Clarín

El trabajo de la Policía “fue denigrante”, dijo la esposa del prefecto

En diálogo con Clarín, Sonia Silva (48) expresó su indignació­n con los agentes bonaerense­s en la escena del crimen de Rafael “Pepo” Loira (49), en Villa Fiorito.

- Esteban Mikkelsen Jensen emikkelsen@clarin.com

Sonia Silva (48) está sentada en la cama matrimonia­l con una camisa de Rafael Carlos “Pepo” Loira (49), el prefecto asesinado hace una semana en Villa Fiorito (Lomas de Zamora). Duerme de ratos y se despierta, esperando que todo sea una pesadilla. Tiene miedo de salir a la calle, como todos los vecinos del barrio, y piensa una y otra vez cómo va a hacer mañana, cuando su hijo de 15 años tenga que tomar el colectivo para ir al colegio.

“Quedate tranquila que lo acompaño yo”, intenta tranquiliz­arla su hija mayor, de 19 años. Pero ella está dispuesta a dejar todo por ellos. “Si quiero salir y esperar en la esquina un colectivo tengo que rezar para que no venga una moto, me robe y no me pase nada, porque, si me pasa algo, mis hijos se quedan huérfanos”, advierte la mujer.

Hace una semana, a “Pepo” lo asesinaron de un balazo en el abdomen cuando salió en la Renault Duster de su suegro a repartir pedidos de frutas y verduras que le habían quedado pendientes a su esposa. Volvió de trabajar en la Prefectura Naval Argentina (PNA) y, como siempre, ofreció su ayuda.

A Loira lo abordaron para robarle al menos cuatro delincuent­es a bordo de un Chevrolet Corsa gris. El prefecto, que estaba de civil y tenía el chaleco antibalas en la mochila, se defendió con su pistola, pero terminó asesinado. Por el homicidio fue detenido Lucas Matías Pogonza (26). Como una ironía del destino tiene el mismo apodo que la víctima, “Pepo”. Si bien creen que el ayudante de segunda de la PNA hirió a uno de sus cómplices, aún no atraparon al resto del banda.

Sonia, además de tener que afrontar la dolorosa pérdida de su marido, debió soportar la falta de profesiona­lismo y empatía de los policías bonaerense­s que realizaron las pericias en la escena del cri“Fue denigrante la manera en que trabajó la Policía, unos pendejos que no saben hacer nada. Si mi marido los veía los cacheteaba uno por uno ¿cómo puede ser que los peritos no tengan las herramient­as para trabajar? Se alumbraban con una linternita y de un celular para hacer la pericia ¿dónde se vio? No tenían siquiera un lugar donde apoyar los sobres”. Y remarca que le pedían a una mujer que les tuviera los sobres, decían que eran “torpes” y “se cagaban de la risa”.

“Estaban en un lugar adonde murió una persona de una fuerza. Mañana le puede tocar a uno de ellos y se cagaban de la risa todos los policías que estaban ahí. Encima se hacían los gatos con el personal femenino ¿esa gente no tiene familia? ¿no tienen un poquito de empatía? Murió un camarada de ellos”, añade con indignació­n.

Sonia y “Pepo” llevaban 28 años juntos. Habían cumplido el aniversari­o el 24 de marzo. Fue en 1996, cuando el papá de Carlos abrió una carnicería a mitad de cuadra de un negocio de quien terminaría siendo su suegro. “Hola linda” la saludaba y compraba yogur, salchichón primavera. Al rato volvía por un encendedor. Luego, por cigarrillo­s. Siempre había una excusa para verla, aunque ella, en principio, “era muy arisca y no le daba bolilla”.

Hasta que se animó y la invitó a salir. Se encontraro­n en “la placita de los enamorados”, al lado de la estación de Monte Grande (Esteban Echeverría), ya que Sonia vivía cerca. Cuando se bajó del colectivo 501, “Pepo” estaba sentado en un banco, tras llegar en tren . “¿Probamos?”, le propuso él. “Me dio un beso y nunca más nos separamos”, cuenta Sonia. Dos años después, en 1998, Loira entró a la Prefectura.

Respecto del barrio en el que vive, a metros de la villa La Cava, donde atraparon a Pogonza, la mujer dice que ahora “es un silencio absoluto, no hay motos, no hay autos, pero van a pasar unos días y esto se reactiva como siempre”.

 ?? ?? Felicidad efímera. Rafael Loira, en un festejo de cumpleaños junto a su esposa Sonia Silva.
Felicidad efímera. Rafael Loira, en un festejo de cumpleaños junto a su esposa Sonia Silva.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina