Clarín

Era prefecto, ayudaba en la verdulería familiar y lo mataron en un robo

Rafael Loira llevaba 25 años en la fuerza y con su esposa tenían un emprendimi­ento para llegar a fin de mes. Lo atacaron cinco delincuent­es que aún están prófugos.

- Natalia Iocco niocco@clarin.com

Rafael Carlos Loira (49) había llegado a su casa. "Trabajaba de cuidarnos", dice su familia. Era prefecto hacía 25 años y sus compañeros lo recuerdan como un "gran compañero": Pero este lunes llegó de su turno en la Dirección de Protección Ciudadana y volvió a salir: "Dejá que yo hago los respartos", le dijo a Sonia, su esposa.

La familia de Sonia es conocida. "Tienen negocio de toda la vida", en Villa Fiorito. Y ella siguió el legado familiar. Pero para principos de año la mujer se fundió, no pudo sostener el local donde había abierto su verdulería en medio de la crisis económica. Entonces, "para llegar a fin de mes" instaló los cajones de la verdulería en la puerta del almacén de sus padres.

"Como atención, para sostener las ventas, hacía reparto a los más conocidos del barrio. Rafael había ido a cuatro cuadras del negocio, acá nomás", explica todavía incrédulo Rubén, su cuñado.

Según confirmaro­n fuentes de la investigac­ión consultada­s por Clarín, Loira "detuvo la marcha, colocó las balizas y cuando bajó en la casa donde iba a hacer el reparto, lo intercepta­ron". Eran las 22.07 cuando las cámaras de seguridad lo detectaron al pasar.

En la esquina de Mario Bravo y Ginebra se le cruzó un Chevrolet Corsa. Loira había ido con un amigo que se quedó adentro del auto en marcha. "Eran entre cuatro y cinco personas", aseguraron los testigos. Tres de los ladrones estaban armados, unos se dirigieron a la Renault Duster y otros fueron directo a "Pepo", como lo llamaban.

Fuentes judiciales confiaron a Clarín que Loira llegó a sacar su arma reglamenta­ria y a disparar varias veces contra los delincuent­es que también y tiraron "por lo menos tres veces". Uno de esos tiros fue directo al abdomen de "Pepo", que cayó tendido en la vereda.

Los ladrones escaparon sin llevarse nada. El amigo de Loira se fue corriendo y la Duster quedó encendida, con las puertas abiertas y la verdura en el suelo. "Vení, vení que le dispararon a 'Pepo'", escribió la clienta para advertirle a Sonia que su marido estaba herido.

El domigo, Sonia y su marido cumplieron 28 años de casados. "Él hoy tendría que estar festejando con mi hermana y acá estamos, eligiendo el cajón en el que lo vamos a enterrar", lamentó Rubén, hermano de Sonia.

Las redes sociales se llenaron de mensajes de los amigos y conocidos. Describier­on a Loria como una persona “muy dedicada” con su trabajo y aseguraron que era un hombre que destilaba alegría.

Sonia y Rafael tuvieron dos hijos, uno de 15 años y una de 19. La mujer contó que el hijo menor lamentó que por las ocupacióne­s que tenía y el tiempo que le dedicaba al trabajo "no lo disfrutó a su papá". Además, dijo: "Está destrozado, no tenemos consuelo ni sabemos cómo vamos a seguir”.

“Lo único que quiero es despedirlo en paz, como correspond­e, que esos 25 años que le brindó a la Prefectura se hagan ver porque él siempre fue un buen policía. Él amaba su trabajo. Yo le reclamaba que estaba todo el tiempo con el teléfono solucionan­do problemas y ahora me quedé sola con mis dos hijos”, dijo la mujer en una entrevista con El Trece.

Y agregó: “Él me decía que dejara de trabajar, que nos íbamos a arreglar, y yo tenía miedo de que se vuelva a poner el uniforme porque trabajaba de civil, pero nunca pensé que iba a pasar por esto”.

La investigac­ión quedó en manos de Carla Furingo, de la fiscalía N°1 de Lomas de Zamora, que le confirmó a Clarín que ya había ordenado la autopsia. Tres de los cinco atacantes fueron identifica­dos y uno de e llos fue detenido ayer.

“Me llamó una mujer desesperad­a, me dice ‘vení por favor, que le quisieron robar a tu esposo, está

tirado en la calle. Vení, vení’", relató Sonia, y agregó: "Y bueno, lo llamé a mi hermano que vive enfrente del negocio y salimos volando. Ya cuando fuimos lo vimos muy malherido, no venía la ambulancia y decidimos levantarlo porque yo ya no quería esperar más. Le hablaba, le di respiració­n, lo levantamos como pudimos. Lo puse en mi regazo y fuimos al UPA (Unidad de Pronta Atención)”.

El hermano de Sonia, Rubén, cuestionó y cerró: "Él dedicó su vida a Prefectura y ahora queremos justicia. Estamos averiguand­o el trámite velatorio y no lo podremos despedir hoy ¿Sabés por qué? Porque no abren de noche por los robos. Él que se dedicó a cuidarnos, terminó muerto porque no lo cuidaron y encima no se lo puede velar porque le roban a los deudos. Es increíble".

“Pepo” estaba haciendo un reparto a domicilio.

 ?? ?? Pepo Loira. Tenía 49 años. Alcanzó a sacar su arma reglamenta­ria y a disparar, pero recibió un tiro.
Pepo Loira. Tenía 49 años. Alcanzó a sacar su arma reglamenta­ria y a disparar, pero recibió un tiro.

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