El Gobierno usará plata que le sacó a los docentes para dársela a alumnos
Surge del DNU que amplió el presupuesto. Con el dinero de la eliminación del Fonid pagará actualización de becas.
El Estado nacional usará la plata que obtiene de la eliminación del Fonid (parte de los salarios docentes provinciales) para pagar la actualización por inflación de becas
y otros programas para alumnos como comedores y transporte de escolares.
El dato surge del análisis del decreto publicado por el Gobierno este miércoles (el 280/2024) que, por primera vez, amplió el presupuesto nacional que fue prorrogado de 2023 a 2024.
Allí se puede ver que, con una inflación acumulada del 71% entre diciembre y febrero, la ampliación para Educación fue de solo 41 mil millones de pesos, lo que representa 1,7%.
Con este recorte, se produce una
fuerte pérdida de peso relativo de la Educación en los gastos nacionales (la ampliación presupuestaria en el total de la Administración Pública Nacional fue del 36%) y se aleja la posibilidad de llegar al 6% del PBI de inversión educativa a la que obliga la ley.
“El presupuesto educativo del Estado Nacional estuvo históricamente cerca de 1,2% del PBI. Con estos datos, y si no se modifica la tendencia en el resto del año, representará 0,5% del PBI. Caería en dos tercios. Hoy la inversión en educación -nacional más las provinciasestá en 4,8% del PBI. Si se derrumba 1 punto la del Estado nacional estaríamos lejísimo de llegar al 6% del PBI”, explicó a Clarín Javier Curcio, economista e investigador de UBA y Conicet.
El decreto 280/2024 fue publicado por el Gobierno en el Boletín Oficial este miércoles. Lo que hace es actualizar las partidas de todo el Estado nacional (que están congeladas desde 2023), con el simple objetivo de que la administración pública pueda seguir funcionando.
Un análisis de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera (ASAP) muestra que el Gobierno autorizó el incremento de gastos en 206 programas y lo redujo en cuatro (entre ellos, el Fondo Nacional de Incentivo Docente, que pagaba cerca del 10% de los salarios de los docentes provinciales).
El Gobierno informa en el decreto que, entre diciembre y febrero, los ingresos subieron, en total, en $ 19,5 billones (+69%) y entonces autorizó una suba en el gastos en esos 206 programas por $ 14,5 billones (36%).
Ingresos menos gastos, con esto están achicando el déficit en casi $ 5 billones, que es el objetivo primordial del actual Gobierno.
Hasta aquí el análisis general del decreto. Ahora, cuando uno va al renglón de la Secretaría de Educación, lo que observa es que la autorización de ampliación presupuestaria es de apenas 41 mil millones de pesos (1,7%).
¿Solo 1,7% en educación frente al 36% del total y 71% de inflación acumulada? ¿Cómo lo lograron teniendo en cuenta que debieron actualizar por inflación los gastos en la mayoría de los programas?
La clave está en la eliminación del Fonid, un fondo para las provincias que el Estado nacional venía
aportando desde 1998 y que el actual Gobierno decidió interrumpir el 31 de diciembre de 2023.
Con esta eliminación, el Estado nacional ahorró en este primer trimestre más de $ 276 mil millones (-79,5%).
Esta plata la reubicó principalpuestarios. mente en actualizar el dinero para programas para los alumnos con
más problemas, como son el de “Gestión y Asignación de Becas a Estudiantes” ($ 145 mil millones, +49,3%) y “Gestión Educativa y Políticas Socioeducativas” ($ 120 mil millones de pesos, +104,5%).
La fuerte suba en “Gestión Educativa y Políticas Socioeducativas” también se explica porque el Gobierno transfirió este miércoles a Educación los fondos de comedores escolares que tenía la Secretaría nacional de Niñez, Adolescencia y Familia del ex Ministerio de Desarrollo Social.
En el decreto es uno de los cuatro programas que bajan en autorización de gastos (- $9.200 millones, -25%).
También amplió el persupuesto para universidades (“Desarrollo de la Educación Superior”) en $ 51 mil millones (3,7%). Este monto, en pesos, coincide con el 70% de aumento para el funcionamiento de las universidades que el Gobierno prometió un día antes del paro en las universidades, calcula Curcio.
El grueso del presupuesto universitario -que va a salarios e investigaciónsigue congelado.
Consultados por Clarín, desde la Secretaría de Educación explican el motivo de los cambios presuDicen que “se desarrolló durante años una lógica de creación de programas que pueden ser valiosos en sí mismos, pero aislados y desarticulados y sin resultados evaluados”.
“Este nuevo Gobierno tiene la oportunidad de renovar la política educativa focalizándose en la mejora de los aprendizajes fundamentales, especialmente en la alfabetización. Esto conlleva repensar el
financiamiento educativo para salir de un paradigma de distribución de recursos que le da más a quienes más tienen y además sin resultados educativos de calidad”, afirman.
“El nuevo presupuesto inicia un cambio efectivo para que el gasto educativo se dirija especialmente a programas que impacten en la mejora de los aprendizajes fortaleciendo a las escuelas con mayores desafíos a partir de los acuerdos del Consejo Federal de Educación. Buscamos una mayor eficiencia, justicia educativa, supervisión, evaluación, transparencia, libertad y flexibilidad acordada en el uso de los fondos. Tanto los programas de becas, como los de gestión educativa, nos permiten también vincularnos directamente con las escuelas y con los usuarios de los beneficios”, agregaron.
Con una inflación de 71% entre diciembre y febrero, la suba para Educación fue de 1,7%.