Dar vuelta la página veinte años después
Desde el presente, una mujer trata de superar las marcas del incendio.
Para su debut como cineasta, la escritora, actriz y dramaturga Camila Fabbri se inspira en su libro El día que apagaron la luz, con relatos de allegados sobre la vida después de la tragedia de Cromañón. Clara se pierde en el bosque sigue a una sobreviviente que, dos décadas después de la tragedia, viaja con su novio a la casona de campo de la familia de él.
En el auto, Clara le blanquea a Miguel su pasado rolinga, con flequillo reglamentario y todo, mientras entona a los gritos, ante la mirada perpleja de su pareja, Casi sin pensar, de Intoxicados, que suena en la radio.
Clara escucha en un audio de WhatsApp a Martina, amiga de la adolescencia, contarle el sueño de que las dos estaban embarazadas y parían al mismo tiempo. Sirve como disparador de ideas sobre una maternidad futura y del repaso del fatídico recital de Callejeros que compartieron el 30 de diciembre de 2004.
Fabbri construye, a partir de una suma de viñetas, dos líneas narrativas: la primera, centrada en la tensa relación que mantiene Clara con Miguel, su madre, su hermano, su cuñada y su sobrino en la casona, mientras filma la cotidianidad familiar con su cámara portátil; y la otra, a partir de la sucesión de relatos de amigos en mensajes de voz, con recuerdos sobre los peligros del reviente adolescente que quedó marcado por la tragedia, que la directora ilustra con valiosas imágenes de archivo sobre la vida juvenil en aquella época.
Clara se pierde en el bosque es una película sobre convivir con las marcas de la adolescencia para poder enfrentarse con la vida adulta. La cara de la protagonista se ilumina sólo al cantar alguna de las canciones de Intoxicados que suenan en la película, como una idealización de esa adolescencia que quedó trunca y todavía le impide crecer.
Clara es confrontada por su cuñada durante un paseo por el bosque porque, le dice, “deberías tener algo más concreto antes de filmar tanta gente extraña”. Clara necesita, al igual que Fabbri, avanzar a partir de la suma de situaciones provocadas por ese deambular y cuestionar las inseguridades. La cámara les sirve, a la protagonista y la cineasta, como un medio para intentar capturar algo de un mundo que todavía les resulta inabarcable.
Fabbri demuestra su interés por las secuelas de los incendios, ya sea mediante los audios de sus personajes como sobrevivientes de la tragedia, o en una impactante quema de bosques, que sirve para demostrarle a Clara que es posible otra relación con el fuego pasado.
El tiempo necesario para sobrellevar los duelos es clave en una película que termina con la voz de Pity Álvarez cantando El rey, de Intoxicados:“Cuando consigas estar a solas con vos, vas a ser el rey de un nuevo reino que recién se levantó”.■