Cae la venta de remedios: 11,5 millones menos que hace un año
Es en cantidad de unidades, comparando este febrero con el de 2023. Los precios subieron 146% entre noviembre y febrero, según un relevamiento.
Entre la inflación desacelerada pero persistente y el poder adquisitivo en picada, el segundo trimestre arranca asfixiante para la mayoría de la población, algo que se siente con fuerza cuando se hace una compra no opcional, como podría ser pisar una farmacia en busca de un medicamento. Entonces, mente y bolsillo deberán encarar precios que solo entre noviembre y febrero subieron 146%, según un informe que relevó los fármacos más solicitados. Esa cifra implica un 53% arriba de la inflación acumulada en el mismo período.
Los datos vienen del último informe del Centro de Profesionales Farmacéuticos (Ceprofar), sector cuyo referente, Rubén Sajem, autodefinió como “un grupo de profesionales que conforman una cámara de ningún tipo –o sea que no se percibe una rentabilidad por los aumentos del sector– y que se dedica a analizar los datos de farmacias desde el punto de vista sanitario”.
“La preocupación es porque las ventas de medicamentos en febrero de 2024 cayeron 18,5% con respecto a un año atrás. Si se toma en cuenta el recorte de medicamentos de venta por receta, la caída interanual llegó al 17%, lo que implica un riesgo certero, dado el enorme número de pacientes que no están pudiendo acceder a sus remedios”, apuntó, en alusión a lo que algunos médicos vienen observando, y es que más pacientes discontinúan sus tratamientos farmacológicos por dificultades de bolsillo.
Dos aclaraciones sobre lo dicho recién. La primera es que la caída reportada por Ceprofar no está medida en pesos sino en unidades. Estiman que por mes se venden unas 10 millones de “cajitas” menos que antes. En febrero esa cifra fue aun mayor. La caída interanual, en unidades, llegó a 11,5 millones.
La segunda aclaración es que Ceprofar hizo este análisis en base a 17.000 especialidades medicinales "ponderando las más usadas”, dice el informe, lo que incluyó “los grupos farmacológicos más recetados para enfermedades crónicas, los más dispensados a través de la seguridad social, los de uso pediátrico, los anticonceptivos y también los medicamentos de venta libre”. Excluyeron “los incluidos en el convenio PAMI, que tienen un precio de venta al público menor” (retenga este último dato para después).
Entonces, ¿qué explica la suba en los precios de los medicamentos?
En la charla Sajem había destacado que las subas son “desmedidos” y que no tienen “ningún tipo de justificación más que formar un colchón de precios y maximizar ganancias”. Recordó que “hasta octubre de 2023, el Gobierno, sin ser realmente estricto en la regulación, venía teniendo conversaciones con los laboratorios y más o menos los mantenía al ritmo de la inflación”.
Por fin, advirtió: “Si les preguntás a los laboratorios, te van a decir que tenían los precios retenidos y que los precios PAMI estaban bajos, lo que les generaba una distorsión”. Al cierre de esta nota, la única cámara de la industria farmacéutica que había respondido fue CILFA, entidad que nuclea los laboratorios nacionales más grandes.
En un mensaje escrito transmitieron algo similar a lo que habían respondido en consultas previas: negaron las alzas de precios que denuncian sectores como Ceprofar.
“La industria farmacéutica nacional considera a las variables del sector del último cuatrimestre en equilibro con los indicadores macroeconómicos de devaluación e inflación”, introdujeron, y detallaron que “las variaciones de precios del último cuatrimestre se ubican 16% por debajo de la devaluación del período diciembre-marzo”.
En cuanto a la evolución de la inflación del último trimestre, desde CILFA dijeron que las variaciones de precios “registran un crecimiento 5,9% inferior a la inflación del periodo enero-marzo 2024”.
“Esta información surge de datos oficiales del INDEC, consistentes con datos del Manual Farmacéutico”, reforzaron.
Una fuente ligada a la industria nacional sumó los problemas en la dificultad de acceso al mercado cambiario a la hora de enfrentar pagos a proveedores de insumos en el exterior, que complicó la rentabilidad. “Se vende en pesos a 80 días, sin ajuste, y se pagan las importaciones en dólares más los salarios moviéndose por inflación”, dijo.
Siempre que se pretenda comprender la configuración de los precios de los medicamentos en la Argentina, es central poner al PAMI en la mesa de discusión. A días de que se hayan firmado nuevos convenios entre los laboratorios, las farmacias y la mayor obra social del país, esta no es la excepción.
Así como los precios generales de los remedios suben sin una regulación del Gobierno, también suben los del PAMI, lo que posiblemente repercuta en dos formas de ajuste para los jubilados.
La primera es una quita concreta de unas 30 moléculas del vademecum de 167 medicamentos gratuitos, en un tiempo no tan lejano.
La segunda, a través del llamado “switch” de medicamentos: el cambio de rotulado de algunos remedios que hoy requieren receta médica y que en el futuro, si la ANMAT lo decide (y el Gobierno ya invitó a hacerlo), podrían pasar a ser de venta libre. Quedarían, así, afuera del vademecum. ■