Seis ministros dejan el gobierno de Boluarte por el caso de los Rolex
La fiscalía investiga a la presidenta por presunto enriquecimiento ilícito. La crisis abrió un enorme interrogante sobre el futuro político de la jefa de Estado.
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, intenta atajar la crisis política que la tiene en el centro de la tormenta por el “escándalo de los Rolex”. Presionada por la fiscalía, que abrió una investigación por presunto enriquecimiento ilícito contra la mandataria, la jefa de Estado se vio obligada a renovar su gabinete tras la renuncia masiva el lunes de seis de sus ministros.
Los fiscalía ya cumplió la semana pasada un inédito allanamiento a la vivienda privada de la presidenta y a sus oficinas en el palacio de gobierno en busca de tres relojes de lujo que, supuestamente, Boluarte no habr´´oa declarado entre sus bienes. Nunca antes la justicia peruana había ordenado un procedimiento semejante en la residencia particular de un presidente en ejercicio.
El ministro del Interior, Víctor Torres, fue el primero en dimitir y horas después le siguieron los pasos otros cinco. Los que dejaron el cargo fueron además los titulares de las carteras de la Mujer, Educación, Desarrollo Agrario, Producción y Comercio Exterior. El gobierno no informó las razones de las renuncias pero los cambios se producen cuando hoy miércoles el nuevo primer ministro, Gustavo Adrianzén, y su remozado gabinete, compuesto por 18 integrantes, deben concurrir al Congreso a pedir un voto de investidura, en una presentación prevista desde hace un mes.
“Yo he coordinado con la señora (presidenta) y me voy porque le he pedido y la señora ha accedido”, dijo Torres afuera del palacio presidencial tras asistir a su último consejo de ministros. Torres, en el cargo desde el 21 de noviembre, alegó “problemas familiares” para desvincularse del gobierno de Boluarte, investigada por la fiscalía.
Cuestionado por el aumento de la inseguridad ciudadana, el ministro se desempeñaba como máximo responsable de la policía, que el fin de semana allanó junto a la fiscalía la vivienda y despacho presidencial de Boluarte en el marco del llamado “Rolexgate”. Según varios medios de prensa, un sector del gabinete había pedido a Torres remover al coronel que dirigió la sorpresiva operación de registro.
El gobierno encajó así seis renuncias al hilo desde que a mediados de marzo estalló el escándalo por una publicación periodística que reveló el uso de varios relojes de lujo por parte de la mandataria, de 61 años. “Si la señora sale, el Perú se hunde”, comentó Torres a raíz del pedido de destitución de la jefa de Estado que presentaron grupos de oposición que no ostentan la mayoría en el Congreso.
Tras el allanamiento que no halló ningún reloj Rolex, la fiscalía conminó a Boluarte a exhibirlos, para lo cual ha sido convocada este viernes. En respuesta, Boluarte pidió hacer su declaración ante la autoridad a la brevedad posible para “esclarecer los hechos”. La presidenta calificó el sábado la acción de la fiscalía de “arbitraria, desproporcional y abusiva”.
En caso de que la fiscalía la acuse formalmente de enriquecimiento ilícito, Boluarte solo respondería en un eventual juicio después de julio de 2026 cuando termina su mandato, según fija la Constitución. El escándalo, sin embargo, puede derivar en un pedido de vacancia (destitución) desde el Congreso alegando “incapacidad moral”. Para que ello ocurra, las bancadas de derecha que controlan el Parlamento unicameral, que son el principal sostén de la mandataria, deberán apoyar a las minoritarias bancadas de izquierda, algo en teoría difícil de concretar.
Boluarte era vicepresidenta hasta que asumió la primera magistratura el 7 de diciembre de 2022 luego de que el Congreso destituyera a Pedro Castillo por su intento de disolver el Parlamento y gobernar por decreto.■