Clarín

Maravilla Martínez desató todo con un gol y Racing pasó de ronda

El equipo de Costas regaló un tiempo hasta que el punta rompió el cero. Después fue un monólogo de la Academia.

- Maximilian­o Uría muria@clarin.com

Ni el más fanático de Adrián Martínez hubiese aventurado que el atacante de 31 años sería, en este inicio de temporada 2024, el futbolista indispensa­ble de Racing. En la lista de preferenci­a de los hinchas aparecían Juan Fernando Quintero, Roger Martínez, Johan Carbonero, Agustín Almendra, Bruno Zuculini y otros. Pero es Maravilla el que no puede faltar, el que soluciona los problemas: ayer, en La Plata, ingresó en el segundo tiempo y un gol suyo abrió el camino de la goleada 3-0 contra San Martín de Burzaco por los 32avos de final de la Copa Argentina.

La ausencia de Quintero, afectado a la selección de Colombia, se iba a sentir. Juanfer fue el mejor futbolista de la Academia en la racha de cuatro juegos sin ganar, con dos empates y dos victorias. Entonces, como se suponía, jugó a otra cosa el elenco que comanda Gustavo Costas: fue más frenético y directo. Pero le faltó inteligenc­ia y jerarquía en los metros finales y por eso extrañó demasiado al zurdo colombiano. Y bastante más: tuvo un penal en el minuto final y Santiago Sosa lo falló después de discutir el ejecutor con Salas y con Rojas.

Costas apostó por un 4-3-3 para enfrentars­e con San Martín de Burzaco, elenco que protagoniz­a la Primera B. Hubo espacio para los debuts desde el inicio de Facundo Cambeses, Marco Di Césare y Agustín Urzi, y también el entrenador les dio minutos a Baltasar Rodríguez y Johan Carbonero. Se presentó como un equipo más liviano y veloz Racing. Pero, se repite, le faltó justeza en los metros finales y terminó dejando una pálida imagen en esa etapa inicial. Es cierto que Carbonero desbordó bastante por su banda y que Mura falló dos controles simples que lo hubiesen puesto de cara al gol.

Fue digno lo de San Martín, que intentó presionar y jugar de igual a igual. Ese ímpetu, de todos modos, duró un puñado de minutos porque rápido la Academia se quedó con la pelota y el espacio.

Metió fuerte el equipo del Ascenso, hay que decirlo. Joaquín Camejo sacó de la cancha a Ignacio Galván (molestia en el tobillo izquierdo) y para Fernando Rapallini no fue más que un choque. Mereció, de mínima, la amarilla.

Se hablará otra vez de un penal en Racing. Bazán bajó en el área a Rojas, que se paró rápido para buscar la pelota y patear. Maximilian­o Salas corrió en búsqueda de otra y Santiago Sosa se apropió de otra y se paró en el punto de penal. El ex River les ganó la pulseada a sus compañeros, pero no pudo ante Lautaro Maldonado, que se tiró al palo izquierdo y atajó.

Al partido lo abrió y lo liquidó Maravilla. Metió dos cambios Costas en el complement­o: Martínez por el errático Urzi y Martirena por el lesionado Rojas. Y en la primera que tuvo, el delantero no falló su mano a mano y definió por entre las piernas de Maldonado. Iban apenas 12 minutos.

No solo hace goles Martínez, sino que también mejora a los compañeros. Porque Salas pasó de jugar un mal primer tiempo a tener una gran segunda parte. El atacante platinado habilitó a Maravilla en el que desató el nudo y se sacó la mufa al convertir el tercero, tras una pared con Mura. Fue, al cabo, su primer festejo en 12 juegos.

No hubo paridad en la etapa final porque San Martín se cansó. El segundo fue de Carbonero, que bailó a lo Vinicius por la línea de fondo y definió luego de esquivar al arquero. Un golazo.

Pasó Racing y no dio lugar a sorpresas. Ahora irá con el vencedor de Instituto y Talleres (RE).

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Otro gol y van. Adrián Martínez entró y marcó el desequilib­rio.

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