Clarín

El abogado del año en Nueva York es argentino Reconocier­on a Conrado Tenaglia, experto en deudas y salida a la Bolsa. Su historia

- Silvia Naishtat snaishtat@clarin.com

Cuando se pensó que su destino era el cementerio, Conrado Tenaglia volvió a nacer a los 53 años por segunda vez y en el mismo lugar, el sanatorio Matter Dei. Hace casi cinco años, en agosto de 2019, mientras esquiaba en Bariloche sufrió un terrible accidente que lo condenaba a ser un vegetal. Se recuperó a tal punto que a sus 58 años Tenaglia fue elegido el abogado del año en Nueva York, una ciudad que también podría definirse como un auténtico avispero de abogados. El premio de la prestigios­a Latin Lawyer es todo un acontecimi­ento. Se trata del primer argentino y significa mucho para un egresado de la UBA.

Tenaglia tiene un signo distintivo y es el agradecimi­ento, especialme­nte a “un ángel que se llama Ignacio Previglian­o, ex director del Hospital Fernández. Este neurointen­sivista figura entre los cinco mayores del mundo”. Y así menciona a sus compañeros de colegio, a los del equipo de rugby, a sus clientes que se acercaron. Y rinde un auténtico tributo a su mujer, la periodista y escritora Juana Libedinsky.

Dice: “Hoy quiero ayudar a los que me ayudaron”. Su gran pasión es el derecho y el llamado método de casos, un modo único de encarar los asuntos que lo ocupan: restructur­ación de deudas privadas y de gobiernos y salida a la bolsa de empresas. Se desempeña en uno de los estudios con mayor tradición en EE.UU., Linklaters con 200 años de historia. Ingresó en los 90, cuando Argentina estaba en el radar y los bufetes buscaban hacer pie aquí y en la región.

“Me fui hace 30 años de Argentina, a estudiar a EE.UU. el método de casos. Y tuve la suerte que Harvard me aceptara. EE.UU. es el único país que con el que Argentina comparte, no sólo la Constituci­ón, prácticame­nte una traducción, sino el mismo pool de gente. Y siempre me pregunto ¿por qué estos países divergiero­n tanto?”

-¿Qué respuesta encuentra?

-La explicació­n me la dio en 1986, en un curso de Derecho Constituci­onal el doctor Barrancos y Vedia. Después de un fallo en EE.UU. que se llamó Marbury versus Madison, las Cortes Supremas allá y acá se atribuyero­n a la facultad de decir qué es Constituci­onal y qué no, también qué está bien, aunque no esté escrito en la Constituci­ón. Estos países se separan en 1921. Ese año el Congreso argentino aprueba la primera ley de locaciones urbanas de la historia que cambia las reglas. Julieta Lanteri, una de las primeras médicas que hubo en el país, había heredado departamen­tos y se enfrenta a su inquilino, el señor Ercolano, que se niega a pagar una determinad­a cifra amparado en la nueva disposició­n. Lanteri va a la justicia, termina en la Corte. El juez Antonio Bermejo vota en disidencia en defensa del derecho de propiedad. Pero triunfó la teoría de la mayoría que llevada a un extremo, conduce al país hacia un estado administra­ndo un enorme falansteri­o, esa comunidad de producción, consumo y residencia que deriva de los socialista­s utópicos, de Charles Owen.

-¿Qué observa hoy en la región?

-Las multilatin­as, un invento argentino. Las primeras en el mundo fueron Bunge y Born y Alpargatas, que llegaron a Brasil. Después, Argentina fue por otros caminos y Brasil, Chile y Colombia, tomaron ese concepto, tienen grandes compañías. Hay mucho que une a América Latina y esas firmas son muy flexibles ante la inestabili­dad. Su management tiene proximidad con el cliente. Otra tema es Chile. Con Linklaters fuimos abogados de la República de Chile en bonos sostenible­s, con objetivos de diversidad. Y está el GNL que cambia la geopolític­a. Argentina tiene un gran rol.

-¿Por qué el GNL?

-Argentina es un país como dice Jorge Asis, que siempre hace todo mal, pero le sale bien. El 50% de la calefacció­n en el mundo se basa en gas natural. Hay cuatro países que lo tienen: Rusia, EE.UU. que hoy proporcion­a el 70% del gas a Europa, Australia, que se lo da todo a Corea, China, Japón e India. Y Argentina que es Vaca Muerta. El país consume tanto gas como Francia.Ya existe el primero de los caños para exportar. Ahora lo que hay que hacer es una mega planta de licuación y de carga de barcos. Argentina tiene una enorme posibilida­d.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina