El Anticristo vuelve a las salas, a 48 años de “La profecía”
Especial para Clarín
Hace 48 años La profecía desembarcó en las salas cinematográficas de todo el mundo de la mano del director Richard Donner (Superman, Arma Mortal) y los fanáticos del cine de terror la elevaron a la categoría de clásico.
La trama se centraba en el matrimonio entre el embajador de los Estados Unidos en Gran Bretaña, Robert Thorn (Gregory Peck), y su esposa Katherine (Lee Remick), quienes compartían la crianza de un niño llamado Damien, que no era otro que el Anticristo anunciado en las profecías bíblicas.
Aquel éxito, protagonizado por dos leyendas de Hollywood, presentaba muertes aterradoras en un clima de absoluto misterio y donde, a pesar de que casi nada era explicado, había una tensión angustiante. Eran otras épocas, previas a la aparición de asesinos demoníacos y sangre a cataratas que tanto ha invadido el cine de este género en las últimas décadas.
A raíz del triunfo de taquilla hubo dos secuelas que presentaban
evolución del pequeño en su adolescencia y adultez llamadas La maldición de Damien y El final de Damien. Siguió una innecesaria remake con el mismo título de la historia original, en 2006, y hasta Damien, una serie de televisión que pasó sin pena ni gloria.
Ahora, en estos tiempos de precuelas de películas que capturaron la atención masiva de los espectadores, llegó el turno de preguntarse de dónde venía ese bebé de asce
pecto tan cándido como siniestro.
El argumento nos traslada a Roma en 1971, tiempos violentos donde estudiantes y trabajadores paralizan con huelgas toda actividad y dejan de creer en todo lo que rodea a la religión católica. A esa ciudad convulsionada llega Margaret (Nell Tiger Free, de la serie Juego de Tronos), una joven novicia que tomará sus votos en una vieja abadía que es un refugio para huérfanos. Bajo la protección del Cardenal Lawrenla (Bill Nighy, nominado al Oscar por Living), quien la conoce desde niña, comenzará a descubrir que algo se oculta tras las paredes.
Allí conocerá la autoridad de la Hermana Silva (Sonia Braga, la diva de Doña Flor y sus dos maridos), trabará amistad con Sor Luz (María Caballero, la española de Alma y La noche más larga) y quedará impactada por Carlita (Nicole Sorace), una adolescente con problemas psiquiátricos que es acosada por tortuosas visiones . Quien oficiará de unión entre lo que sucede en esta película y la original es el padre Brennan (Ralph Ineson, notable actor británico de La bruja ), quien se encargará de develarle a Margaret lo que se esconde detrás de los hábitos y el caos.
La película está bien dirigida por Arkasha Stevenson, entretiene y deja la puerta abierta a una eventual secuela. Lo interesante es que puede verse como una película independiente. Vale mencionar que asusta a fuerza de algún que otro golpe de efecto y tiene las infaltables escenas que rodean lo gore con bisturíes y mucho glóbulo rojo en primer plano.■