El obispo castrense también pidió domiciliaria para militares
El obispo castrense, Santiago Olivera, abogó por el otorgamiento de la prisión domiciliaria a aquellos militares y miembros de las fuerzas de seguridad “enfermos y con años de prisiones preventivas”, pero sin sentencia, acusados de delitos de lesa humana cometidos durante la última dictadura, y señaló la existencia de “muchas injusticias, sin duda lo más parecido a la venganza”.
Fue durante la prédica de la llamada Misa Cristal de Semana Santa que ofició en la capilla Stella Maris, principal templo de la diócesis castrense, en el barrio porteño de Retiro, ante jefes de las tres fuerzas armadas, de las fuerzas de seguridad y de numerosos capellanes castrenses.
“No puedo dejar de pensar en
aquellos fieles nuestros que más están sufriendo, aquellos que enfermos y con años de prisiones preventivas, siguen sufriendo la
cárcel y, lo que es peor, siguen sufriendo muchos de ellos por causa de miradas parciales e ideologizadas”, afirmó Olivera.
Así se sumó a pedidos de la vicepresidenta Victoria Villarruel, Patricia Bullrich, Elisa Carrió y Graciela Fernández Meijide, entre otros, mientras la Cámara de Casación analiza el tema de las condenas que siguen cumpliendo más de 150 condenados por lesa humanidad a pesar de haber cumplido 70 años.
Tras señalar que “constatamos muchas injusticias, sin duda lo más parecido a la venganza”, señaló que el Papa Francisco “nos invitó a no dejarnos ganar por la ideología de un lado y de otro. Nos dijo el Santo Padre -añadió- que estar privado de libertad no es estar privado de dignidad”.
“No podemos dejar de pensar en tantas familias que, sufriendo en tiempos de democracia violencia y atentados, hoy se los sigue silenciando y etiquetando, sin recibir ningún tipo de de reconocimientos to”, subrayó en referencia a las víctimas y familiares de atentados terroristas. Luego citó al Papa Francisco que “la violencia ejercida desde las estructuras y el poder del Estado no está en el mismo nivel de la violencia de grupos particulares. De todos modos -agrega el pontíficeno se puede pretender que sólo se recuerden los sufrimientos injustos de una sola de las partes”.
Más adelante, monseñor Olivera pidió que la memoria no opaque la verdadera historia, ni aún desde aquellos que han tenido en nuestra para mayores responsabilidades, pues nunca se deben silenciar o negar situaciones violentas y dramáticas que hemos vivido de uno u otro lado”.w