El laberinto lácteo: el consumo está en baja y cae el precio internacional
La producción bajó 18% y las ventas al público acumulan un derrumbe de 25% en 3 meses. La exportación sufre por dólar atrasado y baja de cotización.
La producción de leche en la Argentina presenta un escenario de laberinto: casi todos los actores confían que hay una salida, pero no la encuentran a simple vista, porque hay factores globales que se entrecruzan con la situación nacional, marcada por un estancamiento recesivo.
En los últimos meses, los productores sufrieron fuertes cimbronazos tanto en su productividad como en la rentabilidad. Las consecuencias de una prolongada sequía, a la par de un aumento desmedido en los costos de alimentación de sus rodeos, en combo con las devaluaciones selectivas del anterior gobierno (dólar soja 1 y 2) y precios rezagados por los controles de precios impuestos desde el Estado- resultaron en una caída inédita de la producción de la temporada verano – otoño 2023/24 de un 18% a nivel nacional. Aunque ese escenario está comenzando a revertirse, con la eliminación de controles de precios, la devaluación del peso y un clima más benigno para la lechería, hay otros nubarrones en el horizonte.
En los últimos meses, los productores de leche han recibido aumentos en el precio de la leche cruda del 94,4%, acumulado entre los meses de diciembre a febrero, de acuerdo al Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (SIGLEA). Ese dato expuesto por dicho organismo oficial, dependiente del Ministerio de Economía, da cuenta de la reparación del daño económico sufrido meses atrás. A su vez, los costos de producción se han estabilizado, y los stocks forrajeros están en vías de recomposición, augurando una buena campaña invierno-primavera, que ya muestra perspectivas positivas.
Específicamente, tomando el precio de referencia del valor de la leche cruda del SIGLEA y el valor del maíz que arroja la Bolsa de Comercio de Rosario para el mes de febrero, la relación leche/maíz de febrero se ubicó en 2 con nuevos aumentos llegaría a niveles superiores a los máximos históricos. En ese sentido, el viento de cola experimentado por el precio de la leche cruda en los últimos meses pierde fuerza. Tras la caída acumulada del 5% del precio internacional de la leche en polvo en los últimos dos meses, de acuerdo con el Global Dairy Trade (GDT para sus siglas en inglés), junto con un tipo de cambio cada vez menos competitivo para las exportaciones, presagian en el sector lácteo un freno a los aumentos de precios que vienen recibiendo los tamberos.
Cabe aclarar, que las exportaciones se liquidan con un esquema de 80-20, con la mayor parte a valor del dólar oficial y el 20% restante al contado con liquidación, que se ha mantenido e incluso bajado de valor en las últimas semanas.
Tanto el mercado externo como el consumo local han dejado de traccionar, e insinúan cierta cautela en la demanda para el resto del año. El mercado interno atraviesa una pronunciada baja. La caída acumulada del consumo de lácteos fue de 16,5%, de diciembre de 2023 a enero de 2024, en comparación con el mismo período del año anterior, según indicó la Dirección Nacional de Lechería. En febrero, comparado con el mismo mes de 2023, el descenso fue del 9,6%, según datos de la consultora Scentia que mide el canal supermercados y autoservicios tomando las categorías de desayuno y merienda.
Es importante destacar que esta tendencia de caída se viene profundizando mes a mes y se pronostica que los registros de marzo serían peores. Un dato no menor es que entre el 75% y 80% de la producción lechera del país se destina al consumo interno.w