Luz: el Gobierno modera parte de los aumentos anunciados
Beneficia a usuarios de altos consumos. Retroceden con la unificación de categorías por el impacto en quienes usaban más de 400 kWh mensuales.
El Gobierno decidió otro cambio más en las tarifas eléctricas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde operan Edenor y Edesur. A partir de este lunes 1 de abril, moderará los aumentos para los hogares de mayores consumos, por encima de los 600 kilovatioshora (kWh) mensuales. La modificación se oficializó este miércoles mediante las resoluciones 198 y 199/2024 del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE).
El 16 de febrero pasado, el Gobierno había reducido de 9 a 4 las categorías tarifarias residenciales, lo que generó una gran dispersión de las subas porcentuales. Según el nivel de segmentación y la categoría tarifaria, un usuario podría tener incrementos finales en sus boletas de entre 90% y 300%.
El efecto de eliminar las 9 categorías y unificarlas en 4 llevó a que los hogares de consumos mayores a 600 kWh por mes viesen un aumento de 424% en los cargos fijos y de 345% en el valor de los cargos variables. Y el efecto fue un gran salto en las facturas que empezaron a llegar en los últimos días.
Ahora, con este cambio normativo, el Gobierno dividió en 6 las categorías residenciales para el AMBA y autorizó una baja real en las tarifas de los usuarios que consumen entre 601 y 700 kWh por mes; una reducción en los cargos fijos pero una suba en los variables de quienes demanden más; y un aumento en los que caigan en el bloque de 501 a 600 kWh.
Con los cargos fijos, el usuario paga la disponibilidad de electricidad, mientras que con los variables, su consumo real. Con los cargos fijos, las compañías cubren sus costos, que son parejos a lo largo del año. Eso también contribuye a generar
una “tarifa plana” que no implique grandes saltos estacionales en picos de demanda.
El consumo medio de un hogar en Buenos Aires es de entre 300 y 350 kilovatios-hora mensuales, pero los que no tienen gas habitualmente duplican su demanda eléctrica para compensar esa fuente de energía. Por eso, los que no tienen el servicio de gas pueden tener un
enorme ajuste en sus tarifas eléctricas. Las tarifas de Edenor y Edesur se volverán a actualizar en mayo y quedarán indexadas en función de la evolución de los salarios (un 55%) y la combinación de la inflación mayorista y minorista.
Como contó Clarín, en febrero el Gobierno definió la quita total de subsidios a nivel nacional para todos los hogares de Nivel 1 (N1, inLa gresos altos) de la segmentación, los comercios, industrias, hospitales, colegios, clubes, edificios y el alumbrado público, entre otros.
A mediados de marzo se empezaron a ver los primeros saltos en las boletas de todos los usuarios no residenciales, con incrementos superiores al 300% y que solo reflejan una porción del bimestre hasta que se refleje plenamente la eliminación de la ayuda del Estado.
“Es un rebalanceo de las subcategorías tarifarias, debido al impacto mediático que habían tenido los cuadros tarifarios” previos, explicaron en el sector. Desde el 16 de febrero, Edenor y Edesur ya no tienen más atraso en sus tarifas y no hay más transferencias de recursos del Estado para la Ciudad y el Gran Buenos Aires que para el Interior del país en materia de energía eléctrica. Los subsidios son uniformes a nivel nacional.
Si la situación se sostiene en el tiempo, en pocos meses el sistema eléctrico quedará saneado financieramente, con las tarifas reflejando los costos. Para llegar a esa meta, no obstante, falta la definición oficial más importante: el cambio en el esquema de asignación de los subsidios con la Canasta Básica Energética (CBE).
Ese mecanismo de distribución de recursos será “testeado” por el Gobierno nacional en los próximos meses. El compromiso con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es aplicarlo a partir de mayo, aunque algunas fuentes ven difícil que se implemente antes de julio.
Con una cadena de pagos normalizada, se podrá avanzar en la desregulación con contratos de abastecimiento entre privados a largo plazo, lo que provocaría competencia, eficiencia y menos costos.w
El consumo medio de un hogar de CABA es de 350 kWh al mes.