguay. Insua, entonces, optó por reemplazarlo con el tanque Diego Herazo y ubicar atrás suyo a Cristian Ferreira suelto. Sin embargo, Ferreira apenas conectó con Nahuel Barrios una vez en todo el primer tiempo. Un primer tiempo sin peligro en ninguna de las dos áreas.
Los arranques frenéticos del Perrito Barrios fueron lo único que hacían entrar en calor a los hinchas que, sedientos de ver algo de fútbol de su equipo, valoraban con aplausos hasta un intento de centro de Jhohan Romaña, el grandote zaguero colombiano que había quedado arriba en una escapada aislada. No tenía compañía el ‘10’ azulgrana y terminaba chocando después de un par de gambetas exitosas. Malcom Braida, su socio de siempre por la banda izquierda, está más contentido en su nueva función de lateral y no tiene tanta libertad ofensiva como de carrilero.
Del otro lado tampoco se caían las ideas. Hernan López Muñoz rompía el 4-3-3 de Daniel Oldrá para centrarse y aprovechar la espalda de Manuel Insaurralde, pero pocas veces logró prosperar con claridad. Un tiro desviado de Vicente Poggi después de un mal pase al medio de Insaurralde fue lo único riesgoso que hizo la visita de cara a Facundo Altamirano en la desanimada etapa inicial.
Herazo no paraba de chocar contra los centrales rivales. Insua lo sacó y mandó a la cancha a Cristian Tarragona en su lugar después de los primeros 10 minutos del complemento en el que tampoco pasaba nada. También metió a Iván Leguizamón por un improductivo Agustín Giay y el 4-4-1-1 viró a un 4-3-1-2. La nueva fisonomía no lo mejoró a San Lorenzo.
La pelota la controló siempre el cuadro cuyano, aunque sin profundizar. Daba la sensación que si apretaba el acelerador, Godoy Cruz podía llevarse algo para la tierra del sol y del buen vino. Pero no vio venir el golpe del Ciclón. No podía ser de otra manera que de pelota parada. Ferreira mandó el tiro libre desde la derecha en forma de centro, la peinaron en el primer palo y Tarragona definió por el medio. Cobraron un offside que no existió y el VAR corrigió para otorgar el gol lícito del local.
La visita, ahora sí, fue a fondo. En la siguiente jugada reclamó un claro pase atrás de Braida a Altamirano, que el árbitro Andrés Gariano insólitamente no sancionó. Enojado, el Tomba metió dos cabezazos a quemarropa: uno de López Muñoz que sacó en la línea Gonzalo Luján y otro de Tomás Conechny que atajó Altamirano. No le alcanzó y los tres puntos quedaron en el bolsillo de Insua.