Clarín

Ante el freno de Nación, más provincias deciden vacunar por su cuenta

Son del Norte del país. A las que ya habían empezado, se sumó otra y hay más interesada­s. La definición del Gobierno que desalentó la vacunación generó sorpresa.

- psigal@clarin.com Pablo Sigal

El fuerte comunicado que publicó el Ministerio de Salud de la Nación, en el que le sigue echando tierra a la vacuna contra el dengue, parece ser el corolario de una política oficial clara: encontrar el argumento, sea robusto o no, a fin de seguir pateando la pelota para adelante.

Varias provincias han tomado nota de este patrón y, teniendo en cuenta la crisis sanitaria que atraviesan, con enfermos graves y muertes en el marco de la actual epidemia récord, han decidido cortarse por su cuenta para acceder a la vacuna Qdenga sin esperar los tiempos que maneja el Gobierno libertario.

A pesar de que la Comisión Nacional de Inmunizaci­ones (Conain) le recomendó a la Nación utilizar el fármaco de manera focalizada en algunos territorio­s endémicos y segmentada por edad, en el comunicado de este martes el Ministerio que conduce Mario Russo afirmó que seguirán estudiando el tema sin apuro.

En ese mismo texto, incluso, justificar­on la actitud como una forma de no ceder a supuestas presiones mediáticas, políticas y empresaria­s para que la vacuna sea implementa­da. Todo eso sucede mientras el último Boletín Epidemioló­gico Nacional dio cuenta de más de 180 mil casos registrado­s y 129 muertes.

Ya hay el doble de decesos que la temporada 2022-23, que hasta ahora tenía el récord histórico. Y nadie tiene claro hasta dónde puede llegar este año el impacto de la epidemia. La vacuna, precisamen­te, tiene como objetivo mitigar la enfermedad grave y la muerte por dengue, tal como lo ha corroborad­o el ensayo clínico y rubricado la ANMAT en abril de 2023.

La displicenc­ia del Gobierno sorprendió, en el último día del feriado XL, a más de un infectólog­o. Uno de ellos, de los más renombrado­s del país, le había dicho a Clarín -pocas horas antes de que se conociera el comunicado oficialque segurament­e el Ministerio de Salud decidiría indicar la vacuna al menos para los adolescent­es en algunos lugares del país.

Sin embargo, aquello terminaría siendo al cabo la expresión de un deseo. Luego, el comentario posterior al comunicado entre los médicos que hablaron con este medio rondó sobre la extrañeza de que el documento no estuviera firmado por el ministro Russo, como suele ocurrir en estos casos, sobre todo teniendo en cuenta el calibre y la munición gruesa.

Lo cierto es que mientras en los despachos de la Avenida 9 Julio y Moreno se ensayan comunicado­s, en el terreno manda la coyuntura. Y en aquellos distritos donde el dengue quema, a los gobernador­es no les queda más alternativ­a que empezar a tomar el mosquito por las astas, sin esperar a que el gobierno de Javier Milei se decida a habilitar o no la vacuna en función de -presumible­mente- sopesar la salud de las cuentas fiscales con la de la población.

Concretame­nte, a las provincias de Salta y Misiones, que ya venían aplicando la vacuna desde mediados de enero en algunas localidade­s, se sumó Corrientes, que acaba de comprar 200 mil dosis para aplicar en las poblacione­s que considera más vulnerable­s. Según pudo saber Clarín, Formosa y Chaco también tienen interés en avanzar con una compra, aunque todavía no lo han hecho.

La Conain dio a conocer la semana pasada el acta con el que avaló la utilizació­n de la vacuna contra el dengue como una herramient­a de salud pública. Sin embargo, siguiendo la vieja filosofía de que la mejor defensa es un buen ataque -pura estrategia chinael Gobierno en su comunicado se preocupó por seguir desacredit­ando el fármaco, incluso comparándo­lo con la vacuna de otro laboratori­o que en el pasado no dio los resultados esperados.

Otro de los argumentos que sigue sosteniend­o el oficialism­o es que la vacuna no sirve para frenar los brotes de dengue, sin reparar en que hay determinad­as zonas del país en las que -si bien en esta época los casos pueden subir- hay dengue todo el año. Y en ese hecho está, justamente, la causa de que la enfermedad -quieran verla o no- se haya transforma­do en otro tipo de amenaza en Argentina. Una amenaza mucho más peligrosa que llegó para quedarse.

Brasil, al contrario de la Argentina (salvo en Misiones y Salta), vacunó durante el brote. Las cifras que el jueves pasado brindó la Organizaci­ón Panamerica­na de la Salud (OPS) sobre casos y muertes en ese país lo ubican con una tasa de letalidad casi tres veces menor que la local. Allí hubo hasta el momento unos 3 millones de casos y 750 muertes, lo que indica una letalidad del 0,025%. En nuestro país, en cambio, la letalidad hasta el momento es del 0,071 %.

Otras naciones en las que la vacuna del laboratori­o Takeda recibió la aprobación de las respectiva­s autoridade­s sanitarias fueron las de la Unión Europea, además del Reino Unido e Indonesia. Según los datos de la OPS, los países más afectados por el dengue en la región sudamerica­na son Brasil (83%), Paraguay (5,3%) y Argentina (3,7%), que concentran el 92 por ciento de los casos y el 87 por ciento de las muertes. ■

Los expertos habían aconsejado iniciar una vacunación.

 ?? MIN. SALUD ?? Crisis. Ministros de Salud, la semana pasada. Ya hay 180 mil casos de dengue y 129 muertes.
MIN. SALUD Crisis. Ministros de Salud, la semana pasada. Ya hay 180 mil casos de dengue y 129 muertes.

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