Tendrían vínculos con narcos los acusados de matar a un empresario
Creen que los ladrones que asesinaron a Jorge De Marco en San Isidro vendieron sus armas por $ 16 millones. Una banda de la Villa 18 en San Martín las habrían comprado.
Fue un golpe que demandó más de una semana de inteligencia y contó con un mecanismo rápido y eficaz para deshacerse del millonario botín. La investigación por el crimen del empresario Jorge De Marco (65) en San Isidro arrojó detalles sobre el funcionamiento de la “Banda del Millón” y brindó una pista sorprendente: el arsenal robado habría sido vendido a narcos de San Martín.
Estos datos se desprenden de las indagatorias a los imputados por el asesinato y nuevos allanamientos. En uno de ellos detuvieron a un quinto sospechoso, un adolescente de 17 años. También hay un menor de 14 años involucrado, según informaron a Clarín fuentes judiciales.
A Jorge De Marco lo vigilaron la semana anterior al crimen, ocurrido en la madrugada del 14 de marzo. Todos los días, a la mañana y a la tarde, el jardinero Francisco Gaitano junto al adolescente de 14 pasaron por la casa de la víctima, a una cuadra del Jockey Club de San Isidro.
Gaitano conocía la zona porque era el jardinero de una casa lindera ubicada sobre la calle Obispo Terrero y porque vivía a menos de 20 cuadras, en la villa La Cava. En ese trabajo de campo confirmaron que la casa de De Marco tenía sensores de movimiento en la planta baja. Con ese dato ingresaron por la planta alta y, durante el robo, no fueron a la planta baja. En el piso de arriba, además, no había rejas, ni alarma y la víctima, que tenía EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), dormía con la ventana abierta.
“Nos gustó porque era una casa grande y no tenía rejas ni cámaras”, declaró, palabras más, palabras menos, Kevin Leites Acuña (18), uno de los detenidos que confesó su participación en el golpe ante los investigadores. Su testimonio fue clave para reconstruir el plan ejecutado por la “Banda del Millón” y confirmar los roles de sus miembros.
Leites dijo que fueron a la casa a las 4 de la madrugada, que él fue en bicicleta y que se quedó en el parque haciendo de campana. También declaró que suponían que la víctima no estaba. Los investigadores no descartan que haya mentido para mejorar su situación. Según Leites, apenas sus compañeros entraron escuchó un disparo, que dijo que hizo De Marco. Los ladrones lo ataron de pies y manos a la cama y lo golpearon. De Marco sufrió la fractura de dos costillas, que junto a un pañuelo que le pusieron en la boca, le provocaron una broncoaspiración y la muerte.
Los investigadores creen que los ladrones no sabían que en la casa había un arsenal. Se llevaron al menos cuatro pistolas y dos fusiles. También robaron el teléfono de De Marco, una cadena de oro y, según Kevin y Sharon, no habrían encontrado dinero. Pero los investigadores dudan.
Sorprende lo fácil que lograron deshacerse de las armas. Según dijeron fuentes de la investigación a Clarín, la ruta fue así: de la casa de De Marco las llevaron en remís a lo de Martín Gaitano, hermano del jardinero y prófugo del caso. En La Cava, se las entregaron a un adolescente de 17 años .
De su casa, el botín fue a lo de Juan Pablo López, alias “Pipi”, en Moreno, que a la vez se las dio a Pablo Ávila, para que las comercializara. Se presume que lo hizo por $ 16 millones. ¿Los compradores? La Justicia sospecha que fueron narcos de la Villa 18 de San Martín, barrio que históricamente controló el jefe narco Miguel Ángel “Mameluco” Villalba.
El viernes los investigadores allanaron la casa de Ávila en José C. Paz, pero sigue prófugo. Ávila, además, tiene pedido de captura de la Justicia desde 2013 por haber fugado de la comisaría de Beccar.
En más allanamientos ordenados por los fiscales Patricio Ferrari y Carolina Asprella y realizados por la DDI San Isidro, detuvieron a B., el adolescente de 17 al que le entraron las armas en La Cava. A este detenido le gustaba hacer publicaciones en las redes sobre el mundo del delito.
Los investigadores le tomaron declaración a “Pipi” López, el que habría recibido las armas de De Marco en Moreno. Dijo que no sabía que Leites y Martín Gaitano eran buscados. Pero se vio acorralado cuando le preguntaron por qué Leites se tiñó y se afeitó en su casa. También lo acusan de haberle dado refugio a los prófugos a cambio de dinero.
Francisco Gaitano, el jardinero, se negó a declarar.Tiene antecedentes por robo. En el caso están prófugos Martín, su hermano, y Ávila.
El primer detenido por el caso fue el remisero Rubén López (70). Sharon, novia de uno de los delincuentes, le pidió que buscara a los ladrones por la casa de De Marco. Lo insólito es que los ladrones usaron el celular de la víctima para hablar con la joven. Una torpeza que los investigadores no perdonaron.